viernes, 6 de diciembre de 2013

La libertad de elegir el modo de no perder tu tiempo…


Por Víctor Andrés Gómez Rodríguez

 "La música popular es funcional, se usa; no se disfruta intelectualmente, se utiliza."

Leo Brouwer.

"No se trata solamente de que el individuo no tenga "tiempo" para lo que quiere, de que se vea obligado a "vender" su tiempo para poder vivir. La fragmentación del biotiempo subjetivo por el ritualismo [capitalista] de nuestros días es más bien un ataque constantemente renovado a las condiciones de vida de los sujetos."

Vicente Romano



Al interior de la cultura del capitalismo, en su expansión histórica, el ritualismo que la convierte en cotidianidad mundializada contiene a los procesos electorales como una celebración simbólica en la cual lo esencial son las ceremonias circenses, con parafernalias en las que la música popular, la promoción de especímenes populares del entretenimiento, la música comercial, el baile en masa, las ofertas del consumismo incoercible es decir la “cultura” desborda los discursos vacíos politiqueros de quienes los candidatos a repartirse el poder. Cuando las elecciones son organizadas por la izquierda, las desbaratan o intentan deslegitimarlas.


La gente se “duerme” con tales parafernalias y viene a enterrarse de los resultados de su propia votación después de materializado el entuerto.   

La política es un arqueo privado de la oligarquía; ambas derechas, la ultra y la “no” ultra han estado acostumbradas a pagar el pan y circo con el dinero de la gente de a pie, y a negociar con las transnacionales, los militares y la hegemonía capitalista de turno (la angloestadounidense), cómo “irán” las cosas tras las votaciones.

Pero candidaturas y votaciones son asuntos tan serios como para provocar golpes de estado, fraudes anti-constitucionales, tragedias nacionales…

La política no puede limitarse a administrar a una sociedad; esencialmente es el modo de consensuar mediante actos de justicia social efectivos la garantía de la libertad para cada ciudadano; es el modo de garantizar y desarrollar la libertad; el tiempo libre de los individuos. Evitar que alguien o algo se lo compren a la cañona, o se lo secuestren. Y el secuestro del tiempo libre de los individuos, de su libertad, es el objetivo fundamental del ejercicio de la cultura política del capitalismo.  Cada candidato metido a la cañona por un partido, sin el suficiente consenso con el pueblo políticamente organizado es la posibilidad potencial de secuestro del tiempo libre, de la libertad de los otros. Reyes estuvo reflexionando con relación al Potro Álvarez como candidato del Psuv:

“bajo otras condiciones decididamente NO votaría por un candidato como éste (de hecho estuve un par de semanas dudándolo), especialmente luego de que vi como participó en un comercial para promocionar uno de los productos de empresas Polar (Maltín Polar) enemiga jurada del pueblo venezolano, pero como nuestra revolución antes de socialista es primero farandulérica, entendí y respeté la contradicción”[i]

En medio de su careada hegemonía, la política angloestadounidense y sus adláteres locales, no pierden de vista la utilización de “figuras” de la farándula artística y deportiva con que atraer a la mayor cantidad de indecisos durante el “party” de las elecciones; bajo ningún concepto la ultra derecha y la no ultra dirán sus verdaderos intereses inconfesables en pos del control sobre el poder. El cubano Jorge Luis Acanda decía, que si de algo se habla mucho es que tiene que ver con el poder; y la política y la economía son el poder.  El “mundo” construido con la farándula aporta simpatía a los asuntos y los problemas “feos” de una sociedad; y en el capitalismo las elecciones son momentos poco “hamdsome”; así es que hay que acicalarlos con tarecos, música bullanguera y mucho fetichismo. Existe un dicho cubana que reza: de cualquier malla sale un ratón.  Un candidato propuesto por la izquierda le puede provocar asombro al más escéptico; o viabilizarle el disgusto de su vida, sobre todo si votó por él a regañadientes.   

Neftalí posee conciencia política del momento, hasta el punto de que le da un voto de confianza por sobre su duda, que es la expresión del ejercicio de su libertad como ciudadano bajo la constitución bolivariana: a favor de la derecha ni la duda misma. Sigue a su deber dentro de una posicionalidad política de izquierda:

"Sin embargo [...] he entendido que para preservar a la Revolución Bolivariana, para perfeccionarla y para deslastrarla de vicios que aún persisten, necesariamente hay que actuar ordenada y perseverantemente, soportando las molestias que esto ocasione; ojalá que la muy mala impresión que tengo sobre este candidato sea rebatida por las obras y el trabajo que pueda realizar en caso de ser elegido, pero lo que si hay que estar claros, y esto es con todos los camaradas que puedan andar arrechos porque la directiva del Psuv se pasó por el forro las aspiraciones populares en la designación de sus abanderados, es que una victoria del Potro en Sucre, garantizaría un triunfo en la Alcaldía Mayor del compañero Ernesto Villegas y representaría una gran victoria simbólica sobre el gobernador extraviado de Miranda, sobretodo en este evento al que la derecha le quiere dar la connotación de plebiscitario y con ello tener un pretexto para desestabilizar al país y acabar con la Revolución Bolivariana."[ii]

La impresión de no haber sido consultado como se debe, es una sensación muy complicada; aun si bajo una consulta y consenso democrático y amplio, la expectativa con el candidato siempre está en ascuas. En Cuba nos sucede constantemente. Cada paso de un proceso para el cambio radical socialista de la sociedad, equivale a caminar por el filo de un machete; porque la ultra derecha (y la no ultra) están conscientes de que vadeamos una ardua lucha de clases, en uno de los peores momentos del sistema capitalista, cuando hasta las ranas chapurrean el inglés “americano” para estar a tono con la dominación. Soy de los que no está de acuerdo con echarle mano a la popularidad de la farándula, a la alegría pachanguera festinada para ocultar a los asuntos y problemas sociales. Es una tragedia que Hugo Chávez Frías no esté, pero todos somos Chávez. Tampoco creo en la radicalización socialista de la sociedad a pulso; la organización política del pueblo, políticamente culto es ineludible. El término “masa” es liberal; aun cuando equivocadamente lo utilizase la izquierda. Decía Simón Rodríguez que al que no sabe cualquiera lo engaña, y al que no tiene cualquiera lo compra. En democracia amplia, en un consenso con equidad no hay nada qué comprar. ¿El cambio radical socialista tiene algo de farandulero?  


Desde el litoral oeste de la Habana revolucionaria, marxista, socialista y bolivariana. 06/12/2013



[i] Neftalí Reyes. ¿Votar por el Potro Álvarez? pues que más... Aporrea. 03/12/13 - http://www.aporrea.org/actualidad/a178016.html    
[ii] Ibidem. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario