Un conflicto en Yaracuy
que involucra simbólicamente el nombre de un prócer humilde de nuestra
Independencia, prefigura un camino y un cambio para los sectores sociales más
débiles de nuestra actual sociedad
Por Ezequiel Meléndez
En los últimos días como ciudadano preocupado, en mi calidad
de productor y como estudioso de la Agroecología, he visto de manera casual y
luego más en profundidad, la realidad de la toma hecha a la empresa mecanizada
Pedro Camejo, en Urachiche, estado Yaracuy en Venezuela. Toma que de alguna
manera es activa, ya que los obreros y obreras de la misma han venido
resolviendo los temas del día a día, han ido recuperando algunas máquinas de
manera organizada y se han repartido las tareas que permiten avizorar de alguna
manera, el CONTROL que mantienen por los momentos de manera positiva.
Todo lo anterior, en un escenario donde sus salarios han sido
suspendidos igual a la cesta ticket. Asimismo sin los recursos (que como
siempre) les niega la administración actual.
Todo esto con el ánimo de quebrar la lucha. Actitud que denota el
espíritu “revolucionario y de negociación” que inspira a las “autoridades” que
hasta la fecha dirigen dicha empresa, señores Ricardo Miranda y Laura Lorenzo.
La toma tiene mucho que ver con el manejo que desde hace
mucho tiempo hay en dicha empresa y las irregularidades que allí se viven y que
tuvieron el detonante al momento de retirar sin motivo alguno al señor César
Álvarez e imponer al ciudadano Jesús Pérez (ficha política) quien fuera
removido del INSAI y de manera automática se le ofreció el cargo de César Álvarez,
quien venía manejando una gestión positiva y a todas luces aceptada por tod@s
en la empresa y las comunidades campesinas.
Me comentaron los obreros en una entrevista que pronto
colocaremos en la WEB, que la forma autoritaria en que fue impuesto Jesús
Pérez, unido a su primera charla con los trabajadores derramó el vaso, ya que
de buenas a primeras habló de “parasitismo”, en una empresa que debe responder
por el mal estado de las maquinarias, pérdidas de materiales, venta de aceite
irregular, etc...etc..., y de las cuales es evidente que era permitido o se
hacían la “vista gorda”, expresión utilizada en Venezuela (esto es para los
amigos de otros países que leen este documento) para no tomar en cuenta los
problemas y dejarlos pasar.
La molestia acumulada y la evidente e injusta remoción,
fueron el caldo de cultivo para la acción y ya para la fecha de hoy (29 de
agosto 2013), debido a la falta de atención del ciudadano ministro de la
cartera y otras autoridades, la opción de mantener el funcionamiento de la
empresa por los trabajadores, ya se va perfilando en el horizonte. Algo que el
presidente Nicolás Maduro ha reivindicado bastante y llamado CONTROL OBRERO.
¿Quién más que un obrer@ conoce del funcionamiento de una
empresa? ¿Quién más que un obrer@ le toma el cariño indispensable a los
diferentes elementos que componen a dicha empresa? ¿Quién más que un obrer@
puede trabajar aliado y con alegría con un productor o campesino en las
diferentes parcelas? ¿Quién más que ellos se embraguetan con las tuercas, los
tornillos y demás factores al reparar un tractor, vehículo o aparato? ¿Quién
más vive el día a día al trasladar una cosecha a un sitio determinado, léase
silos, agroindustria, empresa, etc.?
¿Puede un ingenier@ formado por el capitalismo y desde la
comodidad de un aire acondicionado, desde un vehículo lujoso, desde las
alturas, divorciado de la relación cotidiana con el campo, dirigir o ser
sensible a las necesidades del productor o de los obrer@s? Además, muchas de
esas personas “ejecutivas” van de cargo en cargo (y a diferencia de un
trabajador o trabajadora que la mayoría de las veces no tiene más opciones),
siempre están pendientes de una reunión, un futuro político, un cargo más
elevado o un uso de recursos para el compañero tal o candidato cual, lo que
evidencia el divorcio con la empresa.
Sobre esto último hay ciertas situaciones que resolver y
aclarar con relación a las maquinarias que son compradas, herramientas y
dispositivos y verificar hasta que punto son útiles en el campo de trabajo.
Sobre las semillas y el uso de los
recursos. Los viajes al exterior, etc.
¿Cómo se llama eso?: Auditoria en caliente por diferentes
entes y cumpliendo las leyes.
Es difícil ejercer una buena administración cuando se impone
el amiguismo, el nepotismo, el clientelismo y muchas prácticas criticadas a las
dirigencias de otras épocas. Si realmente se quiere ser independiente en cuanto
a la producción agroalimentaria, a la práctica de inclusión y al respeto a la
Constitución se debe revisar lo que pasa en muchos lugares y empresas, como lo
son lácteos Los Andes, Diana, Central Santa Clara y muchas más, donde el manejo
de las mismas debe estar en manos de los trabajadores y trabajadoras con claros
elementos de supervisión, control y de contraloría social, que permitirá dar
pasos agigantados en diversos procesos de construcción de un país soberano en
lo agroalimentario.
Por ahora y como ha sido siempre, los Directivos de la
empresa acuden a la descalificación, a la mentira y a cualquier argumento
leguleyo para “quedar bien” ante el partido o el ente que los contrato,
perdiendo de vista la maravillosa oportunidad que la lucha de clases ha
generado en este rincón de Venezuela.
La cosecha no se perderá, pues no se trata nada más de
recogerla. Debemos recordar que una gran cantidad de la misma siempre ha ido a
los silos de la Polar debido al descuido que ha existido por no haber cambiado
el modelo de trabajo ni cumplir las exigencias del productor y campesino, tema
que debido al interés y a la investigación, comentaremos en otra oportunidad
con los “pelos en la mano”.
Un cambio para una nueva Directiva no resuelve los problemas,
el Control Obrero de la empresa Pedro Camejo es el inicio de un proceso de
crecimiento y de garantía de la unidad Obrero-campesina.
La Piedra, 29 de agosto 2013
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