jueves, 12 de septiembre de 2013

El tiempo de los malditos



Por Victor Andrés Gómez Rodríguez
"El pensamiento es tarea de vagos y maleantes. Hay que saber perderse para trazar un mapa: Vagar por los márgenes y por el desierto, fuera de las fortalezas en las que están encerrados la verdad, el bien y la belleza. Hay que saber pervertir la ley, jugar con ella, y a veces subvertirla, ponerla en cuestión, para cambiarla o quitarla: Provocar malos pensamientos en los bienpensantes, asediar las sedes de la verdad, el bien y la belleza. Sólo los malditos mejoran este mundo".

Por: Jesús Ibáñez 
Fidel Castro es el diablo en genio y figura, mientras su hermano Raúl con un enorme cucharón revuelve el guiso del infierno.  El Che Guevara era el enviado de Fidel para destapar la caja de Pandora que contiene al caos de los muertos de hambre inconformes, que nunca saben lo que quieren y no se dejan guiar por las buenas costumbres; los morenos son los peores, por eso África, el Medio Oriente y Asia son los espacios a secluir para que la maldad y el terror no se desboquen hacia el Occidente Cristiano. Hugo Chávez Frías fue la más reciente aparición del desequilibrio terrenal que Nicolás Maduro pretende continuar. Da la impresión de que estamos nuevamente saliendo del tiempo de los malditos; la gente comienza a olvidar que todo debe ser acopiado en función y para beneficio de la avanzada cultura capitalista, contra esa persistencia de no dejarse asesinar en paz.


Para colmos tenemos una izquierda díscola, que no acaba de cruzar a la derecha; como en las mejores propuestas de organización del tránsito en las megalópolis, conservar siempre la derecha. El mundo sea para disfrutar sin agobiarse por los asuntos y problemas sociales, sin prensarse el moropo con esos líos de la justicia social. Es decir, una izquierda dulce, tersa con sus labios carnosos incitando a la nocturnidad ficticia del consumismo incoercible burgués, reclamando dinero a cambio de evitarle fardos a la acumulación parasitaria de capital. Que esta fluya libre hacia el rentismo improductivo; para que los bancos descarnen ¿o rebanen? bien el lomo de las personas que guarden su dinero allí, mientras conversan su jerigonza sobre productos del mercado bancarios (subprime) en la reventa de la basura pseudo financiera y alguna negra del Bronx descubra que el dueño de su hipoteca es un japonés que intenta revendérsela a un potentado saudí. Es decir, que no tiene a quién reclamarle que le devuelvan su casa. Porque ya es una tradición: los estúpidos deben respetar que los ahorros de toda la vida de un trabajador incrementen las rentas de los grandes bancos que le revenderán el equilibro fiscal angloestadounidense a los chinos en bonos del Tesoro.

A veces la izquierda lo sabe; digo cierta izquierda. Pero empeña su energía en ser muy espiritual, en cavilar mucho acerca de cómo verse mejor en el espejo: ¿qué tal este corte de pelo en soporte teórico con que me presentaré en público –ante los medios globales-, para manifestar mi disconformidad con los regímenes laicos que no respetan los derechos humanos en esas naciones con petróleo encabezadas por dictadores, que por ser tan malditos y pasarse el tiempo regando insecticida entre su pueblo para evitar las demostraciones de la oposición se buscan lo que no está para ellos, como un bombardeo masivo de la maquinaria bélica imperialista encabezada por ese “moreno” -¿negro?-, brillante de apellido afro por casualidad, al que han asignado la encomienda histórica de presidente USA para hacer el trabajo de “limpia pecera” conque “arreglar” lo que un blanco hidalgo -por anglo-, pero con defectos de fábrica desguazó durante la eternización capitalista? ¡Ñó, editores, que pregunta tan larga! Así de interminable será la abstracción de cierta izquierda, que manifiesta públicamente que es más importante denunciar y combatir al contumaz y alauita (en minoría) de Bashar Al Asad, en Siria que protestar contra el acoso y el genocidio a que la ocupación del mundo imperialista ha condenado a Siria.

Casualmente, será el cuarto pueblo al que desguacen en las primeras dos décadas del siglo XXI.  ¿El imperialismo angloestadounidense y su despliegue para la ocupación del mundo de que habla Ceceña no son más que banalidades? ¿En qué momento aciago de las crisis capitalistas estamos varados? ¿Qué estulticia, o estado mental de mala fe describe a estas alturas de la unipolaridad capitalista el entuerto de los dos imperialismos? ¿Los “imperialismos” árabes degluten al imperialismo hegemónico angloestadounidense? [i] ¿Y las miles de personas asesinadas –daños colaterales-, por los bombardeos de los drones y las ofensivas humanitarias ordenadas por un Premio Nobel de la Paz? Barack Usain Obama no es un presidente más. En Estados Unidos un individuo es electo presidente, en tanto, herramienta indispensable para la materialización de una política global de dominación. No es el tipo quién gobierna, es una gran transnacional con imagen de república federada con más de doscientos años de constituida. A estas alturas el cariz epitelial y la textura capilar no son muy tenidas en cuenta; sino el cariz y la textura político cultural con fundamento soportado en el principio axial de libertad en la desigualdad, que Samir Amín dilucidó como igual a salvajismo. La “justicia divina” que imparte la política imperialista es una salvajada. Siento una lástima piadosa con las bestias que son comparadas con el fundamento político y cultural del imperialismo angloestadounidense; sin olvidar a sus lambiscones.

El pueblo sirio, políticamente organizado, deberá arreglar sus cuentas con Al Asad; es un asunto interno de esa nación árabe. Pero hay que dar por sentado que una agresión imperialista angloestadounidense no sería para resolver algo allí. Demasiada gente buena ronda ese espacio: Israel, Arabia Saudita, Qatar, Jordania, Turquía; incluso Egipto medio desguazado. Al Líbano se lo comerán de paso, mientras siguen naciendo niños con dos cabezas y tres brazos en Irak gracias al aporte tecnocientífico del uranio enriquecido que portan los proyectiles de los “salvadores del mundo” contra esos otros “imperialismos”.

Se pueden hacer muchas disquisiciones lejos de un aguacero de bombazos lanzados por aviones sin piloto; los paquistaníes de a pié tienen una experiencia “fecunda” en eso.  Ellos aprendieron a sangre y cuerpos despedazados (idem los palestinos, los libaneses, los sirios, los libios, o los vietnamitas, laosianos y camboyanos) que si vas contra los “americanos” vas contra “el mundo” y te joden con un misilazo. Pero que si les haces caso y te portas bien, también te asesinan.  El mismo Santiago Alba Rico lo detalló con lucidez. Como decimos en Cuba, pero también en Latinoamérica: “cualquiera resbala y cae”; el asunto está en cuándo y dónde te vuelves a levantar.

Entrarle a “gaznatones” a Bashar Al Asad ayuda a sacarlo del poder (lúcida facundia de cierta izquierda) pero no evitará que el despliegue de la ocupación imperialista del mundo haga del pueblo sirio, y por extensión del libanés y de los palestinos, una horrible carnicería.  Por tres razones esenciales: porque la dominación imperialista angloestadounidense cree que puede hacerlo; porque el Complejo Militar Industrial lo impone como base real de la hegemonía angloestadounidense a falta de preeminencia económica:

"Borón analizó las causas de un probable ataque a Siria por parte de Estados Unidos y sostuvo que “acá hay muchos intereses en juego. Cada uno de los misiles tomahawk que piensan lanzar vale un millón cuatrocientos mil dólares. El cálculo es que van a tirar no menos de 500, por lo que estamos hablando de más de 700 millones de dólares. Para el complejo militar industrial ya esto es un negocio fenomenal”." [ii]

Y porque el mundo, donde estamos inciertos casi todos los que “pensamos” a lo izquierdoso[iii] es propiedad privada, también, de ese imperialismo que no camina sin petróleo; y se lo arrebatará a los pueblos al precio que sea. Habría que discernir bien lo sigue a continuación:

"El conocido experto en estrategia Edward N. Luttwak, investigador del Center for Strategic and International Studies, definió cínica y sorprendentemente dónde está el interés de EEUU en este embrollo: “La Administración Obama debe resistir la tentación de intervenir con mayor fuerza en la guerra civil de Siria. Una victoria de cualquiera de los lados sería igualmente indeseable para los Estados Unidos. En este punto, un estancamiento prolongado es el único resultado que no sería perjudicial para los intereses estadounidenses” (NYT, 24/8/2013). Simplificando mucho: si gana Assad gana Irán (y Hizbolá); si ganan los rebeldes gana Al Qaeda. “La guerra está siendo librada por caudillos menores y peligrosos extremistas de todo tipo”. “Sólo hay un resultado que posiblemente pueda favorecer a Estados Unidos: un empate indefinido… [Por eso] El mantenimiento de un punto muerto debe ser objetivo [de Washington]… Esta estrategia en realidad se aproxima a la política del Gobierno de Obama hasta el momento”, concluye el analista. Los israelíes están también divididos, muchos creen que la “revolución siria” no fue en absoluto una buena noticia, ya que Assad es el mejor (y más previsible) entre los enemigos posibles."[iv]

La camaradería miope, no funciona ni en las camapañas internacionales contra el Alzhaimer. Santiago Alba Rico, al que aprecio y estudio profundamente, sabe y puede defenderse solo; aun cuando resbale, porque es de humanos resbalar; y hasta caerse de vez en cuando. No hay que armar una “cruzada” para curarlo en salud. Los revolucionarios estamos conscientes de que nadie solo tiene toda la razón, y de que “para adivino dios”. Desde hace quince años cuatro cubanos inocentes están brutalmente secluídos por el gobierno angloestadounidense por defender a la personas contra los ataques terroristas, y apenas se oye hablar de la tremenda cruzada que requerirá su liberación. De la base ilegal de Guantánamo –su cárcel-, la gente se acuerda, esencialmente, cuando se habla de que Obama prometió (¿mentira!) cerrarla. El entuerto internacional contra la República Árabe Saharaui Democrática es un crimen mundial casi ignorado. ¿Qué hay detrás del intento de genocidio de los indígenas yukpas, y la justicia que corresponde; si es que hablamos desde La Guarura Impresa?

No es ocioso tener en cuenta que tras un genocidio imperialista en Siria –con o sin Al Asad de presidente-, lo que amenazaría caer sobre la nueva integración ALBA sería el último círculo del Infierno de Dante.  Porque el despliegue de la ocupación imperialista del mundo continúa.  Hay que abandonar los rentismo improductivos de la economía y los rentismo improductivos del pensamiento (político-cultural) a un lado.  El meollo del asunto es que le están cayendo a bombazos, a misilazo a cualquiera que ellos entiendan; y les importa un bledo que las organizaciones internacionales, o que el mismo Cristo se interpongan. Fúrsov tiene cierta razón cuando analiza que el capitalismo tiene una pechuga de pollo Mc’ Donald del tamaño del mundo atragantada en el gaznate; y la quiere vomitar a bombazos sobre el sur político del planeta. Duélale a quien le duela. Está precipitándose hacia un proceso de desmontaje del sistema; y no será para retirarse a pasear con sus nietos y bisnietos. Sino para reajustar un modo peor de dominación y acopio de capital.

Tiene que emerger nuevamente –y permanecer-, el tiempo de los malditos como Simón Bolívar, José Martí, el Che Guevara o Hugo Chávez Frías; de lo contrario cierta izquierda deberá reservar con urgencia su boleto al Paleolítico inferior.

Desde el litoral oeste de La Habana revolucionaria, martiana, socialista, marxista, bolivariana y chavista.
12/09/2013




 




[i] “Para los camaradas que ven como imperialista y genocida solamente a Estados Unidos, el mundo es un lugar sencillo y predecible y la historia se repite como una rueda sin fin. Ven la realidad internacional como en una fotografía blanco y negro entre las intenciones, deseos y políticas de Obama o quien fuese el presidente yanqui y por otro lado el resto de la humanidad. No se han enterado aún de la caída de la URSS. El fin de la Guerra Fría. Ni de la restauración capitalista en Rusia y China. Ni de la crisis mundial que estalló en 2007 y que es la más grave de los últimos cien años. Cierran sus ojos a un proceso de rebelión regional que lleva ya más de dos años y medio. Y cuando hablan de él lo hacen argumentando que es solo un plan pensado meticulosamente por Estados Unidos cuyo poder presentan como omnímodo, despreciando así las rebeliones populares. “Siria: Revolución, guerra civil e intervención imperialista. Por: Carlos Carcione, Stalin Pérez, Juan García, Zuleika Matamoros, Gonzalo Gómez, Alexander Marín Marea Socialista, Venezuela. La Guarura Impresa. lunes, 9 de septiembre de 2013.  http://laguarura-impresa.blogspot.com/
[ii] Atilio Borón: "Obama salió con las manos vacías del G20”. Telam. 09/09/13. http://www.aporrea.org/tiburon/n235938.html
[iii] “La argumentación de estos sectores se basa fundamentalmente en negar los
hechos de la realidad. Para ellos, no hay guerra civil en Siria, sin embargo
publican fotografías de “rebeldes asesinando soldados sirios”. No hubo
armas químicas, pero en todo caso afirman que: “solo pudieron haberlas
lanzado los “rebeldes””. Identifican como iguales a las brigadas de fuerzas
fundamentalistas extranjeras que operan al margen de los objetivos
revolucionarios y al pueblo sirio rebelado y por eso justifican la represión de
Assad contra el pueblo sirio.
Afirman que si no se defiende a Bashar al Assad se está necesariamente del
lado de la intervención imperialista. Sostienen que no hay un sector masivo
del pueblo sirio que rechace al régimen y como prueba de ello dicen que
Assad sigue en el gobierno, pero ocultan que el régimen se mantiene sobre
la base de un genocidio, contra un pueblo mal armado y sobre la
destrucción de gran parte del país." Ibidem.
[iv] Pablo Stefanoni. Las izquierdas frente a la guerra. Rebelión, 07-09-2013.

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