Por: Nelson Muñoz
El
domingo visitamos en el hospital General del Sur de Maracaibo a la familia González
Fernández de la comunidad Río Yaza, para conocer el estado de salud de Turuktuko,
José Antonio González Vargas, el hijo de Mística Vargas de la comunidad vecina
de Kasmera tierra de los Yukpa Parirí. Al llegar estaban en el cuarto un grupo
de enfermeras limpiándole la herida y nos quedamos en el pasillo conversando
con Mary Fernández Fernández, su esposa, después de los saludos acordamos qué
diligencias debíamos realizar para lograr que el martes 13 de agosto a las 7:00
a.m., se presenten en el hospital seis personas dispuestas a donar sangre,
precisamos los detalles y luego de terminar las enfermeras de cubrirle la
herida entramos a conversar con él, pero debido a las evidentes dificultades
para hablar y el reposo que debe mantener, sólo alcanzamos a cruzar una pocas
palabras, nos informó que era muy dolorosa la herida, se comunica por señas
para evitar molestias. Al salir del cuarto nos encontramos en el pasillo con el
médico tratante de guardia y nos explicó que presenta un cuadro delicado porque
están comprometidos el riñón, el páncreas y el duodeno, recalcó la importancia
de respetar el tiempo de recuperación y se retiró.
Salimos
de nuevo al pasillo para conversar y escuchar el testimonio calmo y doloroso de
Mary y su hermana Ana María Fernández. Nos narraron cómo se originó el
conflicto en el cual su compañero resultó flechado por un Yukpa del grupo de
habitantes de la comunidad del Tukuko encabezado por el Cacique Mayor Inopa y
Ezequiel Anane.
Testimonio de los hechos:
De
manera secuencial nos fue contando lo que vivió el lunes 5 de agosto cuando
regresaba de Machiques luego de sacarle la cédula a sus dos hijas, según lo
contado por Mary Fernández, se trasladaban en dos motocicletas: una conducida
por Turuktuka con las dos adolescentes
como acompañantes y en la otra se trasladaba Mary con un joven de su comunidad
que le hacía “la carrera”. Antes de llegar al cruce conocido como Cuesta del
Padre, límite de las cuencas Tukuko y Yaza, observan un grupo de personas con
escopetas, pistolas, cuchillos, machetes y arcos con flechas. En el recorrido Mary
y el vecino pasan primero frente al grupo y siguen hacia el Yaza, sin embargo
al voltear Mary nota que han detenido a su esposo y ella decide detenerse
también, lo que produjo que un grupo armado de hombres y mujeres se dirigieran
hacia donde ellos estaban. Al llegar uno de los hombres la toma por el cabello
e inmediatamente la lanza al piso para comenzar a darles patadas gritándole que
ella era hermana del culpable del homicidio y que sus familiares son asesinos y
violadores, la misma suerte corrió el vecino de la comunidad con el agravante
que lo querían matar por pensar que era hijo de Mary, a lo que ella entre
golpes trataba de decirles que él era un joven de su comunidad y que ninguna
relación familiar tenían.
Las
dos adolescentes sufrieron las mismas agresiones que su madre y el conductor de
la moto: las lanzaron al piso y un grupo de hombres las golpeó. Entre las
solicitudes que le hacían a Turuktuka en medio de esta situación era que fuese
a su comunidad a buscar a todos sus cuñados, es decir, a los hermanos de su
esposa, hijos de Carmen Fernández Romero y a todos los hijos de Sabino Romero Izarra
y se los entregara o lo matarían a él. Turuktuka les responde que iban a tener
que matarlo porque lo que le pedían era imposible, que él no lo haría. Durante
esta discusión el Cacique Mayor del Centro Piloto Tukuko, Inopa, le ordena a
dos hombres que agarraran a Mary y la llevaran al Tukuko, a lo que respondió
con firmeza Reina Ubiriche, quien antecedió a Inopa como cacique mayor, pues ella
no podía permitir que se la llevaran esos dos hombres porque la iban a matar y se
ofreció para mediar en la situación, el cacique mayor le dijo a los hombres
designados que la dejaran ir con Reina y que solo uno se fuera.
Se
trasladaron en la moto los tres y al llegar a la comunidad algunos habitantes
le gritaban insultos a ella y a su familia. Ya encerrada en una habitación Mary
cuenta que tuvo una conversación con Reina Ubiriche muy sincera, le comunicó
que la manera como habían reaccionado en el Tukuko era más violenta que lo que
ellos tanto han dicho de las familias de Carmen Fernández y Sabino Romero,
entre las palabras utilizadas por Mary para narrar esa conversación están las
frases: “Sabino nunca flechó a un indígena, nunca mató a un indígena, ustedes
ahora lo están haciendo y dicen que él era el violento y nosotros también”… continuaba
diciendo: “ustedes son maestros y se comportan así, ustedes andan con los curas
y se comportan así, nosotros no queremos más problemas con ustedes, la gente
dice que el muerto pasó toda la noche diciéndole a mi hermano que era un
asesino y un violador, la tía también, estaban borrachos, se fueron para otro
negocio para evitar un conflicto y allá llegaron a seguir molestando, le sacó
una pistola y le dijo que por su culpa su tío Manguera estaba preso”. Mary
continuó explicándole a Reina lo que había pasado, pero cuando nombró a
Manguera le recordó un pasaje de este personaje hoy preso acusado de ser el
sicario que asesinó al Cacique Sabino Romero Izarra, le dijo: “ese señor hace cinco
años más o menos mató a mi primo, él le faltó el respeto a una señora y como mi
primo le dijo algo comenzaron a discutir y sin más sacó un revólver y le pegó
tres tiros, después dijo que lo había matado sin culpa, y nosotros no nos
vengamos”. Una conversación similar nos contó Mary que tuvo con una señora
pareja del sicario Manguera, aprovechó para recordarle que cada vez que hay un
muerto en la cuenta del Yaza a ese señor se le ve los días antes por la zona y
después desaparece por varios meses.
Al
rato de estar encerrada llegaron las hijas maltratadas al mismo cuarto y le
información que Rafael Chourio le había clavado una flecha en la espalda baja a
Turuktuka, Mary al escuchar esa noticia le dice a un joven de la comunidad que
le fuese a decir al Cacique Mayor Alfonso Inopa que por favor la dejara salir
porque ella debía ir a cuidar de su esposo que estaba herido. Cuenta Mary que
esta autoridad le responde a través del joven mensajero que esa detención era
responsabilidad de Reina Ubiriche y que él no se encargaría de esa situación.
Ante esa respuesta le envía un mensaje a Reina pidiéndole que vaya a verla, al
llegar Reina le explica lo dicho por el Cacique Mayor y Reina extrañada le
comenta que eso es responsabilidad de la máxima autoridad de la comunidad pero
que si él había dicho eso pues ella no iba a cargar con la muerte de su esposo
y que podía retirarse en ese momento, sin embargo, la retuvo porque consideró
que si salía al pueblo la mataría y le pidió al viceministro Barí a Eladio
Akadaya y a Mendiola que la escoltaran hasta sacarla del pueblo, se montaron
los dos con Mary y las adolescentes en un vehículo para trasladarse al hospital
de Machiques y el grupo liderado por Inopa y Anane no les permitieron el libre
paso para no dejarla salir y lincharla. Ante esa situación, el Viceministro
trató de intervenir para mediar la situación pero Mary Fernández se bajó del
carro y les dijo que si la iban a matar que lo hicieran porque ella no seguiría
escondida porque no había hecho nada y es inocente de todo, les decía que
entendía mejor a su hermano si realmente cometió el delito del que se le acusa
porque seguro estaría al borde de los insultos e infamias que le decían, les
trataba de explicar que ellos no podían señalar y agredir a toda una familia
por algo que haya cometido un integrante. Ante lo expresado por Mary, Ezequiel
Anane cambió la actitud violenta y le comunicó al grupo que la dejaran ir
tranquila, de esa manera Mary pudo salir del Tukuko y trasladarse al Hospital
de Machiques y luego al de Maracaibo donde nos contó este testimonio.
Luego
de escucharla surgieron algunos aspectos que nos permiten visualizar el alcance
de la estrategia ganadera y de sectores del Estado-Gobierno serviles a esta
clase, veamos de qué se trata:
Análisis:
1) Llama
poderosamente la atención que el Centro Piloto Tukuko representados y agitados
por su Cacique Mayor Alfonso Inopa, por lo maestros formados por los curas y el
cura Nelson Sandoval tengan el mismo discurso que el sector ganadero, acusando
y criminalizando la familia de Carmen Fernández Romero y Sabino Romero Izarra de
asesinos y violadores. Recordemos que este líder agitador del odio entre el
pueblo Yukpa recibió en una de sus gestiones la imposición de banda que lo
representa como Cacique Mayor de manos del Presidente de GADEMA y también propició
el conflicto violento el día de las elecciones donde se dieron las condiciones
idóneas para asesinar a Sabino Romero Izarra.
2) Es
una vieja estrategia de los ganaderos infiltrar a las organizaciones Yukpa y a
los líderes para generar conflicto entre familias indígenas y no-indígenas.
Solo tenemos que recordar las causas que generaron el conflicto entre Olegario
y Sabino que los llevó a la cárcel y a un juicio amañado que duró 19 meses,
para tratar de fragmentar la resistencia y quebrar las relaciones políticas de
los líderes Yukpa en pleno proceso de demarcación del hábitat y tierras del
pueblo Yukpa.
3) El
discurso de criminalización a través de asesinatos, violaciones y secuestros
inventados ha sido minuciosamente construido y montado por los medios de
comunicación racistas, autoridades religiosas y los funcionarios policiales y
judiciales al servicio de los intereses ganaderos.
A modo de reflexión:
La
posibilidad de lograr la resolución pacífica de este conflicto se eleva en la
medida que se asuma la situación como un proceso complejo donde deben
considerarse una serie de aspectos para el diseño de las estrategias. Entre
ellos:
1) Alinear
las políticas aplicadas por el Estado-Gobierno con lo que reza la constitución
de la República en su artículo 260, así como la jurisdicción nacional e
internacional que respeta y promueve la resolución de conflictos desde las
formas para administrar justicia de los pueblos originarios.
2) Revisar
por parte de las autoridades del Estado y en el marco de la Misión a Toda Vida
Venezuela, el Plan Patria Segura y el Movimiento por la Paz y la Vida la
función que están desarrollando los actores religiosos como mediadores para la
paz en este conflicto Yukpa.
3) Destacar
la valiosa ayuda que para la resolución pacífica de los conflictos en este caso
pueda significar la participación activa de la señora Reina Ubiriche. Es
necesario recordar que fue ella quien contando con todo el respeto y respaldo
de las comunidades que representaba para ese momento le solicitó a la
presidenta del Tribunal Supremo de Justicia que dejara en libertad a Sabino,
Alexander y Olegario y le entregara ese caso a la justicia Yukpa. Luego de
salir de la cárcel de Trujillo inició el proceso de justicia propia y en una
reunión que duró 12 horas aproximadamente con las autoridades necesarias del
pueblo Yukpa se logró determinar las responsabilidades individuales que la
justicia ordinaria en un caso viciado durante diecinueve meses no pudo develar.
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