Un problema de preguntas y respuestas

Suena la guarura desde el litoral oeste de La Habana socialista y chavista...

Por Víctor Andrés Gómez Rodríguez

Es siempre un problema de preguntas y respuestas; de razonar lo de la subversión imperialista.

"Enseñemos a los niños a ser preguntones, para que se acostumbren a obedecer a la razón: no a la autoridad como los limitados, ni a la costumbre como los estúpidos. Al que no sabe, cualquiera lo engaña. Al que no tiene, cualquiera lo compra."

                                                     Simón Rodríguez

¿Por qué es ahora que se le ocurre a Santos permitir un juicio para ventilar las violaciones del espionaje colombiano contra Venezuela Bolivariana?

¿Por qué una plutócrata anglonorteamericana se da el lujo de, recién asignada como embajadora de su país en la OEA, “advertir” que vigila las “violaciones” de los derechos humanos en Venezuela Bolivariana? 

¿Por qué Richard Mardo declara que no tiene un chavo ni para comprar cigarros; y que es un “angelito de la guardia” acosado por la “vendetta chavista” que ha viola (¡?) la Constitución contra él?

¿Por qué todos los repelucones oligarcas ocultan la comida en sus almacenes en una acción inédita y coordinada de malversación?

¿Por qué Capriles es un gobernador que no gobierna en Miranda, y no acaban de darle la patada por el culo que lo saque de ahí?

¿Por qué Primero Justicia (¡mentira!) provocó los once muertos con que “celebró” la victoria electoral del chavismo; además de saquear sedes de misiones sociales y de inducir desestabilización social negando la legalidad de esas elecciones?

¿Por qué los partidarios y parlamentarios de la MUD (muy lejos de noble sonido onomatopéyico que emiten las vacas mientras dan su leche como valor de cambio; gratis) le tocan insistentemente a Barack Obama a la puerta de su toilet presidencial para que acabe de lanzar un ataque de drones contra Venezuela Bolivariana?

¿Por qué hay gente humilde, históricamente machacada por la oligarquía, que sigue votando a favor de la ultraderecha, si lo que obtuvieron hasta hoy, en tanto actos de justicia social, es obra de la Revolución Bolivariana dirigida por Hugo Chávez?

¿Por qué no acaba la violencia de los grupos de jóvenes que forman pandillas urbanas; si a partir de ahora su actuar le hace el juego a esa ultraderecha que los manipula, pero nunca les dejará “entrar” en su auto seclusión socioclasista?

¿Por qué hay apóstatas que con una gorra chavista que se dedican a extorsionar y malversar en perjuicio del proceso revolucionario?

¿Alguien cree que la colaboración solidaria, por simétrica, entre los países del ALBA es el producto de “sórdidos pactos” entre centros de espionaje que “reclutan” a Fideles, Maduros, Evos, Correas, Patiños, Choquehuancas, Jauas, Cabellos, y Arreazas “entrenados” por Snowden, Manning y Assange?

¿Alguien olvidó que miles de personas pobres han salvado su vista gracias al trabajo de la Operación Milagro cuya idea y materialización provino de la praxis política de Hugo Chávez Frías?

¿Por qué hay que seguir metiéndole la mano en su boca a la dominación angloestadounidense y a las oligarquías que la apoyan?

¿Por qué la gente humilde no estudia lo suficiente para acabar de salir de la alienación capitalista?

¿No van un poco retrasadas las comunas en su definitiva constitución y funcionamiento?

¿Quién dijo que en la democracia el pueblo no es el soberano; que no manda?

¿Una Revolución Bolivariana, chavista, no tiene que organizarse, armarse de ideas (y armas) con que defenderse de la permanente amenaza de invasión; que podría comenzar con un magnicidio?  

¿Quién dijo que una revolución verdadera, radical, es una lista de reformas que eviten tocar las propiedades y rentas oligarcas producto del robo histórico al pueblo; al soberano?

¿Por qué el soberano –el pueblo-, no acaba de entender que no existe una manera de vivir en paz con la ultraderecha ni dentro de las formas burguesas de expoliar?

¿Por qué el soberano –el pueblo-, a veces no acaba de ponerse en la cabeza al poder; y a la conciencia de su hegemonía?

Porque a veces uno es un poco bruto; no razona. Ni hace el esfuerzo por hacerlo.