Por Francisco Javier
Sierra Corrales
Como muestra voy a poner como ejemplo elementos del propio
“plan” de la patria tomando como referente lo reproducido por el Profesor
Eleazar Díaz Rangel en su artículo dominical aparecido en distintos medios del
país “El Dialogo Por La Paz”, en los dos
primeros sub-puntos, relativos a vialidad rural y a lo cultural; y la verdad
que el profesor ucevista se equivocó de país, en donde se está dando un dialogo
de paz, al cual la oligarquía Uribista y el mismo Santos, uno desde afuera y el
otro desde adentro, lo dinamitan permanentemente, es en Colombia. Veamos por
qué el plan de la patria no es un plan:
1.4.2.2. Fortalecer los programas de mantenimiento y
construcción de vialidad y electrificación rural, con la creación de brigadas y
unidades de mecanización vial.
Esta es una idea maestra de algo que se debe hacer, con
respecto a las vías rurales, que quiere decir, en líneas generales (una idea)
que se deben fortalecer los programas (El mismo te lo está diciendo
remitiéndote a “un programa”, el plan económico es un programa completo y autosuficiente)
de mantenimiento y construcción de vialidad y electrificación rurales creando
para ello brigadas y unidades mecanizadas,
¿Cómo debería ser un plan de verdad con respecto a las vías
rurales tanto en su mantenimiento, construcción como electrificación?
Primero: Un plan de vías rurales, debe formar parte de un
plan nacional de infraestructura que incluya las vías férreas, las autopistas,
las troncales o vías principales, que serian de carácter nacional y algunas
regionales.
Segundo: Las vías rurales competen a lo que en los Andes
Tachirenses (La Grita en concreto) llaman “caminos de San Pedro”, están los
caminos reales que serian las vías principales (En el llano Guariqueño la
llaman “la carretera negra”) y a estas convergen estos caminos o vías rurales,
pero existen muchas partes “campo adentro” en donde no hay vías sino trochas y
si hablamos del Estado Bolívar no hay ni siquiera trochas o atajos sino que se
llega por vía aérea. A estas vías rurales es lo que se refiere este punto
“1.4.2.2.” reseñado por el Eleazar Díaz Rangel.
Tercero: Un plan de la nación no es algo improvisado para su
elaboración debe haberse hecho una investigación y trabajos previos, por
ejemplo, para impulsar vías rurales deben haber varios criterios que los
técnicos deben conocer, aunque yo no soy técnico especifico en esta área pero
el sentido común y la lógica me dicen que deberían tomarse varios criterios
como población rural, producción rural, importancia y costos; por ejemplo, como
es un plan para 6 o 5 años, ha de suponerse que vendrá otro plan que ampliará a
este, pero en este deberían tomarse en cuenta la cercanía “al camino real” o
“carretera negra” (Troncales es el nombre técnico ministerial), la población y
la producción, por ejemplo a mayor población, más importancia pero también
influiría la importancia de lo producido y la cantidad, ya que estas vías en
muchos casos son costosas porque implican “vías nuevas” cuyo costo es mayor.
Cuarto: Una vez definido, en base a criterios técnicos y
socio-productivos, anteriormente mencionados, se debe establecer el kilometraje
total de vías rurales a construir y/o mantener nacionalmente del cual se debe
tener un inventario, puesto que repito, un plan de la nación no es algo
improvisado, en donde en su elaboración intervienen, primero que todo las
comunidades y sus organización es de base (Sindicatos, consejos comunales,
colegios profesionales, centros de estudiantes, etc.) quienes por lo general
son las que denuncian las necesidades, ellas toman la iniciativa de invocar las
necesidades, luego están las municipalidades y los organismos concretos del
poder público estadal y nacional, quienes deben actuar en conjunto y
mancomunadamente, por ejemplo el ministerio de infraestructura tiene (debe
tener) una dirección de vialidad rural, al igual que el ministerio de
agricultura y tierras, quien por lo general por la excesiva burocracia también
tiene una dirección de vialidad rural, totalmente descoordinada de la de
infraestructura de los estados y las municipalidades, pero ellos, así no tengan
una dirección o división de vías públicas, al tratar con los agricultores o al
impulsar la agricultura por cuenta propia (Autogestión, cogestión, empresas
estatales o empresas de producción social), debe darse cuenta de la necesidad
de vías rurales nuevas o de su mantenimiento o electrificación.
Quinto: Una vez hecho lo anterior, que repito por segunda
vez, un plan no es algo improvisado es un trabajado multidisciplinario y
multifactorial en donde intervienen múltiples factores como el popular, el
social, el económico, el rural, etc., se
puede esbozar lo siguiente: 1.- Cuantos kilómetros de vías rurales se harán, en
los próximos 6 años, a nivel nacional. 2.- Las regiones en donde se harán esos
kilometrajes de vías rurales tanto para su hechura nueva, mantenimiento y/o
electrificación. 3.- El costo de las obras tanto de hechura como de
mantenimiento, esto es un estimado aproximado de este sub-punto que
conjuntamente con la suma de los otros hacen el monto total-total.
Sexto: De todo lo anterior debe haber un costo aproximado,
lo que la ciencia moderna permite estimar si no de una forma exacta, cosa que
me dicen ingenieros es casi imposible, por lo menos bastante aproximado, ese
monto no solo debe incluir el asfalto por toneladas, el cemento y la cabilla
que llevan los drenajes y las alcabalas de seguridad sino también el estimado
del coste de la mano de obra la cual es estimable en dinero también. El estado
debe tener algún ministerio o instituto autónomo de metrología, que tenga
cálculos estimados de todas las cosas que sean medibles o que se puedan medir
materialmente (Por supuesto el amor no cuenta en este tipo de medidas), que
sirve de base, también, para el cálculo del precio justo.
2.2.3. Potenciar las expresiones culturales liberadoras del
pueblo
Primero que todo este punto está muy “generalote”. Dice tanto, que no dice nada o es tanto lo que puede decir que no se sabe que es lo que
quiere decir.
Pero la cultura no es algo que se da así al voleo sino que
requiere, como todo, una infraestructura, apoyo tecnológico, financiero y
reconocimiento para que deje de ser algo marginal o incidental y sea permanente
y oficializado.
En infraestructura: Se requieren las casas de las culturas,
sitios en donde se imparten clases de música o de los distintos instrumentos
con profesores o instructores de música, todo lo cual, tiene un costo. Aparte
de las casas de la cultura se requieren sitios de presentación o exposición de
la cultura “los poliedros”, “las conchas acústicas” y “los teatros municipales”
o los “Teresas Carreños”, a nivel nacional, por supuesto, la mayoría en
magnitudes muy menores a estos centros mencionados, aunque Pancho el Marabino
me dijo que Maracaibo requiere un poliedro y un teatro Teresa Carreño pero tres
veces más grande. Todo esto implica costos, no solo en su hechura inicial sino
en su mantenimiento, el cual un funcionario diligente que actúa como buen padre
de familia como debe ser estima esos costos inmediatos y futuros en su presupuesto
y toma las previsiones pertinentes del caso.
Lo académico y tecnológico: La cultura por ser una actividad
humana requiere permanencia, reproducción y mejoramiento, por lo tanto las
casas de las culturas, teatros y sitios de exposición, cuando no se están
haciendo presentaciones deben tener espacio suficiente para la práctica y la
academia, en otras palabras, para dar clases y hacer prácticas con profesores e
instructores adecuados. Todo esto implica un costo. Pero la principal academia
y centro de reclutamiento y entrenamiento de la cultura deben ser las escuelas,
los liceos, las universidades, en las escuelas de artes. Dentro de lo académico
y formante parte de los tecnológico se deben presupuestar o calcular a corto,
mediano y largo plazo, emisoras de radio, televisoras y disqueras como forma de
reproducir y hacer permanente y oficial la cultura, no como algo secundario o
incidental.
Por lo tanto el plan de la nación en materia cultural debe contener:
Primero: Una exposición de motivos del plan en donde se
incluyan las áreas en donde se van a trabajar tanto geográfica (Guayana, Los
Andes, Los Llanos Centrales, Occidentales y del Sur, Oriente norte y sur,
Centro la costa, Barlovento, Aragua, Urbano, Lara, Zulia, Falcón, Yaracuy) como
por especialidad o arte (Música, teatro, literatura, cine, novela, poesía,
pintura, cinetismo, escultura y cualquier otra expresión cultural), y como el
plan es plurianual, se pueden explayar metas a largo plazo, mediano y corto,
intra-plan o extra plan, se pueden proponer metas a dos años (Inmediatos),
cuatro años (Mediano) y a seis años (Largo).
Segundo: Una vez hecha la exposición de motivo se van
especificando las obras que harán realidad esas ideas, allí, por ejemplo se especificaran
cuantos sitios de espectáculos (abiertos o cerrados) se harán y en que ciudades
prioritariamente se concretaran, por supuesto esbozando su monto aproximado. El
ejecutivo por intermedio del Ministerio de Infraestructura como he visto que
hacen con los hospitales y escuelas y liceos, estimar tipos de teatros, casas
de la cultura, etc., en base a la población, en base a esa población se estima
el numero de asistente en condiciones normales, el tipo define el tamaño y el
coste aproximado así como su mantenimiento.
No pretendo aquí rellenar el plan de la patria completo, sólo
quería comentar su cuestionada funcionalidad con base en dos botones de muestras sacados de las dos primeras propuestas
que hizo el profesor Eleazar Díaz Rangel en su artículo dominical, ya
mencionado.
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