Por Pablo Gramajo
Sacha Periodista
En el monte nacen,
viven, crecen y se reproducen toda clase de vidas. En este, la tierra y el
viento juegan a los remolinos, y se remansan en los árboles espinosos, haciendo
bailar a las pocas hojas.
El monte es lugar
donde se genera la vida, los alimentos, las casas y el oxígeno, es la raíz
primera. Alterando los montes, se alteran los climas. Hace tiempo que el viento
norteño no circunda las picadas, era éste el que convertía en chicharrón
nuestras caras cuando nos escapábamos de la madre y sus consejos: “no salgas a
ondear”, “duérmete que te llevará el duende”. Estos, hace tiempo que no
acobardan a los niños, ni a su siesta, ni a su onda; ya la madre no les dice
que no salgan, que los llevará el duende. Los caminos extrañan las caricias del
viento del norte, va quedando sin leyenda la vida, porque al monte lo van
rapando. Este último, es el padre-madre de las leyendas, de los mitos, de los
espantos y las alegrías de la cosecha, de la lluvia esperada en los veranos,
esperada por las cabras, los chanchos, las gallinas, que en coro sacan la
lengua cuando llega, y los quebrachos, vinales y chañares ensanchan su caja
torácica para recibirla. Es una sinfonía su llegada, el rancho se convierte en
bombo legüero, cuando golpea las chapas de los techos. Las vías férreas primero
y ahora el monocultivo.
A Santiago del Estero
la reconocen como la madre de ciudades, la madre envejecida tempranamente, de
la gran mayoría de sus hijos. Los quebrachos guardan sus recuerdos, sabe de
ellos que hoy son durmientes extendidos por toda la Argentina, en las vías
donde todavía suena el tren y en los ecos de la memoria de los viejos contando
sus pasos en tiempos remotos.
Tuvieron que
sacrificar una provincia para que el progreso sea, pero fue solo para unos
cuantos, para los mismos de siempre, los acomodados históricos; y para los otros,
las mayorías, solo fue la sangre del quebracho en el hacha y la sangre en la manos
del hachero.
La primera
desforestación fue cumplida y con ello cambiaron el paisaje, el caudal de los
ríos se ha achicado, junto al modo de vida de los habitantes.
Por su parte la
segunda deforestación está siendo un intento difícil. Parecería que los
quebrachos arrancados, están volviendo en personas, y están decididos a defender
lo poco que queda. Unos de ellos, es Humberto Evelio Jaime del paraje. Ahí
Veremos, departamento Pellegrini. Él es presidente de la organización campesina,
y perteneciente al Mocase: estamos en la lucha por 10.700 hectáreas, somos
65 familias, todos criados aquí, nuestros mayores, nosotros, nuestros hijos,
nos comenta. El olor a leña circunda nuestra ropa, es el brasero encendido, el negador
de junio que se siente julio, y agrega: no entrarán así de fácil; la Empresa
esa, Algarrobal viejo SA, nunca ellos estuvieron aquí, y dicen que son
dueños de 36.000 hectáreas,
estamos decididos a defender lo que es nuestro.
El sol se va
escondiendo en el chañar mal vestido, y el frío es como una víbora que penetra
en nuestros pantalones, prendiéndose de los tobillos.
Los desmostes han
avanzado estos últimos 10 años, la usurpación, el monocultivo de soja, y
también los policías rurales. Estos son contratados por los empresarios, para
hacer el cercado de los lotes, son principalmente de la ciudad, de las barras bravas,
especializados en estos trabajos. Armados hasta los dientes, se instalan en los
montes.
Por su parte María
Raimundo Luna, referente campesino de Agua Amarga, integrante del Mocase
comenta: es sumamente llamativo y sospechoso que se hayan instalado
primero en el espacio con bandas armadas; ¿si son los dueños porque no
se sentaron a charlar con las comunidades?. Nosotros no vimos papeles de
dicha empresa, y si lo tendrían, igual nosotros somos los legítimos dueños
de la tierra.
Los compañeros están
decididos a defender las tierras y nosotros vamos a acompañar.
Ha caído la noche, y
se han encendido las miles de estrellas en la tierra de arriba.
El mechero en el
horcón alumbra nuestras caras, alumbra el guiso, y las manos que lo preparan.
Triste relato de una realidad anunciada. En Argentina la explotación de los recursos naturales, a partir del desgobierno de Ménem, fueron transferidos a las provincias. <Esto produjo un desmembramiento de esos recursos que son patrimonio de todos sin distinciones geográficas. No obstante ello se aprobó la Ley Nacional de Bosques durante el gobierno actual, obra de mi amigo Miguel Bonasso, no fue fácil por los intereses en juego, pero es Ley. Claro pero en un país donde todas las leyes están sancionadas pero no se cumplen. Entonces gobernadores afines al gobierno central, como el de Santiago del Estero, Insfran en Formosa, Capitanich en Chaco y Urtubey de mi provincia Salta violan la ley con el amparo y la complicidad de Cretina de Kirchner. Lo mismo pasa en San Juan, donde un gobernador traidor es socio de la Barrick Gold. Es totalmente lógico lo que sucede en mi país donde el neoliberalismo no solo arruinó al pueblo sino que se perpetúa disfrazado de "progresista" abusando de las necesidades populares que ocasionaron. Basa para medir la intencionalidad de nuestros funcionarios y su falta de ejemplaridad con ver sus DDJJ multiplicadas por 1000 en diez años como es el caso de Cretina (sin contar los bienes puestos a nombre de sus testaferros). Mientras tanto los que denunciamos a esta delincuencia nos acusan desde el poder de ser enemigos del "modelo". Siento mucha verguenza por como somos vistos fuera de mi país cuando no se tragan las mentiras oficiales..
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