Por Víctor Andrés Gómez Rodríguez
"Los responsables políticos
de Washington y Tel Aviv deben recordar que el ajedrez es un juego iraní."
Nile Bowi
“...podemos no hacer caso de lo que
está ocurriendo o ha ocurrido, y sentir como si nunca hubiera pasado. Éste es
el camino del santurrón.”
Fresia Ipinza.
"Te mereces por quien
votaste (sino votaste, por quien otros votaron…). Si votas por personas incompetentes
recibirás liderazgo incompetente.”
Maya Rockeymoore
“Superar la pobreza no es una
tarea de la caridad, es un acto de justicia”.
Nelson Mandela.
La guerra
cultural que impone la mundialización del capitalismo, en su perspectiva neoliberal,
hace mucho énfasis en la manipulación de la noción del sentido de las mayorías.
De lo anterior se desprende la importancia que tiene la semantización
(significado) de los símbolos; sobre todo después de haber creado y
desarrollado hasta el paroxismo una industria cultural “inmaterial” que se
soporta en la fabricación de símbolos y significados para la imposición o
manipulación de consensos acordes a sus intereses.
Grosso modo, cualquier evento, noticia, acontecimiento con
implicación global es reajustado dentro de tales mecanismos para hacerlos coincidir
en el sometimiento a dichos intereses inconfesables. Para el mercado mundial,
El Che Guevara es un “santo rockero”, Fidel, Raúl y nuestros Cinco Héroes
presos injustamente en las cárceles angloestadounidenses, son terroristas,
Obama un “premio” Nobel salvador del mundo unipolar capitalista que desea
integrar a los no WASP a la
gran fiesta del “gran sueño americano”; Irán el colmo del Infierno, el régimen
sionista de Israel, el futuro salvador del medio oriente y los palestinos una
tribu intrusa (sin historia). Existe una lista del “eje del mal” compuesta por
culturas intolerantes y bárbaras que se confrontan de manera obtusa y violenta
contra la interacción “civilizadora” entre cultura y tecnología en función de
la acumulación parasitaria vigente. Las crisis capitalistas son “estacionarias”
y pasan, seguidas de etapas de progreso infinito. ¿Mandela? Según Obama, Madiba
es su “ídolo” porque él no puede vivir en la Casa Blanca sin el estímulo y el
pensamiento del luchador sudafricano al que el apartheid encarceló
injustamente, y al que ellos desde esa misma Casa Blanca le abrieron la reja
hacia la libertad. No importa que hasta el 2008 hubiese permanecido en la lista
esa del terrorismo mundial; en la “Yuma” tienen un bolón de cosas qué hacer y
se les olvidó borrarlo, a cualquier “libertador del mundo” se le va un borrón. Estuvieron
esperando a que falleciera para “elevarlo” a “santo”; y así aliviarle de todo
vínculo con las luchas armadas africanas por la libertad. Y, por cierto,
desvincularlo de la guerra de Angola y la ofensiva de Cuito Cuonavale en que
cubanos y africanos vapulearon de lo lindo a las fuerzas del apartheid hasta el
punto de verse obligados a desmantelar a su propio sistema liberando de la cárcel
a Madiba y negociando con él y el Congreso Nacional sudafricano un orden
político que desbancase al racismo y evitase un baño de sangre contra la
mayoría euro-blanca.
Mandela
dirigió esos cambios; se erigió una república que daba cabida con los mismos
derechos a unos y otros para ir borrando, no la memoria, sino el fuerte resentimiento
lógico que nace cuando a los seres humanos se les tratar sistémicamente, como
animales. Claro que no es perfecto; los críticos derecha e izquierda comenzaron
a difundir a través de los medios internacionales, que aquellos aún tienen
problemas, que Madiba no “logró” hacer un orden “perfecto”; y aún la pobreza
capea por sus fueros. Como si el capitalismo vigente, o nuestros proyectos de
izquierda lo fueran. Como si los cambios “pacíficos” o mediante procesos
constitucionales hubiesen encontrado y practicado ya la reproducción de los
cambios radicales socialistas sin corrupción, sin ingenuidades políticas y sin
ciertas manipulaciones, a veces.
Madiba
hizo lo que pudo, y lo hizo bien; aquí la intención no es debatir ese asunto,
sino confirmar la obra política y de vida de Mandela como uno de los
acontecimientos esenciales de la izquierda en un momento totalmente
desfavorables para las revoluciones en el mundo. En un momento clímax de la
expansión neoliberal imperialista como los 90 del siglo veinte.
Raúl
–porque en Cuba lo llamamos sencillamente por su nombre, y sabernos quién es
porque en medio de nuestros triunfos y problemas, aquí no hay equivocaciones
cuando hablamos de Fidel o de Raúl-, pudo haber encontrado la mano de Obama, de
George Washington, o de Superman en Pretoria durante las exequias del hermano
Madiba –que para eso fue allá a rendirle justo homenaje-, y estrecharla como corresponde
a cualquier persona mediadamente educada, y seguir en lo suyo que es el cultivo
de las relaciones estrechas entre Cuba y Sudáfrica.
Obama
dentro de un par de años devendrá, cuanto más, en “afro-estrella” de la
farándula mundializada, hasta que su recuerdo se seque con el olvido; o meta la
pata en algo antes de terminar este mandato, y cualquier “conspiración interna”
le arranque la cabeza de un bombazo. Algo casi habitual en un contexto social
donde el más tonto en medio de cualquier sirimba depresiva sale a la calle y
asesina a veinte niños inocentes antes de meterse un tiro en la sien, y
ascender al “haeven”.
Ellos tiene un “problemón” histórico con nosotros, porque nos asedian y agreden
desde hace más de de medio siglo y nosotros seguimos aquí, incluso,
rectificando radicalmente nuestros propios errores, mientras la sociedad cubana
como cualquier sistémica cambia, se complica también para bien. Son ellos
quienes nos deben a cuatro de los cinco Héroes cubanos, un montón de billetes
debido a los robos arteros por las medidas ilegales, extraterritoriales en su
guerra económica contra Cuba. Y nos deben muchos muertos por agresión
terrorista. Fue a ellos (Obama) a quienes los rusos les tumbaron dos misiles
que iban camino a Damasco para sembrar más tragedia y muerte[1] y se vieron obligados a limitar su bravuconería
imperial. Es el imperialismo quién está contra la pared en la expansión
histórica de su propia cultura.
Hay que
tener mucho cuidado al hablar de “pacifismo”, porque existe una variante
burguesa muy extendida que promueve a la paz como una conquista del capitalismo.
Cuba es pacifista; busca la paz con dignidad y soberanía. Cuba no se inclina
ante el pacifismo por sobre su dignidad y soberanía y la del resto de los
pueblos. No tenemos que hacernos los “graciosos” con EE.UU.[2] Cuba lo proclama y defiende como un derecho
universal.
De ahí
la urgencia de los masmedia capitalistas y algunas fuentes de la izquierda, en
alegrarse por un azaroso estrechón de manos que no consideramos en inicio de
“algo”. Obama hará lo que le dicte su conciencia subordinada a la comisión de
relaciones internaciones que dirige Ileana Ros (digna hija de un esbirro asesino
de la dictadura de Batista), y los hermanos Díaz Balart, hijos del ex-ministro
de Gobernación del mismo Batista. No es en Madiba en quien piensa Obama, sino
en JFK, y en el terrible “destino” que tuvo su presidencia demócrata en los
sesenta del siglo veinte. En las promesas incumplidas a su electorado local; y
en que la crisis capitalista no “pasa” sino que se pone peor. Nuestros retos
son también difíciles, pero otros diametralmente distintos. A Raúl le importa
un bledo estar en medio de esa “cochambre” informativa, tiene cosas mucho más
importantes qué hacer en Cuba y dentro de la nueva integración latinoamericana
sin el estorbo de EE.UU.
Lo de
las relaciones entre ambos países es una bola que está en el terreno de los
angloestadounidenses y su historia miserable contra la Revolución Cubana. Si
los yanquis aceptan las condiciones de principios, no hay problemas; de lo
contrario, el problema está vigente.
Marcano
hizo una reflexión muy aguda que es válida para toda esa nueva integración
regional latinoamericana, aún, siguiendo la perspectiva de la confrontación
electoral como el espacio de esa lucha de clases, y que implica a la manera desenfocada
en que, a veces, se percibe la confrontación antagónica en nuestra cotidianidad
regional, y mundial:
"mientras tengan a sus hijos en colegios
exclusivos, mientras todos sus familiares anden en carros lujosos del año,
mientras hagan fiestas y celebraciones con Chino y Nacho, mientras viajen a
islas y lugares paradisiacos por todo el globo, mientras sigan solapando la
corrupción y el burocratismo de familiares y amigos, mientras sigan apadrinando
apátridas, mientras sigan entregando cheques en blanco, mientras siga la
impunidad y finalmente sigan convencidos que el pueblo no se da cuenta, ningún
llamado a la clase media será tomado en serio, y cada vez mas sectores humildes
cansados del doble discurso les quitarán su apoyo". [3]
Así es
que no hay que concentrarse en escarceos diplomáticos, sino en el alcance
socioclasista, socialista y antimperialista para el cambio social radical en
pos de justicia social efectiva y su reproducción contra la cultura burguesa. A
ver, entonces, ¿cuál será el comentario mundializado de los masmedia?
Desde el litoral oeste de la
Habana revolucionaria, socialista, martiana y bolivariana. 16/12/2013
[1]
Richard Labévière. Crisis de los
misiles en el Mediterráneo. lahaine.org. 10/12/2013. http://www.lahaine.org/blog.php?disp=impr&blog=3&p=73720
[2]
Ver: Freddy Yépez. ¡Hay que fusilar
al camarada Raúl Castro por haber estrechado la mano del imperialista Obama! Aporrea.
10/12/13. http://www.aporrea.org/internacionales/a178425.html
[3]
Juan Carlos Marcano Serrano. He aquí la única respuesta del
porque no se puede llegar a los diez millones de votos. Aporrea.org. 10/12/13. http://www.aporrea.org/actualidad/a178397.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario