Por: Yuri Valecillo
En el cuarenta aniversario del crimen cometido contra el
gobierno popular de Salvador Allende, recordé que ese día yo ese día junto a
mis herman@s frente a una pantalla de televisión en la casa de mis padres en el
Palotal, aun chicos lloramos todo ese día y mis padres se reunían con amigos
para observar con impotencia aquel crimen contra el experimento democrático y
revolucionario cuya cabeza más visible era la del Dr y compañero Salvador
Allende.
Crímenes atroces se cometían en las calles y los refugiados comenzaron a llegar a Venezuela conocí a decenas y con algún@s llegue a establecer una amistad que aún perdura, la existencia larga nos permite ver los acontecimientos y la terca memoria no nos permite olvidar los hechos o la pega de afiches con los entonces muchach@s de la izquierda de entonces por la libertad de muchos detenidos del cono sur.
Crímenes atroces se cometían en las calles y los refugiados comenzaron a llegar a Venezuela conocí a decenas y con algún@s llegue a establecer una amistad que aún perdura, la existencia larga nos permite ver los acontecimientos y la terca memoria no nos permite olvidar los hechos o la pega de afiches con los entonces muchach@s de la izquierda de entonces por la libertad de muchos detenidos del cono sur.
Hoy me toca pegar carteles acerca de otro preso ya no detenido en las cárceles clandestinas o no de Chile, Uruguay o Argentina ahora me toca hacer el engrudo y pegar mis afiches a veces solo ya sin tanta compañía aunque con bastante entusiasmo por la Libertad y el Asilo a Julián Conrado. Si un cantor que detenido, preso sin formula de juicio con esto del compañero Conrado me hace recordar aquel cantor chileno escuchado e interpretado por much@s Víctor Jara.
Que pasa, que alguien me lo explique en la Venezuela IV republicana se recibió a cientos de refugiados políticos y se les dio asilo y protección casos son muchos desde Isabel Allende a Orlando Letelier quien luego sería asesinado en los Estados Unidos por los criminales del Plan Cóndor y la Mafia “Cubano/mayamera”, por decir algunos casos simbológicos.
El silencio del poder es la grosería del poder frente al humilde que pregunta y es que de parte del gobierno venezolano si ese que criticamos y defendemos, si ese legalmente electo, si ese con el que creemos poder platicar no responde, hace mutis, señala con el dedo al que defienda el derecho que debería cobijar a este Cantor y a este ser humano.
La prisión de Julián Conrado es tan infame como la prisión de cientos de miles de hombres y mujeres que ofrendaron su libertad o su vida en búsqueda de una vida mejor, pero nada más alejado del discurso revolucionario con el que intentamos defender este proceso que la prisión de Julián Conrado.
Y conste no comparo, pero la realidad es que sin juicio, si argumentos, sin razones se mantiene preso, detenido, arrestado a un Cantor cuyo único delito es cantar, cuyo único delito es denunciar, cuyo único delito es apostársela con los humildes como Víctor Jara.
Espero que el lunes estén los carteles que mande a imprimir con mis propios recursos, nadie me financio y solo me sostiene la razón y la vergüenza para no guardar silencio. Víctor Jara se le intento callar por las bayonetas militares, Conrado solo está en un calabozo, una crujía los barrotes intentan enmudecer su palabra, No permitimos que el canto de Jara se silenciara y no permitiremos que el canto de Conrado siga detenido.
Hoy más que nunca memoria, hoy más que nunca la palabra sigue pasando a través de gruesas paredes y sólidos barrotes. Víctor Jara vive en cada nota musical que compone y canta el compañero Conrado injustamente preso.
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