sábado, 2 de noviembre de 2013

Capitalismo, crimen, injusticia, saqueo, inmoralidad, plusvalía...

Por Javier Del Valle Monagas Maita
    
Es la esencia del sistema más putrefacto, corrompido e inmoral que ha existido durante toda la historia de la humanidad. Es el sistema que sostiene religiones, dioses, negocios, políticos, naciones sanguinarias, intereses, comercios impensables y desprecio por la vida, la naturaleza y la humanidad.  Me refiero al capitalismo y a quienes hoy lo imponen. El sionismo judío y católico.

Los alimentos naturales, las semillas, las tierras cultivables, las fuentes hídricas de aguas dulces, los niños, niñas, mujeres y hombres, no habían llamado la atención de los malditos amasadores de fortuna ni de los egoístas banqueros narco imperialistas como mercancías, debido a que la fantasía pre elaborada de las riquezas  en metales, piedras ¿preciosas? y monedas ocupó el centro de atención de los desadaptados capitalistas. No es que ellos se desentendían de esas cosas. Es que los metales y piedras preciosas eran una vía muy expedita hacia las riquezas monetarias y materialistas. Por lo tanto  la atención prioritaria estaba en lo antes señalado y en la explotación humana del trabajo.


En la medida que las riquezas minerales, naturales, las aguas y alimentos se hacen escasos por el aumento de la población y, ante  el despertar de los pueblos que inician su concientización respecto a sus derechos naturales, que inducen a masivas protestas y reclamos globales a tener acceso a  esos bienes. El capitalismo avaro y egoísta, vuelca su atención sobre las cosas elementales y básicas para la vida, sobre esas necesidades sin las cuales la vida no es posible. Así las semillas son asesinadas y convertidas en zombis (transgénicos), la medicina ancestral, la agricultura originaria y las aguas libres, son secuestradas y contaminadas, re direccionadas sus posesiones y convertidas en mercancías de lujo. Se imponen legislaciones criminales que prohíben lo natural y  se usan cuerpos asesinos en forma de ejércitos y policías, además de mercenarios, para matar a todo aquel que se atreva a producir con semillas ancestrales.


Ahora bien  en toda esta telaraña de corruptelas y crímenes, las leyes capitalistas o leyes burguesas tienen un papel muy importante. Por intermedio de esas cadenas de opresiones legalistas y pervertidas (pero nada justas) se someten a los pueblos a los caprichos e intereses de los ricos y empresarios multinacionales, arrebatando los derechos naturales y humanos que las mayorías tienen como herencia de la madre y padre natural universal.

La aberración de este sistema capitalista judío –católico es tal, que  imponen a la fuerza la pobreza. Para luego manipularla,  imponer un tráfico de personas y de penurias que terminan por convertir a millones de seres inocentes en marionetas de los intereses económicos de pocos enfermos mentales y avaros ociosos criminales, que convierten a la rebelión por vivir en delito y a la sumisión por carencia en premio.  Es el caso de niños y niñas nacidos en hogares muy pobres, que  solo conocen de carencias y, que al ser sometidos a los vaivenes del capitalismo perverso (prostitución, narco tráfico, tráfico de órganos humanos,  drogadicción, alcoholismo, politiquería, y mercenarios)  Que al rebelarse o descubrir el origen de sus pesares, o por ser más aun desafortunados, sorteado por las maldades del sistema. Les toca servir de escarmiento, van a parar a las catacumbas del sistema capitalista como escarmiento o como falsa bandera de justicia social para mantener apariencias sádicas y enfermizas. Lo pervertido está, en que aun así, achacan a los pobres la culpa de ser oprimidos.


No es posible la vida en opulencia y la carestía humana. Para que la primera exista,  genera a la segunda y convierte a las personas en bestias sin sentido, amor, derechos y humanidad. La primera recurre al robo, el crimen, la explotación, la expoliación y las guerras para sostener su estatus despreciable. En otras palabras: los pobres no tienen culpa del delito. El delito de los pobres el fabricado, inducido y promovido por los ricos. Los ricos si son ladrones conscientes, asesinos conscientes, saqueadores conscientes, guerreristas conscientes, presidentes inconscientes, gobernantes inconscientes, SON ANTI NATURA.  Detrás de cada ganancia de una multinacional capitalista sionista – judía- católica. Hay un despojo, asesinato y saqueo de millones de seres humanos inocentes.  Bolívar y Chávez tienen razón, Marx tiene razón, Lenin tiene razón, Ernesto de la Serna tiene Razón, Fidel sigue teniendo razón, Mao tiene razón. Los pueblos tienen razón. Vayamos a reivindicar esa razón. Sin parámetros burgueses ni leyes capitalistas, ni intereses de plusvalía. O se vive o se muere. Pero si morimos nosotros, ellos también deben morir. Miles de años de anti historia son suficiente  espera. 

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