Por: Miguel Jaimes.
Lusbi Portillo es el defensor más activo de los derechos
indígenas en el país y a pesar de su compromiso con los desprotegidos de 500
años, todos nos imaginábamos que era tratado con respeto por este Estado en
revolución.
Pero la verdad como era de esperarse es otra, nuestras instituciones lo rechazan, han apartado y desfigurado las luchas llevadas a cabo por defensa a los hermanos originarios Yukpas de la Sierra de Perijá en el estado Zulia.
Incluso hasta las universidades de la revolución ignoran las hazañas de estos desprotegidos y en las llamadas autónomas lo reciben. Valga confusión bolivariana tenemos aquí.
Por eso la vida de Lusbi Portillo es desdichada, pasando por una muy difícil situación, a pesar que siempre ha vivido acosado y mal mirado, ahora es peor, es señalado por instituciones irresponsables quienes debieran apoyar a quien apartó su tranquilidad para dedicar todo su tiempo y ganas por defender a los débiles indígenas del país. Pero esta vez la cosa es de mayor proporción, ya ni puede subir a las comunidades Yukpa y Barí de la Sierra de Perijá.
Ahora tiene más enemigos, ya no sólo son los empistolados y mafiosos ganaderos y los interesados en la minería, es también la Guardia Nacional Bolivariana y nuestro Ejército nacional, sin dejar de lado a los grupos de sicarios.
A estos se les suman algunos oportunistas que han amasado sus nuevas oportunidades arropándose con la larga cobija del chavismo, llegando incluso hasta los llamados dirigentes indígenas, quienes han sido cooptados por el Gobierno desde la criminalización montada contra Lusbi Portillo por los anteriores ministros de interior y justicia.
Aquí han desfilado los más irresponsables: Nicia Maldonado, Yubirí Ortega de Carrizales, Sergio Rodríguez, el General Izquierdo Torres, quien antes estaba destacado en el Fuerte Macoa de Machiques y hoy ocupa el más importante cargo dentro de la Guarnición del estado Zulia.
El hilo que custodiaba la integridad física de Lusbi Portillo quedó roto definitivamente el tres de marzo del año 2013 cuando brutalmente fue asesinado el Cacique Yukpa Sabino Romero.
Esta desgraciada suerte igualmente la está atravesando junto al hijo del Cacique Sabino, quien lleva el mismo nombre de quien fuera su valiente padre el cual conoció los principios del respeto y solidaridad entre sus hermanos indígenas.
Las comunidades indígenas a las cuales pertenecía Sabino Romero viven amenazadas de muerte, igual es la suerte de Lusbi Portillo. Esperemos que este sistema judicial y policial altamente corrompido no se atreva a dejar que lo asesinen.
Pero la verdad como era de esperarse es otra, nuestras instituciones lo rechazan, han apartado y desfigurado las luchas llevadas a cabo por defensa a los hermanos originarios Yukpas de la Sierra de Perijá en el estado Zulia.
Incluso hasta las universidades de la revolución ignoran las hazañas de estos desprotegidos y en las llamadas autónomas lo reciben. Valga confusión bolivariana tenemos aquí.
Por eso la vida de Lusbi Portillo es desdichada, pasando por una muy difícil situación, a pesar que siempre ha vivido acosado y mal mirado, ahora es peor, es señalado por instituciones irresponsables quienes debieran apoyar a quien apartó su tranquilidad para dedicar todo su tiempo y ganas por defender a los débiles indígenas del país. Pero esta vez la cosa es de mayor proporción, ya ni puede subir a las comunidades Yukpa y Barí de la Sierra de Perijá.
Ahora tiene más enemigos, ya no sólo son los empistolados y mafiosos ganaderos y los interesados en la minería, es también la Guardia Nacional Bolivariana y nuestro Ejército nacional, sin dejar de lado a los grupos de sicarios.
A estos se les suman algunos oportunistas que han amasado sus nuevas oportunidades arropándose con la larga cobija del chavismo, llegando incluso hasta los llamados dirigentes indígenas, quienes han sido cooptados por el Gobierno desde la criminalización montada contra Lusbi Portillo por los anteriores ministros de interior y justicia.
Aquí han desfilado los más irresponsables: Nicia Maldonado, Yubirí Ortega de Carrizales, Sergio Rodríguez, el General Izquierdo Torres, quien antes estaba destacado en el Fuerte Macoa de Machiques y hoy ocupa el más importante cargo dentro de la Guarnición del estado Zulia.
El hilo que custodiaba la integridad física de Lusbi Portillo quedó roto definitivamente el tres de marzo del año 2013 cuando brutalmente fue asesinado el Cacique Yukpa Sabino Romero.
Esta desgraciada suerte igualmente la está atravesando junto al hijo del Cacique Sabino, quien lleva el mismo nombre de quien fuera su valiente padre el cual conoció los principios del respeto y solidaridad entre sus hermanos indígenas.
Las comunidades indígenas a las cuales pertenecía Sabino Romero viven amenazadas de muerte, igual es la suerte de Lusbi Portillo. Esperemos que este sistema judicial y policial altamente corrompido no se atreva a dejar que lo asesinen.
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