viernes, 6 de septiembre de 2013

El socialismo de lo imposible y la inútil pugna de quién es el dueño privado. (II)

                                                   
  Por Víctor Andrés Gómez Rodríguez


"Nosotros no somos sólo constructores de futuro; somos también, todavía, un engranaje necesario dentro del mundo del capital. Y el gran desafío sigue siendo soltarnos de esa maquinaria implacable que todo lo engulle y todo lo depreda. Eso es un atrevimiento mayor que nos llama a ser modestos, a entender nuestra finitud, y a potenciar nuestra fuerza con los otros."
Ana Esther Ceceña.


La primera parte de este artículo[1] explora en la contradicción desgastante, por muy perjudicial, acerca del reclamo que Ocean Sur publicitó en contra del sitio web venezolano bolivariano revolucionomuerte.org[2] que realiza la promoción gratuita (libre) de la obra del Che, permitiendo descargar desde allí su libro los “Apuntes críticos a la Economía Política”.

A grosso modo, la oficina en La Habana (Tarará) de la editorial australiana le advirtió al sitio venezolano, que posee la exclusividad legal para la publicación y comercialización de la obra del Che, y que los compañeros del colectivo Revolución o Muerte cometían un acto ilegal que podría ser llevado a los tribunales en tanto hecho punible. Entonces, existe una contradicción con implicación legal, acerca de los derechos exclusivos sobre la comercialización de la producción de pensamiento anticapitalista, socialista por revolucionario y marxista de alguien que en el mundo, sobre todo en Cuba, llevamos en el pensamiento y el corazón desde niños como un ejemplo de principios, inalienable, a seguir; muy difícil de igualar. Y una de las bases para la integración revolucionaria regional que nos salve del imperialismo. Nos referimos al “coco”, el “demonio”, como ideario orgánico de liberación, al que el fundamento hegemónico capitalista de turno más le teme, porque puede virar al revés al sistema burgués, hasta desmantelarlo.

Tampoco, esta vez, seré neutral.

¿Entre quiénes es la confrontación: entre el colectivo revolucionario venezolano y la Casa Editorial Ocean Sur de Australia; o entre ese colectivo y la compañera Aleida Guevara Marsh?

Si es la variante primera la editorial australiana, con independencia de cuál sea su política editorial y el fundamento de su colección, debe tener en cuenta que es una empresa comercial capitalista que se rige por las leyes del mercado capitalista y está protegida por la legalidad de un país capitalista (que ni siquiera pertenece al sur político del mundo). De ahí que, de una forma u otra, si compra los derechos exclusivos de la obra del Che Guevara, estará intentando privatizar el consumo ineludible de agua en un río que corre (necesariamente libre) por el terreno de los excluidos (es un contrasentido abrir un segmento de mercado global compuesto por excluidos que puedan “pagar”). Todo el que necesite beber de esa agua para sobrevivir en este mundo imperialista que lo asume todo como propiedad exclusiva, meterá sus manos en el río, “por encima de malanga y su puesto de viandas”, para saciar su sed; que en este caso, más allá de la parábola que, hermenéuticamente, manifiesta el símil utilizado, esa “agua” es para saciar la sed de justicia social y para actualizar su memoria histórica crítica acerca de la explotación capitalista insoportable. Teniendo en cuenta que la ofensiva burguesa global es dueña de una “mecánica” bio-tecnológica sin precedentes para mantener estupidizada a la mayoría de las personas. Y a donde único recurrir más allá de la espontaneidad de concepto y contexto de masividad cultural, que pertenece al liberalismo, está la producción de pensamiento crítico revolucionario que fundamenta a la organización política del pueblo para la toma de poder y cambio radical socialista de la sociedad.

Aún quisiera pensar que Ocean Sur no intenta “elitizar” al pensamiento del Che; sería como soltar a una pantera dentro de un restaurant de lujo.

Siendo cubano, mi acceso al Che ha sido a través de la promoción enorme que el gobierno revolucionario cubano, y Fidel en específico, han realizado a partir de la publicación y promoción gratuita del diario –en Bolivia-, del argentino cubano-latinoamericano desde finales de los 60 del siglo XX. Recuerdo con una nitidez que supera al recuerdo de mi primera novia, que la edición primera de ese diario, me cayó en las manos sencillamente porque una persona que lo distribuía me lo dio –a mí que era un chamo de educación primaria- con una seriedad que me hizo temblar. La gente en Cuba (La Habana) lo adquirió para digerirlo en grandes oleadas y con una sensibilidad y orgullo personal que solo el momento histórico y doloroso de su pérdida ayudaría a comprender.

En Cuba la política editorial siempre propició que los libros se comercializasen a un precio simbólico –más si ediciones importantes como esa. Durante los primeros años de la crisis de los 90 del siglo XX, muchísimas personas (incluyendo académicos angloestadounidenses) venían a Cuba esencialmente para meterse en las librerías y comprar por una bicoca en pesos cubanos casi todo lo que del Che estaba publicado. Ni siquiera esa crisis ha impedido que en nuestra región latinoamericana, Cuba sea una referencia a imitar en el acceso a los libros. Hoy en día, ediciones políticas importantes se pueden descargar de sitios cubanos, a pesar del bloqueo que en campo de las redes digitales (controladas por las transnacionales) nos mantiene acosados, casi pidiendo el agua por señas; y sufriendo una política de satanización inédita.

Es lógico que un colectivo revolucionario con la necesidad material y la insolvencia de los revolucionarios orgánicos le caiga detrás al pensamiento y la obra del Che, para promoverlo en medio del proceso bolivariano y socialista, por ejemplo, que acontece en la Venezuela de Bolívar y Chávez. 

Si Ocean Sur australiana intenta comercializar, en exclusiva,  la obra y el pensamiento del Che Guevara escogió al tipo equivocado. Porque El Che es de todos y de nadie en específico. Es un reguero de pólvora subversiva contra el capitalismo insoportable de estos tiempos. La pantera no puede ser “acorralada” en el mecenazgo de la exclusividad rentista de una empresa capitalista. Tal mecenazgo es el que ha propiciado que, desde Amazon.com, de manera insoportablemente deleznable e indecente, se comercialicen objetos banales y mundanos como juegos de tomar café, todo tipo de prendas textiles (sin excluir ropa interior), sobreros y boinas con la imagen del Che, sin pedirle la exclusiva. ¿Alguien recuerda la manipulación global que padeció la famosa foto del Che tomada por Korda en 1961?¿Quién puede ser tan ingenuo, o tan fatuo de creer que “colocar” la obra y el pensamiento del Che  bajo exclusividad comercial para ese mismo segmento de mercado pasivamente “despolitizado” y banal dignifica a la imagen mancillada de nuestro Che Guevara? No estoy descubriendo la sopa de ajo cuando recuerdo que muchísima gente indignada que, incluso, no posee suficiente conciencia política lo reconoce como una manipulación y depreciación conveniente a los intereses del fundamento imperialista. Para hacerlo inocuo; solo para entretener.

He visto a muchos participando en manifestaciones contra el orden burgués, llevando una gorra, boina o pulóver con la imagen del Che, pero esas personas por lo regular aparecen esquivando o recibiendo un aguacero de palos de los cuerpos represivos. ¡Cuidado; mucho cuidado! Porque en los últimos tiempos la moda de la soldadesca yanqui es aparecer en sus operaciones por el medio oriente y sus conexos, luciendo la kefia que es el símbolo de la resistencia palestina contra la ocupación y el genocidio israelí; hasta convertirla en un “trapito” más, des-semantizado de su implicación cultural y política e inserto en el mercado deslocalizado de baratijas en boga. El ideario y el pensamiento del Che no pueden entrar en los mecanismos del mercado libre capitalista para la acumulación parasitaria de plusvalía. Aun si nosotros todavía formamos parte de su engranaje y debemos unirnos –complementarnos- para desmantelarlo, no tenemos ningún derecho a convertir al Che Guevara en un objeto de vitrina propiedad de millonarios intelectualoides, o de bostezo en bibliotecas del academicismo imperialista. De lanzarlo a la incertidumbre amnésica del paleolítico, hasta discernirlo como un símbolo deshistorizado. Ahora se usa mucho eso durante el acopio parasitario de plusvalía,  a costas de cualquier “algo” que pueda ser semantizado en su valor de cambio.

Si es la segunda opción, y la compañera Aleida Guevara Marsh se solidariza con Ocean Sur, debería entonces colgar en la web una prueba de su demanda contra Amazon.com. Que, por cierto, debería ser inconmensurablemente millonaria, para ir ayudando a paliar el hambre y la muerte en el África central por la que el Che también luchó con las armas en la mano; mientras avanzamos en el largo camino de desmantelar al sistema capitalista. 

A los compañeros de Revolución o Muerte, les aclaro que las medidas aprobadas legalmente en Cuba para dar cabida al desarrollo del cuentapropismo y reajustar al mercado del trabajo, no han sido implementadas por nuestro Parlamento para regresar al capitalismo, sino para deslastrarnos del viciado principio de la propiedad absoluta del Estado sobre los medios de producción; para que sean los trabajadores quienes asuman el control democrático, por libre, del resultado de su trabajo en correspondencia con su compromiso social inalienable de pagar los impuestos necesarios al desarrollo de los planes sociales, que hasta hace muy poco parecía que caían del cielo. Y deslastrar a la administración política del gobierno de cargas inútiles. El conflicto manifestado por Ocean Sur (australiana) nada tiene que ver con tales medidas; no es necesario confundir al resplandor de la luz de un relámpago, con el huracán.

Y no olvidar, que todavía somos parte del mecanismo de las relaciones alienantes de producción capitalista, lo esencial es que a nadie le dé por la amnesia deshistorizada. Sobre todo cuando tenemos a esa ultraderecha venezolano-estadounidense pisándonos la sombra para llevarnos otra vez al olvido. La pantera no puede ser enjaulada; y a su vez es ineludible conversar con ella (leer, pensar críticamente) porque su sabiduría viene de su enfrentamiento histórico contra la opresión. No existe un ser humano más noble, más comprensivo; y sin embargo más intolerante con la estulticia o la explotación capitalista que el Che Guevara de la Serna.


Desde el litoral oeste de La Habana antiimperialista, revolucionaria, martiana, socialista, chavista y bolivariana.

05/09/2013
       






[1] Ver: Víctor Andrés Gómez Rodríguez. El socialismo de lo imposible y la inútil pugna de quién es el dueño privado. La Guarura Impresa. jueves, 15 de agosto de 2013.
[2] "un grupo político revolucionario SIN FINES DE LUCRO, Guevarista, Chavista, que […] se encarga de difundir el pensamiento revolucionario. El del Che lo difundimos con especial atención y cariño, creemos que es lo más avanzado e imprescindible para la Revolución mundial. Lejos de nosotros cualquier otro objetivo, mucho menos el de la profanación de convertir al pensamiento del Che en mercancía, en la esencia del sistema que él combatió toda su vida, sería desvirtuar su ejemplo, vaciar sus enseñanzas." Quieren ponerle 'copyright' a los escritos del Che Guevara. revolucionomuerte.org. lahaine.org. 12/8/2013. http://www.lahaine.org/blog.php?disp=impr&blog=1&p=71028

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