Parte
de la propuesta del documento ¿Qué hacer?
Por: Equipo redactor de ¿Qué hacer?
Para la discusión general. Comentarios bienvenidos.
2 de Octubre de 2013.
Por: Equipo redactor de ¿Qué hacer?
2 de Octubre de 2013.
Resumen ejecutivo
La situación cambiaria actual se ha hecho explosiva. La tasa
de cambio en el mercado negro ha llegado a niveles asombrosamente altos, de
600% por encima de 6,30, el tipo de cambio oficial. Por su lado, la inflación
acumulada ya llega a más del 40%, y se proyecta para finales de año entre 50% y
60%. Mientras esto ocurre, nuestro gobierno aparenta no tener un plan claro de
cómo enfrentar la situación, y ha dado bandazos en sus propuestas públicas,
además de que experimenta pugnas internas notables de poder en el equipo
económico. Finalmente, la percepción en el pueblo sobre la economía se
deteriora día a día, indicando que casi 70% de los encuestados no tienen
confianza en el futuro de la economía, sobre todo en lo relativo al costo de la
vida, y a la escasez.
El presente documento pretende hacer una contribución para
una solución definitiva del problema desde el punto de vista de la acción de
gobierno, independientemente del entorno político de guerra económica. Presenta
en forma extensa una fundamentación teórica de la propuesta cambiaria
adelantada en el documento Qué Hacer, que incluye la teoría del dinero, la
banca, el sistema financiero, el contexto internacional y su evolución
reciente, y las principales opciones con que cuenta un país como el nuestro en materia
cambiaria, con la solución propuesta. En resumen:
1. No se puede entender el tema cambiario sin tener una
sólida teoría del dinero, pues el tipo de cambio no es más que un precio entre
dos monedas, cada una de las cuales es emitida por una autoridad monetaria
distinta. Dicho precio, pues, depende del valor de cada uno de esos dineros.
2. Erróneamente se ha creído que la base del dinero son las
reservas. Según esto, la base del bolívar sería el dólar, o las reservas
internacionales en general, incluyendo el oro. O las reservas petroleras
convertidas en dólares. De hecho, el valor del dinero se basa en la fe de la
gente en el futuro de la economía. Es un dinero que depende de la confianza de
la gente en la situación económica del país que lo emite. Esto se puede
comprobar al constatar que más del 90% del dinero en el mundo tiene como base
el crédito, no las reservas monetarias. Y crédito significa confianza, fe: el
valor del dinero se basa en la fe en la economía.
3. El acuerdo internacional de Bretton Woods significó por
mucho tiempo, desde la segunda guerra mundial hasta 1971, un sistema monetario
relativamente estable. Cuando Estados Unidos lo rompió, porque no quiso
convertir dólares en oro ante la demanda de varios países europeos, se generó
un período de grandes crisis monetarias y financieras en el mundo, que
afectaron más a los países pobres, y a los pobres del mundo.
4. Se hizo claro que ese sistema sirvió para enriquecer a el
país emisor del dólar a costa de los demás países del mundo. Pero además se vio
claro que su rompimiento empeoró la situación e implicó que los bancos
internacionales, que de por sí tienen un gran incentivo a prestarse a sí mismos
a través de empresas relacionadas, se desbocaron y crearon la gran burbuja
financiera que estalló en el 2008, y que perjudicó a miles de millones de
personas sobre todo en los países pobres, además de los pobres de los países
ricos.
5. La ausencia de regulación mundial del sistema
bancario-monetario, y la ausencia de un banco central mundial, produjo entonces
los fenómenos de corridas contra países y los contagios que perjudicaron
incluso a países pequeños solventes. El Fondo Monetario Internacional no jugó
el papel que debió haber jugado, de garante de la estabilidad monetario
financiera, sino como agente de los países imperialistas en lo económico y
político.
6. Ante esa situación, algunos países optaron por la
integración monetaria, como Europa. Pero muchos países pequeños, más
indefensos, ante las fugas contra su moneda, ante el comportamiento irresponsable
de algunos de sus gobiernos, optaron por dolarización, tipo de cambio fijo en
relación al dólar, o control de cambios. En muchos, la solución no fue tal, y
se rompieron sus esquemas cambiarios, que han sido bastante inestables en
general.
7. Una solución muy deseable para países como el nuestro es
la integración monetaria regional, que acompañe la integración económica y
política en que estamos embarcados con los países del sur. Pero mientas esto
ocurre, debemos adoptar una política cambiaria unilateral ante un mundo
inhóspito caracterizado por las guerras cambiarias entre vecinos, como es el
caso de Colombia contra nuestro país.
8. Venezuela realmente cuenta con condiciones envidiables
comparadas con las de otros países pequeños. Sus grandes reservas petroleras,
su alto ingreso petrolero, y la propiedad pública de más del 90% de las
exportaciones, la coloca en una situación singular que no ha aprovechado
apropiadamente hasta ahora.
9. Nuestra propuesta consiste en aprovechar al máximo esas condiciones,
y establecer un sistema robusto, de auto-aseguro contra corridas, que implique
la recuperación de la soberanía monetaria. De hecho, los regímenes de
dolarización, de tipo de cambio fijo, y de control de cambios, implican todos
la pérdida de la soberanía monetaria, pues es totalmente incompatible, como se
explica abajo, tener con ellos una política monetaria activa.
10. Por ejemplo, fijar un tipo de cambio oficial bajo
control de cambios, y emitir dinero del banco central para financiar los déficits
del gobierno es contradictorio: se generará inflación y devaluación de manera
lógica. No por casualidad en nuestros catorce años de gobierno, el tipo de
cambio oficial se ha devaluado en un 1.017 %, y la inflación acumulada es de
2.056%, cifras únicas en el mundo que reflejan el descalabro de nuestro régimen
cambiario.
11. Una política monetaria activa, que implique control de
los ciclos económicos, políticas de desarrollo, optimización del sistema de
crédito interno, estabilidad monetaria y financiera, y hasta políticas
redistributivas, es realmente un lujo en el mundo de hoy para un país pequeño
que actúe de manera unilateral. Pero Venezuela está perfectamente capacitada
para lograrlo por sus circunstancias especiales, como dijimos.
12. Pero se requiere un cambio radical de la política
económica, como lo proponemos en el documento Qué Hacer. Modificar la política
cambiaria dejando igual el resto de la política económica sería suicida. Por
ejemplo, ir hacia la flotación en las circunstancias actuales, empeoraría la
situación y generaría una estampida de fuga de capitales.
13. De hecho, la imposición de un régimen de control de
cambios tiene exactamente el mismo significado que el cierre de taquilla de un
banco que se enfrenta a una corrida bancaria: los dos tienen el objetivo de
evitar la fuga de reservas, en el caso del banco, y de divisas en el caso de un
país. Es un régimen que solo se entiende como algo temporal, mientras el banco
o el país demuestran que están solventes y recuperan la normalidad monetaria.
14. Un régimen permanente como este para un país solo tiene
sentido si hay una situación endémica que implica que la gente, si se abre el
sistema, se va a fugar contra el país. Esto ocurre en Cuba y en China. Pero no
tiene que ocurrir en países como Venezuela.
15. Si mostramos nuestra solvencia, con una política
económica realmente adecuada a los objetivos de la revolución bolivariana,
podemos tener perfectamente influjos de capital, como ocurrió en el 2002,
cuando se instauró un régimen como el que proponemos aquí, que entonces fue de
corta duración debido al paro petrolero.
16. Nuestra propuesta es, de hecho, volver a ese régimen, de
flotación limpia con bandas, pero hacerlo más robusto a shocks no solo
económicos, sino también políticos, de guerra económica. Es la única opción,
repetimos, que permite la soberanía monetaria. Y estamos en perfecta capacidad
de darnos ese lujo, si actuamos con conocimiento y coordinación en toda la
política económica, tal como se propone en el documento Qué Hacer.
I. El sistema financiero privado.
1. El dinero.
1. Para entender el tema cambiario a cabalidad, hay que
conocer la teoría del dinero, pues la tasa de cambio es un precio entre dos
dineros emitidos por autoridades monetarias distintas, por ejemplo, entre el
bolívar y el dólar. El tipo de cambio en Venezuela sería la cantidad de
bolívares que hay que entregar para obtener una unidad de dólar. Ese precio,
pues, relaciona el valor relativo de un dinero con el de otro. Y por eso es que
hay que saber la teoría del valor del dinero para poder entender a cabalidad el
asunto cambiario.
2. Un enfoque histórico estilizado (a grandes rasgos)
ayudará a comprender esa teoría, que es una teoría del dinero mismo. Comencemos
con el momento en que se usaban monedas de valor intrínseco: el oro y la plata,
por ejemplo. Estas monedas cumplían las tres funciones básicas que debe cumplir
cualquier medio usado como “dinero”: ser medio de pago, reserva de valor y
unidad de cuenta.
3. Lo primero es obvio, pero es bueno explicarlo por razones
posteriores de nuestro análisis: para ser dinero, esas monedas deben poder ser
usadas para pagar por bienes o servicios obtenidos a cambio. Por ejemplo, para
comprar una casa antiguamente en Venezuela, debían entregarse a cambio unas mil
morocotas (monedas de oro del tamaño de un Fuerte, moneda grande de cinco
bolívares antiguos) como medio de pago, y la persona que las recibía se
consideraba satisfecho con la transacción.
4. La segunda función también es obvia: quien vendía la
casa, podía conservar esas morocotas enterradas, dentro de una vasija de barro,
en el patio de su casa, o bajo el piso de la habitación principal. Eso
conservaba su riqueza, pues quien lo hacía creía, como resultaba ser cierto
posteriormente, que en el futuro esas monedas iban a poder comprar cosas
valiosas para su satisfacción, o para la de sus sucesores de herencia.
5. La tercera función, la de unidad de cuenta, no es tan
obvia, pero es inmediata si uno lo piensa. Así como las distancias se miden en
metros, que es la unidad de medida de longitud estándar, una unidad de dinero
(por ejemplo un bolívar, hoy) es el medio que se usa para valorar
económicamente todos los bienes y servicios económicos. Eso permite clarificar
las transacciones entre agentes económicos, así como una correcta medición de
un terreno, en metros, permite clarificar un acuerdo con las autoridades acerca
de la propiedad de un particular.
6. Esas monedas, además, decíamos que tenían un valor
“intrínseco”. La razón es que son mercancías; bienes económicos en sí mismos:
se pueden usar, por ejemplo, para hacer anillos, o adornos en general. No como
un billete de dos bolívares, que no puede ser usado prácticamente para nada más
que como dinero.
2. Dinero “endógeno”: la banca privada
7. Esto nos lleva a el segundo paso histórico de desarrollo
del dinero: el papel moneda. Pensemos en la historia del Banco Central de
Inglaterra, primer banco central del mundo. Es el banco que emitió el primer
papel moneda “de curso legal”, como explicaremos pronto. Pero antes de este
papel moneda conocido por nosotros, como los billetes, hubo otro papel moneda:
el emitido, no por bancos centrales, sino por bancos privados. En Inglaterra,
por ejemplo, se dio el fenómeno de que los bancos privados empezaron a emitir
“notas bancarias” (bank notes), que eran usadas por la gente como dinero. Al
principio, eran certificados de depósitos de monedas de oro: la gente
“guardaba” su oro en una cuenta en el banco, y a cambio de eso, el banco le
daba a la persona un certificado, que empezó a circular como dinero en
“representación” del “dinero real”, el oro. Cuando alguien que había recibido
el certificado como medio de pago, quería hacerlo efectivo en oro, iba al
banco, el cual inmediatamente entregaba el oro a cambio.
8. Pero llegó un momento en que el banco empezó a emitir más
notas bancarias que el oro que tenía. A pesar de que tenía, por ejemplo, cien
monedas de oro en sus bóvedas, emitía doscientas notas bancarias, que decían,
cada una de ellas “vale una moneda de oro”. La masa de dinero usado en la economía
pasó a ser doscientas notas bancarias, más el oro que circulaba, que no estaba
en las bóvedas del banco, que eran el “respaldo”, o “base”, “base monetaria” de
las doscientas notas. Las notas “sin respaldo” pasaron a ser dinero también por
la sencilla razón de que, para la gente que las usaba, cumplía con las tres
funciones de dinero: servía para pagar, para contar, y como riqueza.
9. Hasta hace muy poco, no se había podido explicar en
Economía porqué esto podía ser así, y hasta se criticaba que fuera posible,
pues se acusaba a los bancos de “crear dinero de la nada”, “para su propio
beneficio”. Pero estudiando mejor el asunto, se ha entendido que la base de ese
dinero no es el oro, sino el crédito dado por el banco, como se explica en la
bibliografía citada abajo.
10. El banco tiene un libro de contabilidad con una “cuenta
T”, a la izquierda de la cual coloca sus “pasivos” (sus deudas, podríamos
decir), y a la derecha sus “activos” (su poder económico, podríamos decir).
Cuando una persona deposita las cien monedas de oro en el banco, este registra
dos partidas en esa cuenta T: en los activos, registra el oro. En los pasivos,
registra las cien notas bancarias correspondientes a esas monedas de oro.
11. Ahora bien. ¿De dónde salen las cien notas bancarias
adicionales? ¿De la nada? No. Salen de que el banco da crédito a una “persona
joven emprendedora”, que va a producir bienes en el próximo período y va a
pagar de vuelta la deuda en que incurre. Así que el banco hace el siguiente
registro en su cuenta T: del lado de los activos coloca el crédito, por “valor”
de cien monedas de oro, y del lado de los pasivos, coloca cien notas bancarias,
cada una con “valor” de una moneda de oro.
12. Lo difícil del problema para la teoría monetaria
tradicional era que se hacía la pregunta de ¿cómo el banco puede crear de la
nada un ahorro, y convertirlo en inversión? Ese dinero nuevo ¿no iba a crear
inflación, simplemente, compitiendo por los mismos bienes que había en la
economía?
13. La respuesta es sencilla, realmente, si vemos lo esencial de la función de los bancos en la economía: hay “personas adultas”, que están dispuestas a vender lo que han producido en este período a cambio de ese dinero nuevo, sin gastarlo, dejándolo en el banco, como ahorro, para, en el próximo período, en que ya están “maduros” y sin posibilidad de producir, poder comprar los bienes que los ahora jóvenes van a estar produciendo por la inversión que han hecho.
13. La respuesta es sencilla, realmente, si vemos lo esencial de la función de los bancos en la economía: hay “personas adultas”, que están dispuestas a vender lo que han producido en este período a cambio de ese dinero nuevo, sin gastarlo, dejándolo en el banco, como ahorro, para, en el próximo período, en que ya están “maduros” y sin posibilidad de producir, poder comprar los bienes que los ahora jóvenes van a estar produciendo por la inversión que han hecho.
14. El nuevo dinero así generado no crea inflación porque no
es gastado, sino ahorrado por quienes venden su producción. La menor manera de
pensar en esto es que del producto real total de las personas maduras, había
una parte no la querían consumir, sino ahorrar. Pero probablemente se
deterioraba si la guardaban en físico, de manera que les convenía más venderla
y ahorrar el dinero correspondiente. Ahí es es que entran en escena los
jóvenes, que la compran con el dinero nuevo. Y los maduros obtienen ese dinero,
pero no lo gastan, sino que lo ahorran. Entonces no se genera inflación.
15. Vemos que el dinero nuevo además cumple una función
social, pues, de no haber sido emitido por el banco, las personas jóvenes no
hubieran podido invertir, y producir en próximo período. La función del banco
es realmente identificar correctamente a los jóvenes emprendedores que tienen
potencial productivo. Y lo hace, porque tiene una pericia especial, que la
economía reconoce y remunera: resuelve una “información asimétrica” entre los
ahorradores y los inversores. Identifica a los inversores que realmente tienen
potencial.
16. Así se cierra el ciclo: en el próximo período, los
antiguos jóvenes, ahora adultos, reciben las notas bancarias de parte de los ya
maduros por parte de su producción, y con eso pagan su préstamo del banco. El
dinero que se había creado se destruye, pues el banco cancela el registro de
crédito en su cuenta T a cambio de borrar en su parte de pasivos, las
correspondientes notas bancarias.
17. Notemos aquí que, cuando las notas bancarias pasan a
poder del banco, dejan de ser dinero: el dinero es destruido, en el proceso
inverso de su creación anterior. La masa de dinero “sin base en oro” se
mantiene, porque vienen nuevos jóvenes a pedir crédito, y el ciclo se repite,
por generaciones entrelazadas.
18. Es importante notar que los “depósitos” que el banco
crea como contrapartida del crédito, básicamente permanecen ahí, pues cuando el
joven da la nota bancaria al adulto, este último lo deposita en el banco, pues
no quiere gastarlo ahora, sino en el próximo período, cuando el joven va a
producir. De manera que cuando pasan a manos del adulto realmente sí que son
depósitos: lo que pasa es que ese dinero cambia de manos en el proceso de su
creación, y permanece como tal hasta ser gastado, cuando se inicia un nuevo
ciclo, como decíamos.
19. Cuando hagamos la historia más compleja, si hay varios
bancos, unos competirán con otros por ser los escogidos por los adultos para
conservar su dinero en ellos, y pagarán una tasa de interés por eso. Ahí está
el origen, realmente, de la tasa de interés “pasiva” de los bancos, que es la
que pagan por los ahorros, pues la “activa” es la que cobran por sus créditos.
La diferencia entre estas tasas es lo que representa el ingreso del banco.
20. En un mundo más moderno, las notas circulan de mano en
mano, sino que se conservan en el banco como entidades virtuales, y son
movilizadas por cheques u otros instrumentos, como tarjetas de débito. Lo que
pasa en el banco es que los depósitos cambian de dueño: se traspasan de un
propietario al otro.
21. También pueden cambiar entre bancos, si el adulto decide
colocar el cheque en un banco distinto del del joven, y lo que pasa entre los
bancos es que ellos hacen una operación entre ellos para netear las
transacciones mediante el traspaso de oro, o de monedas y billetes del Banco
Central, más modernamente.
22. Por cierto que un banco privado puede ser una entidad
socialista: podría ser una cooperativa. O capitalista, con todas las
gradaciones intermedias. Lo cierto es que, hacia afuera, tiene,
independientemente de su organización interna, como se explica en el documento
Qué Hacer (QH), el mismo comportamiento.
3. La “base monetaria”
23. Esta historia nos permite ver algo nuevo en el dinero:
su base no es necesariamente el oro, sino el crédito. Y, a través de esto, la
producción futura. Así que es el potencial productivo futuro de la economía lo
que da fundamento al valor del dinero, si nos concentramos en esa parte de la
cuenta T del banco: el valor actual del dinero emitido, que implica que es
aceptado como medio de pago de bienes producidos hoy, está fundado en la
creencia de que en un futuro quien lo usa para comprar esos bienes va a poder
reponerlos con producción de nuevos productos.
24. De hecho, hoy por hoy, más del 90% del dinero en el
mundo es dinero bancario. Dinero de este tipo, que tiene como base la salud de
la economía actual por la fe en su futuro.
25. A pesar de esto, las reservas van a jugar un papel
importante para la gente, como reserva de valor de última instancia, podríamos
llamarlas, como iremos viendo abajo.
26. En particular, cuando veamos la situación de los países
pequeños en un mundo sin banco central mundial que los proteja, veremos que la
cantidad de reservas internacionales como activos de sus bancos centrales, van
a ser un mecanismo importante de “auto-aseguro” si escogen un régimen de tipo
de cambio flotante, como proponemos en este documento.
4. Auto-préstamos y regulación bancaria
27. Pero hay dos problemas. Uno, que el banco tiene la
tentación clara de darse crédito a sí mismo, por ejemplo a través de empresas
productivas relacionadas. Esto, aparte del aumento de poder injustificado de la
banca, tiene el problema de que no se otorga el crédito objetivamente, a quien
tiene potencial de producción, sino a quien se escoge. Ese poder no otorgado,
ni ganado socialmente, es como el de un dictador, en materia política, que
decide beneficiar solo a algunos de los ciudadanos de su gobierno, y no a quien
más lo necesita y quien lo usaría mejor para el provecho de todos.
28. Por supuesto que eso crea corrupción privada e
ineficiencia social: son favorecidos quienes tienen más poder económico, y no
quienes tienen más productividad. La teoría que defiende al mecanismo de
mercado a ultranza dice que ese problema se auto-corrige porque los bancos que
incurren en esta práctica, al final son menos eficientes, porque incurren con
más frecuencia en créditos morosos o impagos, y quiebras. Esto ahuyenta a los
clientes, tanto ahorristas como inversionistas auténticos.
29. Pero la historia muestra que aunque en teoría esto
funciona, hay elementos de evidencia empírica clara de que los bancos, si no se
regulan fuertemente por una autoridad adecuada (el Banco Central, y/o una
Superintendencia de Bancos), incurren en este abuso de poder. Esto es lo que ha
ocurrido, por ejemplo, en la crisis financiera mundial de 2008, en que quedó
claro que los bancos de Estados Unidos no eran regulados apropiadamente por el
Banco Central de ese país (el Banco de la Reserva Federal), y se hacían
auto-préstamos, lo cual devino en un desfalco a los clientes de los bancos, y
al público en general a través de los “rescates” de esos bancos en problemas,
que al final no pagaron sus responsabilidades.
5. Corridas bancarias
30. El segundo problema es el de las “corridas bancarias”.
Como lo hemos pintado, no parece, pero las inversiones productivas son
intrínsecamente riesgosas. Imaginemos que el proyecto de las cien notas
bancarias fracasa: viene una sequía, que hace que lo sembrado en maíz se pierde
por completo. Entonces, en el período siguiente, el de la falta de producción
de maíz, los ahora maduros, encontrarán que sus ahorros no tienen la capacidad
de compra de antes, pues, como hay menos bienes reales, el papel moneda que tienen
ahorrado en el banco empezará a valer menos: habrá inflación.
31. Eso hará que muchos de los maduros preferirán conservar
su riqueza en oro: sus notas bancarias, que dicen que son convertibles en oro,
uno a uno, valdrán más si se convierten en oro que si se convierten en bienes
de consumo (pues con oro pueden comprar bienes en el exterior, por ejemplo).
Por eso, muchos irán al banco a “retirar” su “dinero ahorrado”: a retirar “su”
oro (notemos que ponemos comillas, pues ellos realmente nunca depositaron oro,
como vimos, sino que aceptaron unas notas que decían que valían tanto en oro).
32. Como esto es generalizado, llegará un momento en que el
banco no podrá responder a todos los retiros, por la sencilla razón de que hay
cien monedas de oro, y doscientas notas bancarias. No hay para todos.
Indudablemente, pues, va a haber inflación, tanto porque los bienes de consumo
escasos se valorarán más que antes en términos de las notas bancarias, como
porque el oro mismo empezará a valorarse más en términos de esas mismas notas.
Por un lado habrá inflación, y por otro lado “devaluación” de un dinero en
términos del otro: las notas bancarias empezarán a cotizarse en un valor menor
en términos del oro.
33. Eso ocurre cuando hay “riesgo agregado”: si toda la
economía experimenta un shock negativo de producción real. Cuando se trata de
un país, y los bancos tienen, en vez de oro, divisas como reservas, la
“corrida” es contra la moneda nacional, y se da devaluación con inflación, por
lo que decíamos. Pero, volviendo a nuestra economía sencilla, también puede
ocurrir “riesgo ideosincrático” solamente, que se refiere a que a unos
productores les va mal, pero a otros les va bien. Y en promedio, hay una
compensación.
34. Supongamos que el banco maneja adecuadamente su “cartera
de crédito” (su conjunto de créditos), diversificando el riesgo, para que los
proyectos malos sean compensados por los buenos. Esta es una situación típica,
en que el mismo mercado, a través de otras instituciones financieras que se
llaman “empresas de seguros”, puede intervenir para asegurar a todos, de manera
que aquellos a quienes les va bien, costean las tragedias de aquellos a quienes
les va mal, porque estos, previamente, pagaron una “prima de riesgo” para
cubrirse de la incertidumbre. Es un costo que se paga voluntariamente, y quizá
el banco mismo es el agente de seguros, como supondremos (los “bancos
universales” tienen otras funciones, además de otorgar créditos y manejar
depósitos).
35. El problema de corrida viene cuando circula el rumor de
que un banco ha otorgado demasiados créditos malos, y que el sistema de seguro
no va a poder garantizar que los depositantes van a poder retirar su oro. Como
las doscientas notas van a ser cambiadas por oro a la vez, mucha gente perderá
su dinero. Esta posibilidad es la que hace que la corrida en realidad sea una
estampida a la taquilla del banco, que termina quebrando, porque no puede hacer
frente a sus obligaciones.
36. Lo peor es que esto puede ocurrir también si el banco en
cuestión tiene bien manejada su cartera de créditos, y su riesgo, solo porque
se corre la voz de que habrá una corrida. La corrida entonces significa que la
gente va de golpe a retirar su oro, pero el banco, no teniendo suficiente,
pretende hablar con la gente, ofreciéndole “papeles” que garantizan que es
propietario de los créditos que se ofrecieron. Incluso si esos créditos fueran
buenos, la gente puede no aceptar esto, y no lo va a aceptar en general, y el
banco quiebra.
El rumor de que va a haber corrida se transforma en profecía autocumplida:
como había rumor, y la gente lo creyó (lo “profetizó”), habrá corrida.
37. Este es el caso clásico de corrida bancaria que es
ineficiente para la sociedad, y se relaciona con la diferencia de “liquidez”
entre las notas bancarias, y los “activos financieros” representados por los
créditos otorgados a empresas productivas, que el banco puede ofrecer vender a
terceros, a sus clientes dueños de sus notas bancarias.
6. Cierre de taquilla y control de cambios
38. Lo que ha ocurrido en la realidad es que cuando un banco
observa una corrida, porque hay una estampida de gente que se agolpa en su
taquilla, decide cerrar el banco, y entrega reservas solo a las personas que
decide: se establece un racionamiento de las reservas de acuerdo al criterio
del banco.
39. Si el banco no es suficientemente solvente, la medida de
cerrar la taquilla será permanente, pues no habrá manera de convencer a la
gente de conservar sus depósitos en ese banco, aunque suba sus tasas de interés,
y con esto se deprecien sus notas adicionalmente con respecto a las notas de
los bancos solventes.
40. Si el banco es solvente, tendrá la posibilidad de
convencer en un tiempo prudencial a la gente de esto, y puede elevar su tasa de
interés sobre depósitos y medidas similares para recuperar la confianza en un
tiempo limitado.
41. Esto de cerrar la taquilla será importante para nosotros
en el análisis de las posibilidades de políticas cambiarias, pues corresponde
exactamente a la medida de control de cambios conocida por nosotros en
Venezuela, que se ha tomado cuando ha ocurrido una “corrida contra el país”,
contra el bolívar, con la gente demandando dólares para conservar su riqueza.
42. Como veremos, el control de cambios implica un
racionamiento de las divisas, como en el caso descrito de los bancos cuando
cierran su taquilla por una corrida. También implica que la medida de control
de cambios podrá ser temporal o permanente, dependiendo de la solvencia del
país: si el país está solvente, como ocurrió en Venezuela en 2002-2003, que
podía recuperar su producción petrolera luego del paro petrolero, la medida
debería ser temporal. Si no es solvente, debería ser permanente.
43. El error en Venezuela fue que la medida se hizo
permanente, cuando debería haber sido temporal.
7. Liquidez
44. Como un paréntesis, aprovechemos para aclarar que el
grado de liquidez de un activo financiero depende, como su nombre lo sugiere,
de su grado de aceptabilidad como medio de pago, su capacidad de fluir entre
manos en los intercambios, no solo para compra y venta de bienes y servicios,
sino también de activos financieros, incluyendo las diversas formas de dinero e
instrumentos de deuda, como bonos, préstamos, créditos.
45. El oro, o las divisas, son lo más líquido. Luego las monedas
y billetes emitidas por un banco central, que luego introduciremos. Después las
notas bancarias que estamos mencionando (los “depósitos” en “cuenta corriente”,
manejados a través de cheques o de tarjetas de débito); luego los depósitos de
ahorro; luego los bonos emitidos por el gobierno; después los emitidos por
empresas; y así, hasta llegar a bienes inmuebles ofrecidos como hipotecas, o
bienes reales “embargables”, como tierras, minas, reservas petroleras, etc.
8. Solvencia
46. Volviendo a nuestro asunto, notemos que las corridas, si
pueden ocurrir contra un banco “solvente”, ocurrirán con más razón a un banco
que maneja mal su cartera de créditos, y un porcentaje grande de ellos se han
otorgado a empresas que no tendrán éxito.
47. Sin meternos en más detalles, diremos que un banco es
más solvente mientras mejor sea su cartera de crédito y mientras más grado de
liquidez tengan sus activos. Notemos que la palabra “solvencia” tiene que ver
con liquidez (en el diccionario, un solvente, generalmente líquido, convierte
en más líquido algo espeso).
48. Tengamos en cuenta también, para propósitos posteriores de los regímenes cambiarios, que la solvencia viene no solo del manejo gerencial de la cartera de créditos del banco en cuestión para diversificar el riesgo (lo hace por ejemplo, dando crédito no solo a una heladería, a la cual le va bien cuando hace calor, sino a una empresa de abrigos, que le va bien cuando hace frío). Viene de sus clientes: de la productividad y tasa de ganancia de sus inversiones, además de la diversificación ínter-empresas.
9. Reservas y tasa de cambio
49. Retomando el ejemplo histórico, por ser los activos del banco más líquidos, al oro se le llamó “reservas”, pues servían para hacer frente a posibles corridas. Los bancos más solventes desarrollaron, de manera natural, unas notas bancarias más fuertes que las de los bancos menos fuertes. Se dio, pues, un régimen de flotación de tasas de cambio entre las distintas monedas de los bancos privados.
50. A primera vista suena extraño que las notas de los
distintos bancos, teniendo todas nominalmente el mismo valor, pudieran tener
valores distintos en la práctica, en términos reales, pues en su cara decían su
valor en monedas de oro, el mismo para todas. La razón es que los bancos más
riesgosos, para así atraer más depositantes, pagaban más intereses, y/u
ofrecían más ventajas en términos de cobro de comisiones por transacciones con
los depósitos.
51. Para efectos de aplicación posterior al tema cambiario,
notemos que si un banco en una región da créditos a empresas más productivas
que otro de otra región, entonces será más solvente que el segundo,
naturalmente, pues el retorno de su crédito está más asegurado. Por esto, su
dinero valdrá más que el dinero del segundo banco, como explicaremos con un
ejemplo sencillo ahora.
52. Si hay flujo de capitales entre las dos regiones, esto
debería igualarse por esta vía con el tiempo, pero si hay trabas, como en el
entorno internacional, esto puede perdurar.
10. Tasa de interés y valor de un activo financiero.
53. Es sabido que si un activo financiero ofrece una tasa de
interés mayor, su valor de mercado es menor, y viceversa. Brevemente, esto se
puede ver si pensamos en un bono de caducidad de un año que paga 10% de interés
anual, comparado con otro que paga 20%. Si valieran lo mismo los dos, por
ejemplo 100, entonces todo el mundo vendería el que paga 10% y compraría el de
20%, pues con este último ganarían 20 de interés, mientras que con el primero
solo 10.
54. Para que hubiera indiferencia entre los dos, que es lo
que nos interesa para ver la correspondencia entre el valor y la tasa de
interés, el segundo debe valer menos en valor de mercado, a pesar de que
nominalmente los dos digan en el papel que valen 100.
55. Para calcular el valor de mercado del primero,
suponiendo que el valor de mercado de segundo es 100, igualemos el retorno
total al final del año de los dos bonos, y, usando las tasas de interés
respectivas, veremos que el segundo tiene que valer en términos reales (de
mercado), 91,67, que es menos que 100.
56. Si P2 es lo que queremos hallar, esto se calcula despejando P2 de la igualdad 100(1+0,1) = P2(1+0,2).
11. Bancos líderes
57. Lo que ocurrió es que se desarrollaron bancos más prestigiosos que otros, que también se hicieron más grandes. Naturalmente esos bancos tendían a tener menos reservas como porcentaje de sus activos, notablemente sus créditos. Por lo cual tenían más capacidad de crear dinero bancario: la “tasa de reservas”, de reservas sobre depósitos es endógenamente baja para ellos.
58. La razón lógica es que, como el riesgo es menor en
cuantía total, la gente tiene más confianza en las notas correspondientes, y en
promedio las convierte menos en reservas. Esto viene de que no solo hay
diversificación de riesgo, recordemos, sino de que la mayor productividad de
sus clientes baja la tasa de interés global que ese banco tiene que pagar, que
es un indicador de que hay menos riesgo de retiros nerviosos de depósitos.
59. Y a pesar de esto, con tasas de interés mas bajas sobre
depósitos, su dinero valía más que el de otros bancos en términos reales. De
ahí se deriva que el valor diferencial de su moneda con respecto a otra venía,
no de la cantidad de reservas que lo “respaldaba”, sino de la cantidad y
calidad de créditos en que se basaba.
60. He aquí, pues, un sólido argumento para establecer que
la verdadera base monetaria era el crédito, y no las reservas. Aunque al fin y
al cabo, ambas eran base, tanto la cantidad, como la calidad del crédito
constituía la mayor parte de la base del dinero emitido por la banca, que cada
vez más representaba el dinero en circulación en la economía, no solo de
Inglaterra, sino del mundo entero, como dijimos cuando hablamos de que más del
90% del dinero mundial es dinero bancario.
12. Mercado de capitales imperfecto
61. Algunos de los lectores a estas alturas ya se habrán
dado cuenta de que si el mercado de capitales de ahorro y de inversión fuera de
competencia perfecta, no podría haber tasas de interés distintas entre los
bancos, y bancos más solventes que otros. En un mercado competitivo se da la
“ley de un solo precio”, pues si alguien está cobrando más que otro en un
mercado de legumbres de igual calidad y localización, por ejemplo, nadie le
compraría.
62. Pero el supuesto que estamos haciendo, de ausencia de
competencia perfecta, es crucial para la aplicación que queremos hacer de la
teoría: a nivel mundial, los diferentes países tienen circunstancias muy
distintas de tipo político, institucional y económico.
63. Como es sabido, no hay movilidad perfecta de factores,
en particular de capital, además de que hay un gran poder de mercado en las
instituciones financieras: mucha monopolización y oligopolización. Es por esto
que estamos partiendo de que la realidad del mercado descrito implica que hay
diferencias en solvencia y en tasas de interés, y en tasas de ganancia, y en
riesgos, en las instituciones financieras descritas.
64. Esto no hace más que tomar en cuenta las conocidas
fallas del mercado de capitales, cuyo principal componente es el de “mercados
incompletos” en un entorno de incertidumbre, que lo que dice es que hay
infinidad de estados de espacios de probabilidades que no tienen mercado (por
tanto, muchos riesgos contra los cuales no hay seguro).
65. Esto, además de las fallas de poder de mercado,
información incompleta y asimétrica, etc., que ocurren no solo a nivel
internacional, donde es más notable, sino también a nivel de un estado nación a
pesar de que hay similitudes institucionales y legales..
13. Bancos líderes con tasas de interés activas y pasivas
más bajas
66. Ya hemos establecido porqué las tasas pasivas (las
pagadas a los tenedores de depósitos) son más bajas en el banco líder. Hemos
dicho también que esos bancos atienden a una clientela más productiva. Podría parecer
paradójico que un banco más solvente atiende a clientes a quienes cobra una
tasa de interés menor sobre sus créditos, cuando en teoría son más productivos.
Si lo son, tendrían que tener tasas de ganancias más altas, según dice la
intuición, y estarían en capacidad de pagar más intereses a los bancos, que lo
tendrían en cuenta para cobrarles más.
67. Pero la aparente paradoja se resuelve por lo siguiente,
para lo cual debemos pensar en islas con cierta separación para entenderlo
mejor, pues al final lo vamos a aplicar al contexto internacional, que es lo
que nos interesa: El capital fluye hacia donde hay más ganancia, por lo que,
por los “rendimientos decrecientes” del capital físico, mientras se emplea más
capital, menos tasa de rendimiento tendrá. Es la constatación práctica de que,
si en un lote de tierra grande, se comienzan a meter tractores, al principio su
productividad por unidad de capital físico en rendimiento de la tierra es alto,
pero si se meten más y más, los tractores adicionales producen menos, porque se
molestan unos con otros.
68. No profundizaremos aquí en el hecho de que el precio que
determina la inversión es la tasa de interés activa. Solo comentaremos que es
natural: mientras más barato te cobran por un préstamo para inversión, más
inviertes. Así que bajas tasas de interés activas implican altos niveles de
inversión, y por tanto bajas tasas de rendimiento, y por tanto relativamente
bajas tasas de ganancia.
69. Así se ve, pues, que los clientes de un banco líder son
productivos, pero tienen relativamente poca tasa de ganancia porque operan a
mayores cantidades de negocio en términos relativos. Es una realidad empírica
que, en promedio, la tasa de ganancia de las empresas en los países más
poderosos económicamente es más baja que en los países menos poderosos.
70. Finalmente, los bancos líderes tendrían que tener más
poder de mercado. Pero las tasas de interés más bajas podrían implicar tasas de
ganancia más bajas. Esto no es necesariamente cierto, pues lo relevante para el
negocio bancario es el “spread”, o diferencial de tasas de interés entre las
que se pagan a los ahorristas (pasivas), y las que se cobran a los
inversionistas (activas). El que estas dos tasas sean menores para los bancos
líderes es consistente con un diferencial de tasas de interés algo más elevado.
14. La tasa de cambio
71. Si el cálculo que hicimos para los bonos lo aplicamos a
dos notas bancarias distintas, con la diferencia de tasas de interés
mencionada, veremos que hay un tipo de cambio de mercado entre los dos dineros,
que no es de uno, sino de 1,09 notas del banco pequeño por cada nota del banco
líder.
72. Para ver esto, si un banco menos solvente emite un bono anual como el mencionado, pero de valor uno, que paga 20% de interés anual, eso sería equivalente a emitir una nota bancaria que vale uno nominalmente, pero que compra 0,9167 notas del banco solvente, teniendo en cuenta el cálculo que hicimos arriba. La cifra de 1,09 viene de dividir 100 entre 91,67, usando el cálculo anterior de valores relativos entre bonos. En otras palabras, 1,09 notas de las emitidas, valen una nota de la del banco solvente, como dijimos.
72. Para ver esto, si un banco menos solvente emite un bono anual como el mencionado, pero de valor uno, que paga 20% de interés anual, eso sería equivalente a emitir una nota bancaria que vale uno nominalmente, pero que compra 0,9167 notas del banco solvente, teniendo en cuenta el cálculo que hicimos arriba. La cifra de 1,09 viene de dividir 100 entre 91,67, usando el cálculo anterior de valores relativos entre bonos. En otras palabras, 1,09 notas de las emitidas, valen una nota de la del banco solvente, como dijimos.
73. Vemos entonces que la tasa de cambio, como un precio
entre dos monedas distintas, expresa el valor relativo de cada una de ellas. Y
ese valor se refiere a la solvencia del banco emisor. Por lo tanto, el valor
relativo de las monedas depende principalmente del fundamento económico que la
respalda en términos de retorno real de la inversión realizada a partir del
crédito del banco respectivo.
74. De hecho, debemos pensar en el dinero del banco más
solvente como la unidad de cuenta en este sistema, pues de manera natural, se
convierte en una referencia para los demás bancos, y de ahí a unidad de cuenta
solo hay un paso.
75. Como se trata de un sistema de precios relativos, la
tasa de interés que paga el banco líder por sus notas puede ser en teoría cero.
Y de hecho, lo ha sido históricamente: el retorno del dinero líder es cero (al
interior de un país, esto lo ve uno al observar que tener un bolívar en el
bolsillo, a pesar de que es un pasivo para el banco central, no le genera
ningún interés).
15. Dinero bancario líder, o “divisas”: dinero interbancario
76. Antes de la creación de los bancos centrales, es natural
pensar que las transacciones entre dos bancos “pequeños” se saldaban, no con
oro, sino con las notas emitidas por el banco más solvente. Nos referimos a que
si un banco pequeño recibía de sus clientes cheques contra el otro banco
pequeño, y este último, a su vez, recibía cheques contra el primero, entonces
lo que hacían los bancos era calcular el neto de esas cuentas deudoras.
77. Pero ese neto no podía ser pagado, naturalmente, por
notas del banco pequeño deudor, pues el acreedor no iba a aceptar eso, porque
necesitaba hacer negocios con otros bancos, que no le iban a aceptar como medio
de pago esas notas del otro banco pequeño. Debía ser pagada por oro en
reservas, o, como ocurrió por motivos de conveniencia (es muy difícil cargar
oro, sobre todo por mar, en esa época -y en la actual también!) con notas del
banco que fungía como el emisor de las notas que representaban la unidad de
cuenta.
78. Así, la historia nos muestra que esas notas se
constituyeron en las unidades de cuenta, en primer lugar, por valer uno a uno
con el oro. Segundo, se transformaron también en medio de cambio entre bancos
pequeños, y por tanto, en reserva de valor, y en reservas bancarias propiamente
dichas en esos bancos: se convirtieron en las “divisas” de circulación en el
resto de la economía.
79. De hecho, imaginemos que extendemos nuestro modelo de
bancos a una situación en que cada banco está en una isla, y atiende la
economía de la misma. Una de ellas tiene una economía con poco riesgo y
productividad superior. Cada isla tiene su economía interna, pero tiene relaciones
económicas con el exterior, pues hay especialización. Si entre dos islas con
bancos pequeños, no tan solventes, se realizan transacciones, que son en este
caso importaciones y exportaciones, es de esperarse que ocurra lo que se
describió: el neto de la transacción es pagado, ya sea con oro, o con las notas
del banco más solvente en este mundo de islas (o con deuda “internacional”).
Dados los problemas de transporte de oro por mar, es de esperarse que se opte
por lo más práctico: el pago con notas del banco más solvente.
16. Supuesto de las islas
80. Es bueno aclarar que en una economía nacional los bancos
no están en territorios separados. Ni siquiera internacionalmente. Pero este
supuesto de islas es muy útil para efectos posteriores de aplicación de la teoría
al contexto internacional, en que cada país tiene circunstancias
político-institucionales y económicas diferentes, con regulaciones bancarias
que difieren. Sobre todo, bancos centrales diferentes, y políticas monetarias y
cambiarias diferentes. Por esto el supuesto va a ser no solo útil, sino que
también va a tener un gran grado de realismo. Además es didácticamente muy
útil, como se irá haciendo evidente.
81. Generalizaciones al fenómeno de transnacionalización del
capital bancario y productivo son en realidad fáciles de acomodar al modelo
inicial, sobre todo porque la realidad de los estados-nación diferenciados en
el mundo es un determinante real muy relevante para este análisis económico. La
idea de bancos líderes y países líderes y mayor poder de mercado (poder
monopólico y oligopólico) asociado con ellos nos va a permitir acomodar de
manera natural el fenómeno de imperialismo económico y político, como veremos.
17. Bretton Woods: dólar como divisa y “reservas
internacionales”
82. Esta historia muestra de manera natural, si se extiende
el ámbito de aplicación del modelo al mundo entero, porqué el dólar de Estados
Unidos se convirtió en la divisa internacional, sobre todo luego del acuerdo de
Bretton Woods, que estipulaba que el dólar era unidad de cuenta, medio de
cambio internacional, y reserva de valor, con la condición de que fuera
intercambiable, uno a uno, por oro.
83. El “patrón oro” es un régimen internacional anterior a
este, que consiste en que las transacciones netas eran hechas en oro, y no en
dólares. De manera que, mientras en el sistema de Bretton Woods los países
guardaban dólares como reservas, y era la referencia para valuar sus monedas,
con un tipo de cambio fijo del banco más solvente, podríamos decir, en el
sistema de patrón oro se guardaban reservas de oro por la misma razón, y con el
mismo tipo de cambio fijo al interior de los países.
84. Devaluaciones o revaluaciones posteriores reflejaban
pérdida o ganancia, respectivamente, de productividad económica, y solvencia en
general, frente a los demás países.
18. Tipo de cambio fijo y entidades de ahorro y préstamo.
85. Si un banco o isla que no es líder (pensemos en
Venezuela), decide, por razones no consideradas aquí, imponer por decreto que
sus notas tienen una paridad fija con respecto a las notas del banco o isla
líder (pensemos en Estados Unidos), tiene que pagar un costo, naturalmente.
86. Recordemos que cualquier banco en la economía en
cuestión tiene una tasa de reservas sobre depósitos endógena: es la tasa que le
permite hacer frente a los retiros de los clientes, y saldar las deudas netas
con otros bancos pequeños, o con el banco grande.
87. En términos de países, las reservas permiten saldar los
déficits de exceso de importaciones de la isla con respecto a sus
exportaciones, suponiendo que el banco es el banco de todos los nativos de la
isla, como habíamos dicho.
88. El costo mencionado, pues, tiene que ver con un aumento
considerable de la tasa de reservas. En realidad, si no hubiera otros
beneficios ofrecidos a los depositantes (y por tanto otros costos asumidos por
el banco), la tasa de reservas tendría que ser de cien por ciento en este caso.
89. Es lo que llamamos dolarización en el ámbito
internacional, un fenómeno que ocurrió en algunos países pequeños luego del
rompimiento del acuerdo de Bretton Woods. La razón es que nadie estaría
dispuesto a aceptar una nota bancaria riesgosa que paga cero interés: si el
banco o país en cuestión se compromete a pagar una nota suya por una nota del
banco o país líder, como se exige en un régimen de tipo de cambio fijo, todo el
mundo iría a cambiar sus notas riesgosas a cambio de la que no tiene riesgo.
90. En equilibrio, nadie desearía tener la nota riesgosa.
Por lo tanto, las reservas tendrían que ser del cien por ciento con respecto a
las notas emitidas. En otras palabras, el banco o país en cuestión perdería
totalmente la capacidad de emitir sus propias notas.
91. Si estuviéramos hablando de lo que pasa con un banco que
decide hacer esto al interior de un país, el mismo se convertiría en lo que hoy
por hoy conocemos como “entidad de ahorro y préstamo”, que no es un banco como
los que hemos descrito, sino una entidad que recibe depósitos, materialmente
hablando, de unas personas que quieren ahorrar su dinero, y las presta a otras,
que quieren invertir. Pero el dinero depositado sería el del banco líder, o
banco central si lo hay.
92. Si hablamos del mundo de islas, o del entorno
internacional, si una isla o país decide hacer esto del tipo de cambio fijo,
las notas que circularían en esa isla o país serían las de la isla o país
líder. En el mundo actual: habría dolarización en esa economía.
93. Vemos aquí, aunque lo explicaremos más abajo, que el
banco o el país en cuestión perdería toda su capacidad de crear dinero, y con
esto, su capacidad de expandir el crédito cuando hay información asimétrica
entre los ahorristas y los inversionistas con potencial.
94. La economía de la isla sufriría como consecuencia de esa
pérdida de capacidad de creación de dinero endógeno. Otras pérdidas serán
detalladas abajo, cuando hablemos de esto en el contexto de los países en
ausencia de un banco central mundial.
19. Contagio
95. Ahora bien. Antes de introducir los bancos centrales en
el modelo, mostremos que hay un problema adicional de las corridas bancarias:
el “contagio”. Cuando hay una corrida contra un banco, se corren rumores entre
la gente que son clientes de otros bancos. Y para evitar el riesgo que implica
no poder convertir sus notas en oro, esta otra gente, con frecuencia, también
corre a la taquilla de su banco a liquidar sus depósitos.
96. Como cada persona empieza a pensar que los demás lo
harán, entonces lo hacen. Se cumple lo que presumieron porque actuaron en
consecuencia, y la corrida se generaliza, por el efecto contagio. Esto puede
arrastrar a todos los bancos del sistema, y tener efectos muy nocivos sobre la
economía, como se podrá imaginar, y no expondremos aquí.
97. Solo mencionaremos uno de esos efectos, de largo plazo:
la confianza en el sistema bancario baja, por lo que la capacidad de la banca
para generar créditos baja, lo cual afecta negativamente a la economía.
II. Bancos centrales nacionales y el sistema financiero
1. Bancos Centrales y dinero primario
1. Para evitar las corridas injustificadas, y los contagios
que llevan aparejados, que no se deben a la falta de solvencia de un banco,
surgió la figura del Banco Central, como un banco de bancos. En algunos lugares
eran privados, pero con la “colaboración” del Estado (como en Estados Unidos,
donde el Banco de la Reserva Federal es básicamente privado). En la mayoría de
los países es de propiedad pública.
2. La idea de la función del banco central era la siguiente: las notas bancarias emitidas por este banco de bancos era el “dinero de curso legal”. Esto quiere decir que todos en ese país deben aceptar como medio de pago esas notas, que ahora se llaman “monedas y billetes”, o “dinero primario”, en cuyos lados empezaron a aparecer figuras nacionales, como los reyes, o próceres nacionales.
3. El oro fue centralizado aquí, como la la base de reservas
de ese nuevo dinero. Pero la base principal, como venimos exponiendo, eran los
créditos otorgados a todos los bancos del “sistema bancario” del país (y el
crédito al gobierno, de lo cual hablaremos después).
4. La cosa operaba así: El BC (banco central) emitía monedas
y billetes a favor de los bancos, y como contrapartida los bancos emitían bonos
de deuda a favor del BC. Luego, los bancos daban al público esas monedas y
billetes en vez de oro cuando había retiro de sus “depósitos”.
5. Esto en realidad no fue de un momento a otro, sino que
tomó tiempo, pero al final eso fue lo que pasó, como observamos hoy por hoy.
6. El sistema servía como mecanismo para evitar las corridas
porque si un banco solvente veía que venía mucha gente a su taquilla (que es el
origen de la palabra “banco”, por cierto) a retirar monedas y billetes,
entonces pedía automáticamente un crédito al BC, que, con todo el “poder del
mundo”, simplemente ponía la maquinita de imprimir dinero a funcionar (las
monedas eran emitidas en metales durables, pero de muy poco valor; y los
billetes tenían un costo de impresión muy por debajo de su valor nominal).
7. Como la gente estaba obligada a aceptar eso como medio de pago de sus depósitos del banco en cuestión, y había suficiente ahora, entonces la cosa funcionaba. Por eso el BC desarrolló un departamento de control de la solvencia de los bancos muy fuerte: debía no solo saber cuáles bancos eran solventes, sino además imponer medidas regulatorias para que el banco no se desviara de las prácticas de “banca sólida” (sound banking), en particular, para que no se prestara a sí misma, y conservara una cartera de créditos segura, y una tasa de “encaje legal” apropiado.
7. Como la gente estaba obligada a aceptar eso como medio de pago de sus depósitos del banco en cuestión, y había suficiente ahora, entonces la cosa funcionaba. Por eso el BC desarrolló un departamento de control de la solvencia de los bancos muy fuerte: debía no solo saber cuáles bancos eran solventes, sino además imponer medidas regulatorias para que el banco no se desviara de las prácticas de “banca sólida” (sound banking), en particular, para que no se prestara a sí misma, y conservara una cartera de créditos segura, y una tasa de “encaje legal” apropiado.
8. Tasa de encaje es la cantidad de reservas y capital como
porcentaje del total de depósitos, y el legal debía imponer una parte
importante del capital de los dueños, de manera que a la hora de una quiebra,
ellos respondieran por lo sucedido ante sus acreedores.
9. El BC, era entonces el “prestamista de última instancia”: si había un intento de corrida, se pedía prestado al BC, y la cosa llegaba hasta ahí, pues era obligatorio la aceptación de su dinero como medio definitivo para saldar los pagos de deudas.
9. El BC, era entonces el “prestamista de última instancia”: si había un intento de corrida, se pedía prestado al BC, y la cosa llegaba hasta ahí, pues era obligatorio la aceptación de su dinero como medio definitivo para saldar los pagos de deudas.
2. Seguro de depósitos
10. Pero, para concluir esta parte, había casos en que el BC
se equivocaba, y los bancos en crisis no eran solventes en la práctica. El
crédito en dinero del BC entonces podría tener una contrapartida “mala” de
deuda de un banco insolvente por sus malos créditos. En esos casos, una corrida
sería la consecuencia obligada si el BC no intervenía.
11. Lo que ocurrió en esos casos, es que el BC, o una
institución relacionada, establecía un “seguro de depósitos”, garantizando a la
gente que sus depósitos, o un porcentaje importante de ellos, tendrían una
contrapartida en dinero asegurada por el BC mismo, que “intervenía” el banco
malo, para reordenar su negocio, como quien asume una empresa en quiebra y la
reorganiza.
3. Inflación y devaluación.
12. En la práctica, esto debía funcionar porque en promedio,
no quebraban muchos bancos a la vez por razones de solvencia: el éxito de unos
compensaba la quiebra de otros. Cuando había “riesgo agregado”, y la economía
fallaba como un todo, pues indudablemente que habría inflación, pues se emitía
más dinero que la contrapartida de producción real.
13. Y el dinero se devaluaba con relación al oro, en los
mercados (y con respecto a las divisas en poder del BC que luego el BC empezó a
tener).
14. Pero la inflación y la devaluación eran males menores, compartidos por todos los tenedores de dinero, comparados con los males de las quiebras generalizadas de bancos por las corridas y sus contagios. Por eso, valía la pena tener los bancos centrales operando.
14. Pero la inflación y la devaluación eran males menores, compartidos por todos los tenedores de dinero, comparados con los males de las quiebras generalizadas de bancos por las corridas y sus contagios. Por eso, valía la pena tener los bancos centrales operando.
4. “Integración” o unificación monetaria al interior de un
país
15. Notemos algo muy importante: al surgir el BC, hubo una
unificación natural del tipo de cambio entre las notas bancarias: se impuso un
tipo de cambio fijo entre esos distintos dineros, y el tipo de cambio se
convirtió en uno por uno, al igual que entre las notas y el dinero del BC era
uno por uno.
16. La razón es que, si había garantía de que las notas
bancarias de los distintos bancos prácticamente nunca perderían su valor frente
a las monedas y billetes, entonces las dos tasas de interés arriba mencionadas,
de 10% y de 20%, se irían a cero, pues este tipo de dinero no necesita de la
solvencia del banco particular que las emite para conservar su valor, sino de
la garantía de su valor por el BC.
17. De ahí surgieron naturalmente las “cuentas corrientes”
de los bancos, que no generan interés normalmente. Las que sí lo generan son
las que no son movilizables tan frecuentemente, las “cuentas de ahorro”, y “a
plazo”. Estas últimas son activos financieros, no dinero.
18. Últimamente también las de ahorro son movilizables por
medio de tarjetas de débito, pero hay una tendencia natural también a la
unificación de la tasa de interés que pagan, aunque es positiva, lo que implica
que valen menos que las monedas y billetes, de acuerdo al cálculo que hicimos.
La razón es que estas cuentas también están garantizadas por el BC, o la
institución de seguro de depósitos.
19. En realidad, son menos líquidas, como vemos, y la
liquidez ahora se ve como la característica de los activos financieros que
tienen menos tasa de interés (y por tanto, valen más). Pero es crucial tener en
cuenta que, si un activo financiero no tiene seguro por la autoridad monetaria,
entonces sí que va a tener una tasa de interés, relativamente alta, variable, y
diferente de acuerdo al banco y su solvencia.
5. ¿Tipo de cambio fijo a nivel mundial?.
20. Si extendemos esto a la realidad internacional, si surge
un banco central mundial, entonces es de esperarse que se unifiquen los tipos
de cambio a nivel mundial. Esto solucionaría la mayor parte de los problemas
monetario-cambiaros de hoy: guerras cambiarias, corridas contra países,
contagios, crisis financieras, señoreaje, autopréstamos, etc.
21. El que se imponga esto va a depender claramente de la
economía política mundial, pues hay fuertes intereses que se perjudicarían,
como el de los grandes bancos, y los países líderes, como Estados Unidos. .
6. Bonos del gobierno y la cantidad de dinero, la inflación
y la devaluación
22. Volvamos a una economía nacional con banco central. Una
cosa importante de incluir en nuestra teoría, es la interacción del sistema
financiero-monetario que hemos venido presentando con el gobierno.
23. La relación con los inversionistas privados ya se ha
descrito, y se podría ampliar para incluir créditos de consumo, como por
ejemplo compras de vivienda, o automóviles (el consumo es en realidad el uso de
los bienes, que son durables, en estos casos). Se otorgan a personas que pueden
retornar el préstamo por su potencial productivo futuro, aunque sea a través de
remuneraciones.
24. En el caso del gobierno, este puede tener más gastos que
ingresos, y solicita créditos no directamente para una inversión o gasto
corriente determinados, normalmente, sino a través de emisión de instrumentos
financieros, como bonos. El banco, sea privado, o el banco central, compra
estos bonos con depósitos o dinero primario, respectivamente. Normalmente se
entiende que el gobierno tiene capacidad de pago, pues puede cobrar impuestos,
o endeudarse de nuevo para pagar los bonos debidos.
25. Con esto, podemos describir otra función del Banco
Central, además de prestamista de última instancia: controlar la cantidad de
dinero en la economía, y por esa vía la inflación y la tasa de cambio (el valor
interno y externo de la moneda).
26. Esa institución puede, por ejemplo, comprar esos bonos
del gobierno a bancos privados a cambio de monedas y billetes. Esto expande la
cantidad de dinero en la economía, pues el banco privado adquiere por esta vía
más reservas monetarias, y entonces puede expandir el crédito si hay
circunstancias reales que lo requieren y posibilitan. Una operación contraria,
de venta de bonos del gobierno por parte del BC, contrae la masa monetaria.
Estas operaciones se denominan “operaciones de mercado abierto”.
27. Como introdujimos arriba, un aumento de la cantidad de
dinero sin que eso se traduzca en un aumento del producto, produce normalmente
incremento de precios de los bienes disponibles para su compra. Lo contrario
tiende a producir baja de precios. De manera que, a través del control de la
masa monetaria, el BC puede controlar la inflación.
28. Si introducimos en el análisis el hecho de que la
economía es abierta, cuando hay un incremento de oferta de dinero, y hay
presión inflacionaria, la gente empieza a ver atractivo tanto conservar el
valor de su riqueza, comprando reservas al Banco Central (oro, dólares), como
comprar bienes en el exterior (importar) que conservan sus precios
relativamente más baratos. Estos dos motivos hacen que el dinero se deprecie
también con respecto a las reservas, o a los dineros de otros países.
29. De manera que el valor interno y externo de la moneda
están relacionados de esta manera: la inflación y la devaluación van
normalmente juntos; son las dos caras de la misma moneda, las dos caras del
mismo billete, por así decirlo.
30. La inyección de dinero en la economía tiene otra
consecuencia a ser considerada: baja la tasa de interés (al aumentar la demanda
de bonos, sube su precio, y baja su tasa de interés implícita, por un cálculo similar
al que hicimos arriba). Esto puede tener un impacto en el estímulo a la
inversión. Así que las decisiones de control de inflación, y de impulso al
desarrollo están relacionadas, en particular si se coordinan con un plan del
gobierno sobre lo último, lo que muestra otra función del banco central en una
economía.
7. Deuda monetizada del gobierno, y señoreaje
31. En un principio, de hecho, los Bancos Centrales se
usaron como medio para financiar la deuda del gobierno. El gobierno emitía
bonos, comprados directamente por el BC, que emitía billetes y monedas a favor
su favor. Así financiaba su déficit de gasto no cubierto por impuestos reales.
Es un déficit “monetizado”, si se financia de esta manera.
32. Entonces el gobierno gana “señoreaje”, que es el ingreso
que viene de comprar bienes reales con dinero que no cuesta producir. Sin
entrar en precisiones, en el señoreaje hay un componente de lo que se llama
también “impuesto inflacionario”, pues la gente le transfiere bienes reales al
gobierno por esta vía, que implica inflación, porque es dinero nuevo emitido
que no va acompañado por bienes nuevos producidos. De este tema hablaremos más
abajo.
8. Independencia del Banco Central
33. El abuso de este tipo de instrumento de financiación ha
producido muchos problemas históricamente en la economía, y hasta huelgas,
guerras, y golpes de Estado. Bolívar señaló esto como una causa determinante de
la caída de la primera República, como citamos al principio del documento.
34. Es por esto que posteriormente se instituyó la
independencia de los BC del poder ejecutivo del gobierno, y se estableció su
objetivo de mantener el valor interno y externo de la moneda. Lo primero
controlando la inflación, y lo segundo, la devaluación.
35. Hay casos, como se dice en el anexo A, en que la emisión de dinero se puede usar en políticas de desarrollo, pero debe hacerse con mucha prudencia, para no caer en el objetivo de financiamiento monetizante del déficit, que sí que es pernicioso desligado de dicha política. Así, se hace necesario con frecuencia la interdependencia entre las políticas monetarias y las fiscales orientadas al desarrollo económico y a de control de ciclos económicos (en recesiones hay que gastar más e inyectar dinero; en booms hay que gastar menos y contraer la masa monetaria: esto para estabilizar la economía).
9. El objetivo de la política monetaria óptima
36. Una vez que hay en nuestra economía bancos centrales, y teniendo en cuenta lo que hemos venido diciendo de que la base del dinero es la economía real, se puede establecer claramente un objetivo claro de política monetaria, al que debe adaptarse el objetivo de la tasa de cambio, del cual hablaremos abajo: la masa monetaria debe obedecer a las necesidades de medio de cambio y reserva de valor de la economía interna. Esto se traduce en garantizar la utilidad del uso del dinero, por lo cual aquí está implícita la obligación de la estabilidad de precios, pues esa es la expresión del valor de la moneda (no entraremos a las dificultades que trae en la economía la incertidumbre sobre los precios, sobre todo para los menos favorecidos).
37. Aparte de este objetivo, que tiene que ver con una
corrección de la fallas del mercado, como mencionamos, el estado puede
intervenir en el mercado para lograr objetivos adicionales, que no están en
contradicción con el primero. El banco central, pues, debe coordinar con el
gobierno las políticas monetarias activas que posibiliten el desarrollo,
controlen la volatilidad de los ciclos económicos, y las políticas
redistributivas. Sobre esto se habla en el Anexo B.
38. Un objetivo adicional es el de impedir el financiamiento
irresponsable de la deuda pública con emisión de dinero del banco central.
Aunque eso está implícito en el primer objetivo, este último se establece
explícitamente al establecer la independencia del banco central y su prioridad
para garantizar el primer objetivo.
III. El Sistema financiero mundial.
1. Países líderes a nivel mundial
1. Es de hacer notar que, a nivel internacional, antes de
que el dólar estadounidense se consagrara como la divisa internacional, la
libra esterlina de Inglaterra tenía ese papel. Lo que ocurrió es que la
economía inglesa era la dominante previamente a nivel mundial, y su sistema
bancario estaba mucho más desarrollado que el del resto de los países del
mundo. El Banco de Inglaterra, banco central de ese país, fue el banco líder
durante la vigencia del patrón oro, y posteriormente a la primera guerra
mundial también, cuando ese régimen se descalabró.
2. Como habíamos dicho, el banco-país líder lo es tal porque
es líder, tanto en la productividad de su economía, que es la que basa el
sistema monetario en el lugar, como por la cantidad del negocio que se deriva
de ahí. La escala del intercambio económico de Inglaterra con el resto del
mundo era mucho mayor que el de los otros países.
3. El surgimiento de Estados Unidos como la primera potencia
económica mundial, con su mejoría en eficiencia y en escala de negocios e
intercambios internacionales, dio paso al inicio de su liderazgo mundial en
materia monetaria, cosa que fue “santificada” con el acuerdo de Bretton Woods.
4. Las recientes crisis económicas de Estados Unidos, y el
surgimiento de nuevos líderes económicos mundiales, como los BRICS (Brasil,
Rusia, India, China y Sur-África), que actúan como bloque a nivel
internacional, ha puesto de relieve la posibilidad real del fin del dominio del
dólar como divisa internacional, sobre todo por el tema del señoreaje de ese
país sobre el resto del mundo. Notemos de nuevo, que estos países, notablemente
China e India, han insurgido como potencias por su competitividad económica,
que implica mejor calidad y/o cantidad por precio comparada con la del país
líder, Estados Unidos.
5. A pesar de que esos países han decidido recientemente
transar sus productos en sus propias monedas, con acuerdos cambiarios fijos y
predecibles acompañantes, lo cual da inicio a un cambio fundamental al
liderazgo de divisas a nivel mundial por la escala de esas transacciones, se ha
reabierto el debate sobre la necesidad de un Banco Central Mundial que funja
como instrumento para regular los bancos a nivel internacional, prestamista de
última instancia para evitar corridas y contagios, evite el señoreaje a favor
de unos países en contra de otros, y unifique el tipo de cambio
internacionalmente, dando estabilidad al sistema monetario y financiero
mundial.
6. La idea no es, pues, no tanto desbancar a Estados Unidos
como país-banco líder en materia monetaria, e imponer, por medios de dominación
económica, una nueva divisa mundial, sino buscar un arreglo que evite las
grandes pérdidas que se asocian a la ausencia de un banco central en el ámbito
internacional. Como dijimos, eso evitaría las guerras cambiarias, y llevaría a
un equilibrio de juego repetido en que la cooperación estratégica a nivel
mundial significaría una ganancia sustancial para todos los involucrados, es
decir, para todos y cada uno de los países del mundo.
7. Alguien podría decir que esto no es conveniente para los
Estados Unidos mismo. Pero en la situación de pérdida de productividad y
competitividad relativa que los está golpeando enormemente, en presencia de
pérdida de liderazgo monetario y político, esta puede muy bien ser una salida
no vergonzosa a sus problemas. De manera que incluso ese país puede
beneficiarse del arreglo, que, por su responsabilidad debió haberse impuesto
desde hace mucho, en Bretton Woods, a propuesta de Keynes.
2. Ausencia de regulación internacional
8. Cuando hablamos del sistema de Bretton Woods, dijimos que
los países guardaban fundamentalmente reservas de dólares como medio de pago de
sus transacciones internacionales: eran las “reservas internacionales” por
excelencia, más allá del oro. Era un sistema estable, y confiable, siempre que
se mantuviera la convertibilidad en oro en última instancia. Como dijimos
arriba, un sistema bancario nacional que crea dinero, tiene fuertes incentivos
para que los banqueros se presten a sí mismos. Es necesaria una muy fuerte
regulación para que la cosa funcione, pues el mercado por sí mismo no lo puede
regular, en particular el tema de las corridas, los contagios, y los
auto-préstamos.
9. Para esto surgieron a niveles nacionales los bancos
centrales y las instituciones de regulación bancaria. Pero a nivel internacional
los mismos problemas descritos existen, sin que haya instituciones de
regulación internacional que los eviten. A nivel nacional hay sistemas
políticos que implican que el mercado es regulado, pues por sí mismo no se
autorregula, sobre todo en el ámbito monetario y financiero. Pero a nivel
mundial, no existe un “Estado mundial” que imponga regulación del mercado a ese
nivel, que funciona hoy por hoy, básicamente, de acuerdo a las leyes del
capitalismo salvaje, con las implicaciones en términos de ineficiencias,
crisis, e injusticias entre países y con la naturaleza.
10. En una primera aproximación, podríamos interpretar el
mundo de hoy como conformado por países, con sus bancos centrales
“consolidados” con los privados, haciendo las veces de los bancos privados en
nuestra sección anterior cuando no existía en la economía un banco central.
Imaginemos, pues, la economía mundial como una economía en que existen bancos
privados independientes, uno por cada país. Sería como la economía descrita
arriba en el período previo a la existencia de un banco central.
11. Este enfoque nos permite ver claramente que hay en el
mundo los problemas de la economía descrita: corridas, contagios, y los
problemas que esto trae consigo en términos de inflación y contracción económica.
En particular, falta de regulación de los bancos en cuestión, por lo que
tienden a prestarse a sí mismos, y a devenir en insolventes, con las
consecuencias negativas sobre el resto de los pobladores de esta economía, el
mundo.
12. La crisis financiera de 2008 fue un gran alerta en ese sentido, por sus consecuencias devastadoras sobre el mundo entero. No solo sobre los pobres y los países pobres.
12. La crisis financiera de 2008 fue un gran alerta en ese sentido, por sus consecuencias devastadoras sobre el mundo entero. No solo sobre los pobres y los países pobres.
3. ¿Banco Central Mundial?
13. Con esto en mente, en Bretton Woods, Keynes en persona
abogó por un Banco Central Mundial que fungiera como regulador, y como
prestamista de última instancia. Si las potencias económicas, en particular los
EEUU, le hubieran hecho caso, no habrían ocurrido las crisis financieras desde
entonces. En particular, no hubiera ocurrido el rompimiento de Bretton Woods
por parte de Estados Unidos, y el consiguiente descalabro del sistema
monetario-financiero internacional.
4. Ventajas para Estados Unidos derivadas de su preeminencia
monetaria
14. La negativa de Estados Unidos para aceptar la propuesta
de Keynes se basa en algo que no mencionamos arriba cuando hablamos de un
sistema financiero nacional, que es que el banco solvente, cuyas notas circulan
como unidad de cuenta, medio de pago y reserva entre el resto de los bancos,
tiene ventajas adicionales que vienen de esta aceptación de sus notas como
divisa. Al subir la demanda de sus notas, directa o indirectamente sube su
demanda de crédito, pues en la cuenta T, la contrapartida de los depósitos, las
notas bancarias, son los créditos.
15. Por esto, sube su escala de negocios, por lo que
aumentan sus ingresos y sus ganancias: es sabido que la escala de operación de
un banco es muy grande, y que incluso sus costos medios bajan a medida que
aumenta su operación, por lo cual, si hay limitaciones de demanda iniciales, el
incremento lo que hace es subir tanto su ingreso como su ganancia. Por otro
lado, su riesgo se diversifica de manera natural, y tiende a experimentar solo
el riesgo agregado (el que afecta a toda la economía a la vez), pues si algunos
de sus clientes de crédito les va mal, a otros les va bien, por la ley de
grandes números, cuando no hay riesgo agregado. Claro que cuando este último
existe, al banco le va mal cuando la economía globalmente le va mal, lo cual
puede desencadenar corridas y contagio general para todo el mundo.
16. Si tenemos en cuenta de que estamos hablando no solo de
la Reserva Federal de los Estados Unidos, sino de todo su sistema
monetario-financiero y económico, podemos ver en perspectiva lo que estamos
afirmando: ese país se ha beneficiado notablemente de la demanda mundial de su
moneda en términos de crédito e inversión productiva. Ha caído en el círculo
virtuoso del liderazgo monetario: es líder porque es poderoso económicamente, y
es poderoso económicamente porque es líder.
17. La otra “ventaja” adicional es que, en ausencia de un
organismo regulador ante el cual el país de las divisas tenga que rendir
cuentas, los incentivos para hacerse auto-préstamos son muy tentadores, sobre
todo en un contexto en que el gobierno de ese país, Estados Unidos, no tenía
suficiente dinero para financiar sus gastos, en particular, sus aventuras de
guerra internacionales. Así, el gobierno de ese país emitió bonos por una
cuantía muy grande, y el Banco de la Reserva Federal, que así se llama el banco
central allá, los compraba emitiendo dinero. No había el problema de inflación
interna en el país, porque el dinero era usado en gran medida afuera,
internacionalmente para esos propósitos.
18. Adicionalmente, ese banco central no es público, en su
mayor parte, sino privado, propiedad de grandes conglomerados de bancos
privados mundiales. Y su ideología no es de regulación de la actividad
crediticia de los bancos privados, sino la de autorregulación. Eso devino en
los desmanes de auto-préstamo y de “salvamento” de bancos irresponsables que
quedó en evidencia en la crisis de 2008.
5. Rompimiento de Bretton Woods y corridas contra países
19. Ahora bien. El rompimiento del acuerdo ocurrió cuando
hubo una corrida contra la Reserva Federal por parte de países de Europa, que,
ante el financiamiento monetario de la guerra de Viet-Nam por parte de Estados
Unidos, venían que la solvencia de ese país estaba en riesgo, y por eso dudaron
de su posibilidad de conservar su riqueza en términos de oro. Las demandas de
oro no fueron aceptadas por Nixon, presidente de ese país en la época, y se
rompió el acuerdo.
20. Paradójicamente, esa corrida no tuvo el efecto de
quiebra del país o banco respectivo, como en el caso descrito al interior de
una economía. La razón es sencilla, y política: EEUU no se sentía obligado por
ninguna ley u organismo internacional para “liquidar” el banco de la Reserva
Federal: no se sintió en la obligación de declarar la quiebra y repartir los
activos entre los acreedores. Los billetes verdes emitidos por la Reserva
tuvieron que ser aceptados sin posibilidad de ser cambiados por oro, y sin
embargo siguieron teniendo valor, como explicaremos.
21. Otra paradoja, es que precisamente ese rompimiento,
trajo contagio de la corrida, que aunque no se dio en Estados Unidos, sí que se
dio en muchos países pequeños, incluso solventes: se experimentaron fugas
masivas contra la moneda nacional a cambio de dólares, ya que no se emitió oro
a cambio de esas monedas en los respectivos bancos centrales de esos países
pequeños, como era lógico.
22. La paradoja está en que esa demanda de dólares
fortaleció a esa moneda, y la consagró como reserva de valor internacional para
este tipo de países, a pesar de que, en un contexto clásico como el descrito
arriba, la falta de convertibilidad de la divisa con respecto al oro hubiera
constituido una causa suficiente para una corrida contra esa moneda, y hubiera
significado la quiebra del banco emisor a favor de los acreedores, los
tenedores de dólares.
23. Como se dijo, eso no ocurrió, el mundo tuvo que
“calarse” la tenencia de dólares no respaldados por oro, y sufrir las
consecuencias. Por ejemplo, en los países pequeños, las fugas implicaron
notables devaluaciones de las monedas nacionales, y el fortalecimiento del
dólar como reserva de valor de sus pobladores.
6. El fortalecimiento artificial de Wall Street y el
encubamiento de la burbuja financiera internacional
24. En neto, el dólar se fortaleció con la crisis monetaria
internacional que se desencadenó, inicialmente. Pero el empobrecimiento de
muchos de los países pequeños y pobres desmejoró la economía mundial, como un
todo, lo cual, por la vía del riesgo agregado que mencionamos, perjudicó al
final a Estados Unidos también, en un sentido.
25. En todo caso, sin entrar a medir el efecto económico
neto sobre los Estados Unidos, hubo claramente un efecto de redistribución
regresiva de la riqueza a nivel internacional, y países fuertes, como Estados
Unidos, se vieron favorecidos por el influjo de capitales que fortalecieron su
sistema económico-financiero.
26. Wall Street terminó muy favorecida como centro
financiero internacional, con todas estos influjos de capitales, y con el
señoreaje internacional de Estados Unidos sobre el resto del mundo.
27. Ahí se gestaron las crisis financieras futuras, pues
mucha de esa riqueza financiera era una burbuja, que no fue fortalecida por
desarrollo económico real, ni en el resto del mundo, problematizado con estas
cosas, ni internamente en los Estados Unidos, de manera proporcional.
7. Fiat money: Dinero de confianza (traicionada)
28. Este es un buen lugar para enfatizar algo muy
importante, que se ha mencionado, pero solo de manera implícita. Toda esta
teoría del dinero muestra algo crucial: el valor del dinero se basa en la fe de
la gente, en su confianza en su valor. Y el líder de esta confianza es la
institución bancaria.
29. Recordemos que, cuando empezamos a describir la teoría,
era crucial que la base de las notas emitidas como dinero era el crédito del
banco en ciertos inversionistas que esa institución calificaba como creíbles,
como con potencial para hacer realidad una idea, cuya realización estaba en el
futuro, no en el presente. Mostramos entonces que, como la gente creía en el
banco, daba fe del valor del dinero que estaba usando, como reserva de valor, y
medio de pago. Tanto el tenedor original, como el destinatario del dinero en
las transacciones, confiaban en el sistema. Y eso era lo que le daba valor.
30. Si esa confianza era puesta en duda, el sistema se caía,
pues ocurrían las corridas descritas, y los contagios señalados. El Banco
Central incursionó en el sistema monetario para fortalecer esa confianza, ese
basamento en el valor del dinero. Como el gobierno estaba involucrado ya, el
sistema se hacía más creíble, pues presumiblemente el gobierno representaba el
interés de la gente, cuya confianza era crucial para sostenerlo, y cuyo interés
dependía de que el sistema funcionara bien.
31. Pero, como dijimos, los gobiernos con frecuencia
traicionaron esa confianza, y abusaron del sistema, socavando el valor del
dinero, y la confianza de la gente en ese valor, al imprimir billetes para
sacar señoreaje de esa misma gente a quien representaba.
32. Señoreaje es una palabra decente, realmente, un
eufemismo, para una palabra más directa: robo. Pues se trataba, como se
describió, de la extracción de bienes reales propiedad de la gente a cambio de
dinero con valor de producción prácticamente nulo. Y una extracción
involuntaria, por lo cual puede ser tipificado como robo.
33. En algunas circunstancias esa extracción podría ser
justificada como política redistributiva, o de desarrollo económico, como se
expone en el Anexo A, pero en la mayoría de los casos se puede afirmar que se
trata de medios perniciosos, pues no solo quitan involuntariamente a la gente
recursos reales, que pudieron ser quitados por medios más transparentes como
los impuestos, si fuera necesario, sino que traicionan la fe de la gente en el
sistema monetario, y el valor del dinero, por lo cual el sistema monetario como
tal termina perjudicado, y su función social termina socavada.
34. Ahora bien. No solo los gobiernos han traicionado la fe
de la gente. Los bancos, tanto nacionales, como sobre todo internacionales, lo
han hecho también, como ha quedado muy claro con la crisis financieras pasadas,
en particular la de 2008.
35. Esto con la complicidad del gobierno de los Estados
Unidos y su Reserva Federal, al no tener un sistema de regulación apropiado,
pues, por razones ideológicas, y de clase, confiaba en el mecanismo de mercado
para auto-regular la actividad financiera, lo que en la práctica significaba
favorecer políticamente los desmanes de los más ricos de la sociedad, que no
reflejaban una mejor eficiencia económica, ni mucho menos, en contra de la gran
mayoría de la población, tanto de ese país, como de los demás países, en
particular de la gente más desamparada en términos político-económicos, los
pobres en los países ricos, los países pobres, y los pobres de los países
pobres.
36. Un robo descarado a miles de millones de gentes en el
mundo entero ocurrió por esta vía. Y se socavó la confianza en el valor del
dinero y del sistema monetario-financiero a nivel mundial, con las
consecuencias que esto trae en todos lados.
37. Y esa confianza fue traicionada también por el gobierno
mismo de los Estados Unidos directamente, no solo a través de su favoritismo
por los banqueros, por ejercer el mecanismo de señoreaje sobre el mundo entero
por su condición de emisor de la divisa mundial por excelencia. Robo, pues, y
traición. Robo en montos enormes, y traición en la confianza de la gente, de
consecuencias gigantescas sobre la pérdida de bienestar de miles de millones de
personas en el mundo entero.
38. Imaginemos el poder económico que tienen los bancos, los
bancos centrales, y las agencias de calificación de riesgo a nivel mundial.
Estas últimas tienen el gran poder de calificar la confianza que se tiene en
una moneda emitida por un Banco Central determinado, de manera indirecta, al
calificar la confianza que hay que tener en los bonos del gobierno de ese país,
por ejemplo.
39. Como se trata de un sistema de fe, pues, de confianza,
si la gente se organiza políticamente, tiene todo el poder para incidir sobre
las instituciones que garantizan esa confianza, sean privadas o públicas, sean
nacionales, o internacionales. Sobre todo a este nivel, hace falta la acción
política de la gente organizada para evitar la delincuencia de los países
forajidos, y de las empresas financieras privadas forajidas. La gente, con los
movimientos okupa, y los indignaos, está empezando a decir, en los hechos, ya
basta.
40. Lo primero que hay que hacer, es estar claros en esta
materia, lo cual es uno de los objetivos de este documento. Y los gobiernos que
representan al pueblo, a los pobres, no pueden dejar de percibir esa realidad.
41. Internamente, por lo menos, deben proveer a sus
representados de un sistema monetario creíble, y adecuado al bienestar
económico y social. En particular, alta inflación, y recurrentes devaluaciones,
son incompatibles con un gobierno de este tipo. Por la sencilla razón de que,
aún si los salarios nominales van creciendo, quienes más se benefician y
quienes menos se perjudican, en este río revuelto son los más poderosos, pues
siempre tienen formas de evadir las consecuencias negativas de la situación, y
hasta de aprovecharse de ella. Si este fuera el caso, ese gobierno favorece,
por sus acciones, por sus efectos, más que por sus palabras, a los ricos, y no
a los pobres.
8. “Emancipación” del papel moneda
42. Hemos hablado de que la confianza de la gente ha sido
traicionada, tanto por los gobiernos de Estados Unidos, como por bancos
privados: se han estado prestando a sí mismos sin un respaldo, ni de oro, ni de
crédito productivo. Inmediatamente surgen dos preguntas: una, si es posible que
el dinero generado de esa manera tenga valor real. La segunda, cómo es es
posible que ese dinero no tenga respaldo ni de reservas (ni oro ni divisas), ni
de crédito.
43. Cuando introdujimos la teoría de “dinero endógeno”,
basado en el crédito, dijimos que los economistas tradicionales no podían
explicar cómo ni porqué el dinero emitido por los bancos más allá del respaldo
en reservas tenía sustentación económica real. Y que se criticaba el poder de
los bancos para crear ese dinero. Sin embargo dijimos que tenía una función
social económica: permitían que emprendimientos productivos que de otra manera
no se realizarían, se llevan a la práctica, y todo el mundo se beneficiaba.
44. Sin embargo, en el caso que estamos viendo, de gobiernos
y bancos emitiendo dinero sin respaldo, ni de reservas, ni de crédito
productivo, tendría que ponernos a pensar que ese dinero emitido de de esta
manera no tendría, ni explicación, ni función social, por lo menos válida. Las
preguntas que hemos formulado tienen que ver con todo esto.
45. En cuanto a la primera pregunta, diremos que sí que es
posible: dinero sin respaldo real, ni de reservas ni de crédito productivo
tiene valor real. Lo primero que salta a la vista, es que, aún si no hubiera
teoría, eso del valor real de este tipo de dinero es una realidad fáctica.
46. La comprobación más clara y notoria de eso es lo que
sucedió hace apenas unas semanas cuando Alemania, que tenía una cantidad importante
de reservas de oro de su propiedad “resguardadas” por el Banco de la Reserva de
los Estados unidos, pidió retirar ese oro (a cambio de dólares de los Estados
Unidos, claro). La respuesta, para sorpresa de algunos (pero no de muchos
otros, como nosotros), fue negativa. Así que esos dólares no tenían respaldo en
oro, como ya se conocía cuando se rompió Bretton Woods.
47. Notemos, sin embargo, que el dinero que hubiera usado
Alemania para retirar ese oro, sigue teniendo valor real: ese país puede comprar
otras cosas con esos dólares, por ejemplo petróleo venezolano. Y nosotros los
aceptaremos voluntaria y hasta entusiastamente.
48. Además, los casos en que ese tipo de dinero no tiene
respaldo de créditos también abundan, como el de los déficits de los gobiernos
que financian gastos ordinarios con emisión de dinero. Los mismos Estados
Unidos han financiado guerras en el exterior emitiendo dinero sin respaldo,
realmente, como mencionamos. El señoreaje es lo que caracteriza a este tipo de
emisión, como decíamos: la gente los acepta como dinero, a pesar de que en la
práctica eso pueda significar una pérdida de valor para ellos, aún aunque no lo
sepan, por la vía de la inflación.
49. Pero adelantemos una teoría de porqué esto ocurre, y
luego hablemos de la relevancia de esto para nuestra propuesta cambiaria y
financiera. Es muy sencillo. Imaginemos que hay una imprenta privada secreta
que tiene mucha habilidad para imprimir billetes que parecen idénticos a los
billetes oficiales, y cuyo costo de impresión es muy bajo por unidad comparado
con el valor del bolívar en el mercado. El dueño de la imprenta “regala” los
billetes a su hermano, entre otras personas. Este va a comprar comida en un
supermercado. El cajero acepta los billetes como medio de pago. El supermercado
los deposita en su cuenta en el banco.
50. Como los billetes están bien hechos, solo la fe de quien
los recibe es suficiente para que tenga valor. Así entran en el sistema
monetario, y quien gana señoreaje es el dueño de la imprenta, no el gobierno.
Notemos que estos billetes no tienen respaldo alguno, ni en reservas, ni en
crédito. Y sin embargo tienen valor. Es exactamente lo mismo que ocurre con los
gobiernos que hemos descrito: no tienen respaldo más que la fe de la gente. Son
dinero de fe pura, podríamos decir. Pero tienen valor. Lo que pasa es que el
gobierno se auto-otorga el monopolio de imprimir los billetes oficiales. Y a
los “piratas” los declara ilegales, y mete preso al dueño de la imprenta si lo
agarra.
9. Reservas internacionales de fe pura sin inflación
51. Este dinero de fe pura tiene tanto poder, tanto valor,
que en ocasiones no generan inflación en el mundo. Imaginemos una isla del
Pacífico cuyo banco central, antes aislado, ve los billetes verdes y cree en
ellos. Entonces emite su dinero a cambio de ellos cuando un poblador,
exportador de pescado, se los vende. Los dólares de fe pura pasan a ser
reservas internacionales, y no generan inflación porque hay una economía que
antes estaba aislada, con bienes reales, que los absorbe voluntariamente, y
como algo útil, además.
52. Así, los EEUU se quedan con el pescado de la isla, a
cambio de billetes sin valor intrínseco, acopiando señoreaje, pero sin producir
inflación mundial, ni inflación interna en su país. Este ejemplo sencillo nos
da una idea de qué es lo que ha ocurrido con la mayor parte de los dólares que
han inundado al mundo, y sus consecuencias para la economía y la riqueza de los
estadounidenses. Han hecho un servicio a la humanidad ayudando a la isla a
incorporarse a la economía mundial....
10. Bancos de ahorro y préstamo emitiendo dinero de fe pura
53. Imaginemos ahora una isla de las nuestras que tiene solo
un banco que solo intermedia entre ahorristas e inversionistas y no genera
dinero sobre las reservas para crédito. Podemos pensar en una economía con tipo
de cambio fijo, extendiendo el ejemplo al entorno internacional, como venimos
explicando.
54. Supongamos que por presión, el banco en cuestión le da
créditos al gobierno para gastos corrientes. Lo que ocurre entonces es que se
va a generar inflación, sin duda alguna, producto de este señoreaje. Y además
se va a generar un efecto sobre el tipo de cambio: tanto el valor interno, como
el externo, de la moneda, se va a resentir.
55. Es lo que ha pasado con algunos países con tipo de
cambio fijo que no han respetado la restricción de que tipo de cambio fijo (o
dolarización) es incompatible con política monetaria activa. Como consecuencia
natural, esos regímenes cambiarios han resultado prácticamente imposibles de
sostener, y han tenido que ir devaluando, irrespetando así su compromiso de
mantenerlos, y la credibilidad de la gente en los mismos.
11. Bancos sujetos a corridas emitiendo dinero de fe pura
56. Lo dicho nos prepara para el colmo del estiramiento de
la creación de dinero de fe pura (dinero inorgánico, lo llaman en otros
lugares). Imaginemos un banco en una de nuestras islas que está sometido a
corrida bancaria, y que cierra su taquilla. Hay una cola de gente queriendo
retirar sus depósitos, sus reservas. Pero el gobierno, en esa situación decide
solicitar a ese banco que financie su déficit ordinario con sus notas
bancarias.
57. Como hemos visto, en esa isla las notas del banco
cerrado circulan por motivos de fe pura. Están devaluados con respecto a las
reservas, y si hay un mercado privado de reservas habrá lo que se llama mercado
negro de divisas. Una emisión como la señalada es posible, como vemos, y
lógicamente se generará inflación, además de una presión adicional sobre el
mercado negro.
58. Esto es exactamente lo que ha pasado en Venezuela en
estos últimos años bajo el régimen de control de cambios: la taquilla está
cerrada, las reservas están siendo racionadas, y, sin embargo, el banco central
ha emitido bolívares para financiar el déficit del gobierno.
59. Y encima de eso, el gobierno está culpando al sector
privado productivo de generar inflación por motivos políticos, y de presionar
el tipo de cambio del mercado negro hacia arriba por los mismos motivos.
60. Abajo, con un gráfico, describiremos brevemente las
implicaciones para el mercado negro de un régimen de control de cambios, y de
incrementos en la cantidad de dinero de fe pura sobre ese mercado.
61. Demás está decir, y repetir, que un régimen de control de cambios, sobre todo con un tipo de cambio fijo oficial, es completamente incompatible con financiamiento monetario del déficit fiscal. Una cosa contradice a la otra: es hipócrita, o el colmo de la ignorancia, pretender mantener un tipo de cambio oficial fijo bajo estas circunstancias, y emitir, a la vez, dinero para financiar déficits ordinarios del gobierno.
12. Guerras cambiarias
62. Uno de los fenómenos acentuados por el rompimiento del
acuerdo de Bretton Woods fue las “guerras cambiarias” entre países, sobre todo
pequeños. La idea es que los sectores productivos de un país, para aprovecharse
de los vecinos, con quienes comerciaban, presionaban a sus gobiernos para que
devaluaran artificialmente, para hacer sus productos más atractivos que el del
país vecino, y para acaparar el mercado interno frente a las importaciones de
ese país vecino.
63. Si esto se daba en un contexto de cierta estabilidad de
comercio, en que ya habían políticas de incentivos a la sustitución de
importaciones, como aranceles de importación, las devaluaciones por estas
razones se vieron como una manera de dar la vuelta a esta estabilidad, y
aprovecharse de la situación.
64. Podríamos pensar en un juego del dilema del prisionero,
en que, si no hay una relación de largo plazo porque la inestabilidad monetaria
internacional lo impide, a los países vecinos no les conviene cooperar en
materia cambiaria, sino entrar en “desvíos” de esa cooperación. Pues si uno de
ellos coopera, manteniendo un tipo de cambio más o menos predecible, el otro
país le conviene devaluar sorpresivamente, y aprovecharse de la manera
descrita, como en el juego del dilema del prisionero.
65. Un ejemplo claro de esta situación se dio en las
relaciones entre Brasil y Argentina, cuando este último dolarizaba, y Brasil
devaluaba. Los acuerdos comerciales de Mercosur se vieron totalmente afectados,
pues la industria de Brasil se desarrolló a costa de la argentina.
66. Otro caso es el de las relaciones cambiarias entre
Venezuela y Colombia. Mientras el primero mantenía con frecuencia tipos de
cambio fijo con relación al dólar, Colombia devaluaba, y la industria de
Venezuela sufría las consecuencias, y los productos colombianos se hacían
atractivos para el mercado venezolano, mientras que los venezolanos perdían
atractivo en los mercados colombianos. La historia del desbalance comercial
entre estos dos países a favor de Colombia tiene esto como lela de fondo, en
gran parte.
13. Integración monetaria
67. Si hubiera voluntad política entre los dos tipos de
países descritos, les convendría llegar a acuerdos de largo plazo, en que ambos
mejoran si cooperan en el corto plazo en materia cambiaria. Esto es precisamente
lo que han hecho algunos países, al reaccionar ante el entorno internacional
inestable en materia monetaria-financiera: llegar a acuerdos monetarios de
estabilidad.
68. La integración monetaria es un ejemplo de dichos
acuerdos, en que los países involucrados deciden formar un Banco Central
regional propio, con una moneda regional primaria emitida por ese banco
central, de manera que los bancos centrales de los países dejan de tener las
funciones que los caracterizaban, lo que implica que cada país del acuerdo
renuncia a una política monetaria activa independiente.
69. Eso implica, por supuesto, una política fiscal
coordinada, y la renuncia a la monetización de deuda por los países del
acuerdo, entre otras cosas. Pero no implica renunciar a la política monetaria
como grupo frente al mundo, y como mecanismo de fomento de la salud
monetaria-financiera y de desarrollo hacia el interior de la región en
cuestión.
14. Surgimiento de alternativas al dólar como divisa
70. No es una casualidad que, además de lo planteado de la
integración monetaria en algunas regiones, haya surgido el Euro en Europa ante
esta realidad del socavamiento de la confianza el el valor del dólar, en un
intento de tener una divisa propia para operaciones al interior de esos países,
y, en lo posible, a nivel internacional.
71. Naturalmente se desarrollaron alianzas regionales o por
países, para fortalecer las monedas locales, en respuesta a la situación. Lo
que vemos hoy, de los BRICS tratando de usar sus propias monedas para sus
transacciones, en vez del dólar, tiene el mismo sabor.
72. La idea es que, en el mismo sentido descrito al
principio, si surgen países, o grupos de ellos, con economías más eficientes,
los bancos que las sirven empiezan a disputar al antiguo banco líder el
privilegio de emitir el dinero divisa.
73. Hoy por hoy, está planteado urgentemente la necesidad de
instituir el Banco Central Mundial que evite todos los problemas que hemos
tenido en materia del sistema monetario-financiero mundial. La ganancia de
bienestar a nivel mundial sería enorme.
IV. Alternativas para los países que no emiten divisas.
1. Por lo que venimos diciendo, es muy difícil para un país
pequeño adoptar medidas unilaterales que garanticen su estabilidad monetaria en
un ambiente internacional incierto, sujeto a corridas, contagios y con la
amenaza de guerras cambiarias.
2. Venezuela estaría lejos, por ejemplo, de poder lograr
acuerdos de cooperación cambiaria con Colombia, país que ha sacado provecho de
esa estrategia con nuestro país por mucho tiempo ya. No va a renunciar a eso
con facilidad.
3. Pero con otros países de la región, en un contexto de
acuerdos comerciales y geopolíticos, es perfectamente posible. Mientras tanto,
hay que ver qué es lo mejor frente al mundo, de manera unilateral. Antes de hacer
esto, veamos claramente el objetivo de la política monetaria y cambiaria en el
mundo en que nos movemos, después del rompimiento del acuerdo de Bretton Woods,
y en ausencia de un banco central mundial.
1. El objetivo de la política monetaria en una economía
abierta.
4. Recordemos el primer objetivo de la política monetaria en
una economía cerrada, pues los de una economía abierta no debería alterarlo:
mantener la estabilidad y confiabilidad del sistema monetario, y el el valor
interno de la moneda, de manera que se posibilite la creación de crédito y que
el valor de la moneda se base en el bienestar de la economía resultante.
5. En realidad los objetivos políticos del estado
fortalecen, antes que socavan, este objetivo. Por ejemplo, mientras más desarrollo
económico y social haya, más robusta será la economía. Mientras más igualitaria
es una economía, menos conflicto social tiene, y más crecimiento económico se
tiene. De esto hemos hablado en otras partes del documento. Pero es claro que
estamos suponiendo que no hay un régimen de tipo de cambio fijo (incluyendo
control de cambios y dolarización), sino un régimen de flotación, que es el que
permite una política monetaria activa.
6. En el caso de un régimen cambiario de tipo de cambio
fijo, la política monetaria no puede tener otro objetivo que mantener la
paridad que se establece como fija en ese régimen. La cantidad de dinero en
circulación debe obedecer en este caso al objetivo cambiario: si la balanza
comercial es deficitaria (hay más importaciones que exportaciones), y esa
balanza se transa con divisas (la gente compra divisas para pagar el exceso de
importaciones), el tipo de cambio tiende a devaluarse, por un lado, y la
liquidez monetaria baja (los bolívares usados para comprar las divisas se
eliminan al llegar al BC).
7. Como consecuencia, el BC debe comprar divisas nuevas en
el mercado para revaluar la moneda; la cantidad de dinero se adapta a este
objetivo, incrementando su cantidad como consecuencia. Lo opuesto ocurre cuando
hay superávit en balanza de pagos. Similarmente, el BC debe actuar cuando hay
movimientos de capitales no motivados por la balanza comercial (como fugas de
capitales).
8. En el caso de tener un régimen cambiario flotante
(llamado también flexible), se ganan las ventajas nombradas arriba. Pero
entonces, como la economía es abierta, pueden darse situaciones en las que la
política monetaria debe actuar de manera adecuada para mantener las políticas
óptimas internas. Por ejemplo, si hay un déficit temporal en balanza de pagos
que refleja una decisión intertemporal óptima de los agentes económicos
(consumir más hoy del exterior, a cambio de préstamos, para pagar con
exportaciones mañana), entonces no hay necesidad de cambios en la política
monetaria, ya que dicho déficit se financia con líneas de crédito, no con
movimientos de divisas.
2. Esterilización monetaria en una economía abierta.
9. Pero si el déficit es persistente, y refleja un
desequilibrio económico permanente, la autoridad monetaria debe actuar, pues en
estos casos es natural que fluyan divisas como pago del déficit en balanza
comercial.
10. Al aumentar la demanda de divisas, entonces baja la masa
monetaria interna por esa razón. El BC entonces hace una operación llamada
esterilización, que consiste en comprar bonos del gobierno, o del sector
privado, para por esa vía aumentar de nuevo la masa monetaria, y equilibrar la
situación interna. Como mecanismo de ajuste del desequilibrio externo, es
inevitable una devaluación de la moneda, si se trata de un asunto no temporal
(por ejemplo, por una pérdida de productividad relativa con respecto al
exterior, que es una variable “fundamental”).
11. Si el movimiento es temporal, pero implica un movimiento
de divisas, como por ejemplo una fuga súbita de capitales, o déficit en balanza
de pagos no financiado en su totalidad por créditos, entonces el BC actúa,
igualmente, haciendo esterilización, para mantener el equilibrio interno de
precios y de empleo de factores.
12. Notemos que las reglas de ajuste debería realizarlas el
sistema monetario-financiero de manera endógena. Pero dadas las fallas del
mercado, que incluyen el asunto de las fugas contra países y el contagio, el
estado, a través de la autoridad monetaria, el Banco Central, debe intervenir
el mercado para compensar por esas fallas, teniendo lo dicho como norte.
3. Políticas cambiarias disponibles, y su pros y contras.
13. Una vez que hemos establecido los fundamentos teóricos
del asunto monetario y cambiario; que hemos examinado la historia reciente del
contexto internacional en que nos movemos; y que hemos fijado con claridad los
objetivos de una política monetario-cambiaria óptima en ese contexto
internacional, podemos examinar con algún detalle las herramientas de política
cambiaria disponibles, y sus ventajas y desventajas para un país que no es
líder mundial en lo monetario, y que tiene circunstancias concretas en lo
histórico-institucional, y objetivos políticos concretos que lo definen.
14. Primero, situémonos de nuevo en nuestro marco de
referencia teórico, en que teníamos una economía poblada de bancos emisores de
notas bancarias, y supongamos que no hay un banco central, como ocurre en la
economía mundial hoy por hoy. Así podremos simular lo que pasa en la economía
internacional del mundo de hoy desde la perspectiva esclarecedora de la teoría
que hemos desarrollado para poder realmente entender lo que ocurre.
15. Para usar la teoría expuesta de manera provechosa,
extendamos al contexto internacional nuestro modelo: ahora el papel que jugaba
un banco individual y su conjunto de clientes lo juega un país entero, con su
banco central jugando el papel correspondiente.
16. En esto podemos suponer, sin pérdida de generalidad, que
todos los bancos están consolidados, de hecho, y que sirven a esa economía,
liderados por el banco central, como cuando suponíamos que un banco servía a
sus clientes en una isla de la economía tratada.
17. Además, ese banco consolidado en esa economía está
gobernado no solo por el mercado, sino, sobre todo, por un gobierno que
representa a los pobladores en esa economía. Para los efectos siguientes, pues,
supongamos que cada país es un banco con sus clientes, en una isla.
4. Tipo de cambio fijo sin banco central mundial:
dolarización.
18. Como vimos arriba el tipo de cambio fijo para la
economía mundial, si hubiera un banco central a ese nivel, vendría solo, por el
hecho de que el dinero emitido por los distintos países tendría solvencia, como
instrumento financiero, independiente de la solvencia de los bancos y países
emisores.
19. Ahora bien, sin banco central mundial, el fijar el tipo
de cambio a la divisa líder deviene fácilmente, como lo explicamos arriba, en
que la tasa de reservas sea de cien por ciento: que la moneda que circule sea
en la práctica la divisa. Es como ha ocurrido en Panamá, por ejemplo, país en
el que el banco central no tiene capacidad de emitir su propio dinero, y lo que
circula como tal son los dólares de los Estados Unidos. Una sistema
monetario-cambiario dolarizado.
20. Podríamos preguntarnos entonces porqué en algunos países
pequeños se ha optado por la dolarización. Hay un caso en el que ese régimen es
deseable: cuando el gobierno del país es tan irresponsable en materia monetaria
y cambiaria, que la única manera de controlar la inflación es mediante el
abandono total de la posibilidad de tener una política monetaria activa, con
todas las ventajas descritas. Es lo que ha ocurrido en los países en que se ha
impuesto.
21. En Venezuela, por ejemplo, ha habido tal
irresponsabilidad en la falta de control de la inflación y las devaluaciones
perniciosas, que incluso algunos revolucionarios se han planteado seriamente
esa política como solución cambiario-monetaria, a pesar de sus costos.
5. Tipo de cambio fijo y pérdida de la capacidad de creación
de dinero.
22. Es bueno enfatizar una vez más que el costo del tipo de
cambio fijo es, pues, aunque no sea con ciento por ciento de tasa de reservas, como
explicamos arriba, la renuncia a la capacidad de emitir dinero propio. Y con
esto, se pierden todas las ventajas de ese negocio de intermediación. En
particular, en un país, se pierde la capacidad de emitir dinero para generar
créditos internos que de otra manera no se generarían.
23. Como hemos dicho, los costos de no tener dinero endógeno
incluyen no solo las limitaciones de crédito posible, sino la capacidad de
controlar ciclos económicos, las políticas coordinadas de desarrollo, y las
políticas redistributivas. El costo que hay que pagar, pues, por imponer por
decreto un régimen de tipo de cambio fijo, que implica dolarización al fin y al
cabo, es un costo de oportunidad, como se denomina en economía: es renunciar a
una ventaja que ahora no se tiene como consecuencia del decreto.
6. Tipo de cambio fijo sin dolarización.
24. Aunque podría verse la dolarización como una medida
extrema, al fin y al cabo todos los regímenes cambiario-monetarios de paridad
fija tienen que renunciar a su capacidad de crear dinero propio, por la razón
expuesta.
25. Si se pretende imponer una paridad que no implique cien
por ciento de reservas, hay que pagar el costo de otra manera, lo cual puede
implicar que el costo total es incluso mayor al mencionado.
26. Por ejemplo, si se exige a los pobladores de la isla
que, por ley, el único dinero aceptable como medio de pago es el creado por el
banco de la isla, entonces el costo se transfiere a los pobladores. Solo lo
usarán como medio de pago, pero cuando quieran usarlo como reserva de valor, lo
cambiarán por el dinero del país líder. Si el cambio es uno a uno, el dinero
del país líder se reserva las funciones tanto de reserva de valor, como de
unidad de cuenta. Si el cambio no es uno a uno, la moneda local se reserva
legalmente las funciones de medio de pago y unidad de cuenta (en él se cotizan
los precios) pero nunca de reserva de valor.
27. En el caso en que las reservas no son de cien por
ciento, el banco o país en cuestión tiene que hacer un esfuerzo muy grande para
adaptar su cantidad de dinero para que la paridad impuesta se conserve. Y aquí
se ve claramente el costo adicional de sincerar las cosas y no dolarizar.
28. Si el cambio de circunstancias mencionado hace que la
gente esté demandando más divisas que moneda local, el banco o país debe
entonces comprar más divisas para evitar que su dinero de deprecie (se
devalúe). Si la demanda de divisas baja internamente (porque el precio del
petróleo, que son las exportaciones de este país, sube, por ejemplo), entonces
hay que vender divisas. Vemos así, de nuevo, que la cantidad de dinero local no
puede ser independiente: se adapta para conservar el objetivo del tipo de
cambio fijo.
29. Hemos visto, pues, que imponer un tipo de cambio fijo
sin banco central mundial representa forzar las cosas para no dolarizar, pero
que al fin y al cabo la dolarización termina siendo más expedita y
transparente. Sin embargo, este tipo de medidas puede servir como algo temporal
a países que entran en guerras cambiarias, como hemos descrito arriba. China,
por ejemplo, tiene un régimen mixto en que se establece control para la fuga de
capitales, y tipo de cambio fijo en relación al dólar, con el objetivo de
sub-valuar la moneda y estimular las exportaciones por esta vía.
30. En ausencia del acuerdo de Bretton Woods, y de un banco
central mundial, estas políticas de tipo de cambio fijo, como mecanismo de
control de la estabilidad monetaria han sido históricamente muy poco confiables
e inestables, pues aún ante relativamente pequeños movimientos de capitales, la
autoridad monetaria no ha podido mantener el tipo de cambio fijo, pues no ha
podido responder con reservas a esas fugas, y no ha tenido la capacidad de
comprar divisas nuevas para mantener el valor del dinero interno: para mantener
el tipo de cambio fijo al cual se ha comprometido.
31. En otros países en que se ha impuesto el tipo de cambio
fijo sin dolarización, las autoridades monetarias no han respetado la norma de
no emitir dinero para financiar déficits fiscales, y el sistema se ha
desmoronado, y ha perdido credibilidad. Las alternativas más estables han sido
la dolarización, o el control de cambios.
7. Control de cambios.
32. Como expusimos arriba en la parte teórica para un país
poblado con bancos y sus clientes, en que no había un banco central que
asegurara el dinero bancario, una corrida contra un banco implica que el mismo
cierra en el acto su taquilla, como una medida de emergencia para no perder
todas las reservas, pues, por diseño del sistema monetario, la cantidad de
depósitos es mayor que la cantidad de reservas. La medida puede ser temporal si
el banco es solvente, y convence a sus clientes de que se trató de un error
producido por un rumor infundado, o puede ser permanente si el banco no es
solvente, y no logra recuperarse. En el proceso, se da un mecanismo de racionamiento
de las reservas a algunos clientes privilegiados.
33. Exactamente lo mismo pasa a nivel internacional si hay
una corrida contra un país y no hay un banco mundial que sea prestamista de
última instancia, y apoye a los países solventes de manera que la corrida en sí
no ocurra, para empezar.
34. Como se sabe, el Fondo Monetario Internacional (FMI) no
juega ese papel, sino que “ayuda”, a cambio de ciertas medidas macroeconómicas,
a algunos países con problemas de balanza de pagos (déficits fuertes, que implican
salidas de divisas para pagar el saldo). De hecho, un país pequeño hoy por hoy,
podría recurrir al FMI si tiene un problema de fuga como el descrito.
35. Pero el costo de ponerse bajo la tutela de esta
institución es, nada menos, perder la soberanía no solo monetaria, sino de
política económica en general, y además política y geopolítica, pues es un
organismo, como el mismo Joseph Stiglitz ha denunciado y se ha documentado
suficientemente, al servicio de los imperios económicos, en particular, del “banco
líder”, Estados Unidos.
36. Un control de cambios surge, pues, como una medida
unilateral de emergencia que toma un país para frenar una fuga contra su moneda
en favor de divisas (fuga de capitales). Se establece un régimen de
racionamiento para administrar las divisas relativamente escasas.
37. Requiere, por supuesto, una capacidad de control,
económico y/o institucional de la oferta de divisas en el país. No es una
casualidad que los países que han adoptado este tipo de régimen han sido Cuba,
China y Venezuela. Los dos primeros tienen gobiernos con un control casi total
de la oferta de divisas por motivos políticos, y además tienen una fuerte
demanda de divisas para la fuga. En Venezuela, el gobierno controla más del 90%
de las divisas producidas anualmente, por su propiedad sobre las exportaciones
petroleras, que son propiedad pública.
38. En un régimen de este tipo, se establece un esquema
cambiario de tasa fija, o con depreciación fija (“crowling peg”). Por tanto, se
renuncia, como expusimos, a una política monetaria activa, y a sus ventajas.
Teóricamente las ventajas del régimen expuesto son el control de la fuga contra
el país, por un lado, y la administración de las divisas para fines deseables
por el gobierno, como bienes prioritarios.
39. El régimen implica el surgimiento natural de un mercado
paralelo, o mercado negro, que surge de la demanda insatisfecha. El siguiente
gráfico muestra la situación esquemática. En el gráfico de la izquierda, la
oferta es la suma horizontal de la oferta privada, que es pequeña y de
pendiente positiva, y la del gobierno, que es grande y vertical (pues el
gobierno con mucha frecuencia ofrece una cantidad dada, que no depende del
precio). La demanda es la demanda de dólares, que depende del tipo de cambio, y
de otras variables que no están representadas, como las expectativas con
respecto a la situación económica): mientras más barato esté el dólar, más
demanda habrá; mientras más caro, menos demanda.
40. En el eje horizontal se representa la cantidad de
dólares ofrecidos y demandados. El tipo de cambio Ee es de equilibrio, donde la
oferta iguala la demanda. Esta curva refleja el cambio de expectativas que
produjo la fuga, por lo tanto, es una curva a la derecha de la que había
anteriormente a esa fuga. Eso es lo que muestra que el tipo de cambio de
equilibrio es superior al tipo de cambio de control. Otra manera de entender
esto, es que ha habido una sobrevaluación en el proceso, y el gobierno ofrece
una tasa de cambio en el mercado controlado por debajo de la de equilibrio si
hubiera flotación y no hubiera motivos de fuga.
41. Notar que por debajo de ese tipo de cambio, el sector
privado no va a ofrecer divisas, pues puede ganar más en el mercado negro,
descrito más abajo. Ec es el tipo de cambio de control, al cual, la demanda,
$D, es mayor que la oferta, $R, que es la cantidad ofrecida por el gobierno, y
la cantidad que se raciona.
42. La demanda insatisfecha, $D-$R, es la que alimenta la
demanda del mercado negro, representado en el gráfico de la derecha. Como se
ve, el tipo de cambio de este mercado es más alto que el del tipo de cambio de
equilibrio, y más alto que el oficial, por supuesto.
43. Es imprescindible mencionar que este régimen es
incompatible con la emisión de dinero por el banco central para financiar déficit
del gobierno, como ha ocurrido en Venezuela.
44. Como se dijo, este régimen puede tener un valor temporal
ante una fuga súbita de capitales. En el caso de Cuba y China puede estar
justificado como medida más permanente por el potencial explosivo de la fuga de
capitales de la gente que quiere migrar de esos países si ese mercado se
libera.
45. Además, en Cuba, por ejemplo, lo que existe es una
dolarización de hecho, y el llamado control cambiario solo se ejerce para
cobrar impuestos cambiarios. El uso de los dólares obedece al plan económico de
esa nación, en que prácticamente no existe un sistema monetario como el
descrito, en el que los bancos de crédito juegan un papel fundamental.
46. No conocemos el caso de Argentina, pero suponemos que en
ese país, se trata de una medida temporal, mientras recuperan los motivos de la
fuga, ya que su economía no amerita un falta de confianza en los inversionistas
y consumidores en su solvencia para conservar su riqueza internamente, y
acometer actividades productivas en el país.
8. Mercado negro en un régimen de control de cambios con
emisión de dinero.
47. Veamos en un gráfico lo prometido arriba: un régimen
como el venezolano, de control de cambios, en el que el banco central financia
la deuda del gobierno con emisión de dinero nuevo sin contrapartida productiva.
48. Como llega más dinero de ese a la gente, la demanda de
dólares se desplaza a la derecha. La razón es que más gente querrá “retirar sus
depósitos”, en términos de nuestra teoría: el gobierno, que es cliente de un
banco, el central, le paga a un cliente de otro banco, la gente a la cual
compra bienes y servicios, con sus notas, con dinero. Pero este último cliente
no quiere depositar ese dinero en su banco, sino que va al banco de quien se lo
dio, a cambio de reservas. No todo el mundo hará lo mismo, pero es claro que un
porcentaje lo hará, y eso es lo que traslada la demanda de dólares a la
derecha.
49. Como consecuencia del aumento de la demanda más gente
quedará insatisfecha al tipo de cambio oficial. Eso lo vemos en el gráfico
abajo, donde la demanda se ha trasladado a la derecha, y la brecha de demanda
insatisfecha crece, con punto extremo de $DM (M quiere decir dinero, “Money”).
Eso desplaza la demanda en el mercado negro a la derecha, pues es la demanda
alimentada por la demanda insatisfecha del mercado de divisas en el banco
central. El resultado es claramente un aumento en el tipo de cambio del mercado
negro, que es lo que hemos observado en el país en estos últimos tiempos.
9. El tipo de cambio real, la sobrevaluación.
50. Hasta ahora hemos hablado del precio de una moneda en
términos de otra, el tipo de cambio, pero en su expresión “nominal”. Pero así
como para un trabajador lo relevante no es el salario nominal, sino el real
(porque es el que mide su poder de comprar alimentos, ropa, etc), lo relevante
en tasas de cambio es la real, que mide el poder de compra de bienes reales
internos en términos de bienes de fuera. Para calcular el salario real, se
divide por los precios. Pero en el caso del tipo de cambio, hay dos precios
involucrados, los internos, y los externos.
51. Habíamos dicho que el tipo de cambio nominal nos decía
cuántos bolívares necesitamos para comprar un dólar. El tipo de cambio real nos
diría cuántas unidades de bienes nacionales necesitamos para comprar una unidad
de bienes externos. Hagamos un ejemplo para entender en cuánto más o menos se
sitúa el tipo de cambio real a la tasa oficial nominal de cambio de 6,30
bolívares por dólar.
52. Supongamos que una cesta de mercado, que incluye carne,
arroz, caraotas, huevos, harina de maíz, jabón, papel toilet, etc., nos cuesta
1000 bolívares en Venezuela, pero cuesta 77 dólares en Estados Unidos.
53. Para ver cuántas cestas nacionales necesito para obtener
esa cesta de Estados Unidos, que es lo que hemos definido como tipo de cambio
real, hago lo siguiente: Me coloco en Estados Unidos, con la cesta de mercado.
La vendo, y obtengo 77 dólares. Luego me vengo a Venezuela, y con esos dólares
compro bolívares a 6,30. Obtengo 485 bolívares. Con eso, voy a comprar la cesta
al supermercado venezolano. Como veo, no obtengo la cesta completa, sino solo
485/1000= 0,48, casi la mitad de la misma.
54. En términos inversos, necesito menos de una cesta venezolana
para comprar una cesta en Estados Unidos: es muy barato importar a la tasa de
cambio nominal oficial. Eso es lo que se llama “sobrevaluación”: el tipo de
cambio oficial vale más de lo que debería valer en términos de dólares por
bolívar (o, en otras palabras, el tipo de cambio está más bajo de lo que
debería estar en términos de bolívares por dólar).
55. Si hacemos el mismo cálculo con el tipo de cambio
nominal en el mercado negro, de 50 bolívares por dólar, el resultado nos daría
3,85. Lo que indica que es muy caro importar a ese tipo de cambio. Pero si
hacemos el cálculo de nuevo, pero con un tipo de cambio de 13 bolívares por
dólar, nos da exactamente uno: una cesta nacional, por una importada. En este
caso, se dice que el tipo de cambio nominal coincide con el tipo de cambio real
“de equilibrio” (porque nadie de aquí quiere importar, y nadie de allá quiere
comprar aquí).
56. La fórmula del tipo de cambio real sería Er =
(En*Pf) / P , donde Er y En son el tipo de cambio real y nominal,
respectivamente; P y Pf son el nivel de precios internos, y externos,
respectivamente.
57. Abajo mostramos un gráfico, en que se muestra que en
estos 14 años, nos hemos venido sobrevaluando más y más, lo que indica que es
muy barato importar, y es muy caro exportar (a la gente del exterior no le
motiva comprar los productos producidos en Venezuela).
58. La razón no es solo porque En oficial ha estado muy
baja, sino porque, sobre todo, P ha estado creciendo mucho más que Pf: la
inflación aquí ha sido mucho más alta que la de Estados Unidos, por ejemplo.
10. Tipo de cambio fijo y control de cambios, y
sobrevaluación.
59. Lo difícil de mantener un tipo de cambio fijo, y un
control de cambios, en que se fija también el tipo de cambio oficial, es
mantener la paridad real externa de la moneda, no tanto la nominal. Hemos dicho
que la política monetaria no es autónoma en estos casos, y la cantidad de
dinero debe adaptarse a los requerimientos de la paridad.
60. Pero si hay un gobierno, como el venezolano, que empieza
a imprimir dinero para financiar su déficit, entonces los precios, P, van a
subir (aparte de la subida del tipo de cambio nominal en el mercado negro, como
analizamos arriba). Y vendrá sobrevaluación. Y entonces la gente querrá
importar, y bajarán las exportaciones no petroleras.
61. Entonces vendrán presiones de todo tipo, en particular a
través del mercado negro, adicionales a las que mencionamos arriba. Y aumentará
la corrupción que se genera por el diferencial cambiario, con gente sacando
ventaja de esto, para obtener las ganancias cambiarias respectivas.
62. Es lo que ha venido ocurriendo en Venezuela. En el
proceso se ha perjudicado la producción nacional y la exportación no petrolera,
y no se ha controlado la inflación, perjudicando a la gente, especialmente la
de bajos y medios ingresos.
V. La propuesta cambiaria para Venezuela.
1. La integración monetaria regional como solución.
1. Por lo que venimos diciendo, la mejor solución para
Venezuela sería no actuar de manera unilateral ante el inhóspito mundo del
sistema monetario internacional actual, en el que imperan las guerras
cambiarias, las corridas contra países, los contagios, la falta de regulación
del sistema financiero internacional, que hace desmanes contra clientes en los
países ricos, y contra los países pequeños y pobres.
2. Si varias islas en nuestro modelo se asocian, y usan las
ventajas de cada una para diversificar el riesgo agregado de cada una de ellas,
el riesgo del nuevo sistema es mucho menor, porque cuando a algunas les va mal
a otras les va bien (porque el turismo de playa se afecta por un huracán
caribeño, a otras les va bien por el turismo de montaña andino).
3. Además, las sinergias productivas, y las economías de
escala en una economía integrada permitirían un aumento de la productividad
relativa y de la competitividad de es región frente al mundo. Y permitiría
tener mejores mecanismos de control de las fugas y los contagios con un banco
central regional que los minimice dado el nuevo poder económico adquirido.
4. Hay muchas ventajas, pues, de una integración monetaria
regional. No abundaremos aquí sobre una propuesta de este tipo, que requiere
ciertas condiciones de integración comercial y económica previa, como similar
productividad, y acuerdos fiscales adecuados (renunciar al señoreaje individual
de los países del acuerdo, por ejemplo). Solo diremos que la política monetaria
no se pierde a nivel regional, y se puede aprovechar, además de la estabilidad
monetaria-financiera, para políticas de desarrollo conjunto frente al mundo.
5. También diremos que la mejor estrategia como camino
intermedio hacia ese objetivo, es la propuesta de nuestro documento: el de la
flotación limpia con bandas. No es la dolarización, ni el control de cambios,
ni un tipo de cambio fijo, pues, como explicamos, estos regímenes implican
pérdida de soberanía monetaria, y rigideces que implicarían un salto grande
pernicioso de adecuación en materia cambiaria cuando viniera la integración
monetaria.
2. El régimen de flotación con bandas de 2002.
6. En el año 2002, luego de un régimen de tipo de cambio
fijo que no funcionó, como tampoco funcionaron los de la cuarta república luego
del rompimiento de Bretton Woods, se impuso un régimen de flotación limpia con
bandas implícitas. Es el mismo régimen que se propone aquí, pero fortalecido
con un fuerte sobreprecio en las bandas, y con unas bandas explícitas, como se
explicará con algún detalle abajo. Es el tipo de régimen que permite una
política monetaria activa, como hemos venido describiendo.
3. Diagnóstico de los últimos 14 años: surgimiento del
control de cambios.
7. En Venezuela, este régimen de control de cambios se
implantó en el 2003, al final del paro petrolero, cuando se generó un rumor,
motivado políticamente, de que los bancos iban a declarar cesación de pagos
(iban a cerrar prácticamente, según el falso rumor, y nadie iba a poder retirar
su dinero de sus cuentas). Esto generó una corrida contra el país muy grande y
se tomó la medida.
8. Al interior del gobierno, el ministro jefe del gabinete
económico se opuso a la medida, pues argumentó que, siendo un jueves, y el
rumor de la cesación era para el lunes siguiente, que el régimen de flotación
implantado aguantaría hasta entonces, y que en ese momento se comprobara que el
rumor era falso, haciendo anuncios correspondientes. Ese ministro había hecho
una cadena de radio y televisión días antes, argumentando que había suficientes
reservas internacionales, y que el país estaba en posición de recuperación de
la producción petrolera, y por lo tanto, de recuperación de la solvencia
necesaria.
9. A pesar de su opinión, se impuso el control de cambios
por deseos del presidente Chávez. El lunes se comprobó que el rumor era falso,
pero se cerró la taquilla: el banco central dejó de ofrecer dólares en sus
subastas diarias.
10. Es claro que el país estaba solvente, pues la situación
de disminución petrolera era temporal y el monto de reservas internacionales
líquidas era todavía bastante grande. De hecho, en tres meses PDVSA ya había
recuperado sus niveles normales de producción. Por otro lado, el rumor se
comprobó que era falso, y motivado políticamente. Adicionalmente, con las
medias del “Plan de consenso nacional”, impulsado por el el Ministerio de
Planificación y Desarrollo, que incluía las medias planteadas en el documento
Qué Hacer, había un sólido fundamento para demostrar la solvencia, dentro de
sus determinantes fundamentales, de la economía del país.
11. Por tanto, la medida de control de cambios, de cierre de
taquilla, debía ser temporal, como anunció públicamente el mismo ministro, de
Planificación y Desarrollo. Pero la medida se hizo permanente, y ese ministro
fue expulsado del gobierno.
4. Diagnóstico de los últimos 14 años: las cifras.
12. Las cifras relacionadas con el control de cambios están
listadas en el diagnóstico de toda la economía, al principio del documento Qué
Hacer. Un resumen significativo puede ser visto a través tres realidades
significativas. Primero, el objetivo principal del control de cambios era el
parar la fuga de capitales. Sin embargo, las cifras de la balanza e pagos
muestran que dicha fuga ha sido escandalosa: entre 1998 y el año 2012 fue de
136 miles de millones de dólares, al pasar los activos brutos en manos privadas
de 23,9 a 160,3 miles de millones de dólares, lo que representa un 470% de
incremento.
13. La segunda tiene que ver con la sobrevaluación de la
moneda. Como se puede ver en el gráfico que mostramos arriba, el tipo de cambio
real se ha sobrevaluado muy significativamente en los últimos 14 años. Luego de
una recuperación de la situación durante el período de la flotación limpia
mencionada, hubo un deterioro marcado y continuado a partir de entonces. Como
se ha dicho en el documento, esto ha perjudicado al sector productivo interno
en términos de pérdida de competitividad con los productos importados, que han
sido más atractivos, y al sector exportador no tradicional, que ha perdido
competitividad externa.
14. La sobrevaluación muestra un deterioro de la economía
que no solo es reflejo del régimen cambiario, por supuesto, sino de todas las
políticas económicas, en particular las que han perjudicado la productividad,
como las de las importaciones baratas del gobierno, la política fiscal
pro-cíclica, y las que han producido inflación, como la política
monetario-fiscal en presencia de ese régimen cambiario.
15. La tercera, relacionada con la segunda, es que el valor
interno y externo de la moneda se ha desplomado. En relación a la inflación, la
acumulada ha sido de 2.056%, como se dijo en el diagnóstico del documento QH. Y
la devaluación nominal ha sido de 1.017 % en el mercado oficial, y la brecha
entre la tasa oficial y la del mercado negro es hoy 600%, algo realmente
asombroso.
16. La cuarta es que la autoridad monetaria no ha respetado la restricción de que en un régimen como este, no se puede tener una política de expansión monetaria, y menos para financiar el déficit del gobierno sin una contrapartida real. La política monetaria, pues, ha contradicho la política cambiaria, lo cual ha venido agravando su sostenibilidad, y el problema del mercado negro que vemos hoy en día, que muestra claramente que el motivo de fuga de capitales se ha acrecentado acusadamente.
17. La quinta es que se pretendió convertir el régimen
cambiario de cierre de taquilla no solo en la política cambiaria en sí misma,
sino en un instrumento política económica en todos los ámbitos: política
redistributiva, al establecer los distintos niveles para distintos tipos de
bienes; política de promoción del desarrollo productivo, al subsidiar la compra
de insumos para la industria a ser favorecida; política de desarrollo humano,
al subsidiar los estudios de venezolanos en el exterior; etc.
18. Cuando hay para cada uno de estos objetivos una política
distinta, el régimen, deficiente y erróneo de por sí para el objetivo cambiario,
se convirtió en el remedio que todo lo pretendía curar. Es como si a un enfermo
de varias dolencias, se pretendiera curar con el remedio de solo una de ellas,
administrado con una dosis mucho más elevada para curar esa enfermedad, con la
pretensión de que así se curan todas las demás.
19. La conclusión es que el cierre de taquilla no ha
permitido frenar lo que motivó su activación: la fuga de capitales. En vez de
ser una política temporal para recuperar la solvencia, se convirtió en una
política cambiaria en sí misma, y devino en uno de los principales elementos de
deterioro galopante de esa solvencia. Y el resultado está a la vista.
5. La propuesta: flotación limpia con bandas.
20. Lo que se propone en este documento cambiario, luego del
diagnóstico realizado, que interpreta correctamente el control de cambios como
un cierre de taquilla de las reservas del banco central ante una fuerte corrida
contra el bolívar, es, en primer lugar, generar las condiciones necesarias para
recuperar la solvencia como país, de manera que se elimine el motivo de las
fugas, y los agentes económicos lo entiendan así para abrigar expectativas
correctas que mantengan la credibilidad en dicha solvencia.
21. En segundo lugar, una vez establecidas esas condiciones de solvencia, se propone abrir de nuevo la taquilla, e instaurar de nuevo el régimen de flotación limpia con bandas del 2002, fortalecido con el sobreprecio en las bandas contra shocks políticos, no solo los económicos, internos y externos..
6. Período de recuperación de la solvencia.
22. Como vimos cuando analizamos las corridas bancarias,
abrir la taquilla si permanecen las condiciones de corrida contra el banco es
un suicidio. Si se pretende bajar el tipo de cambio del mercado negro, que hoy
se ubica en algo más de 50 bolívares por dólar, y se establece una subasta
abierta con una cantidad fija ofrecida de manera periódica, por ejemplo
diariamente, como parece estar pensando hacer el gobierno en este momento, el
precio inmediatamente subiría por encima de los 30 bolívares, y pronto
rebasaría los 50 mencionados.
23. La razón para eso es que mucha gente verían la
oportunidad de fugar sus capitales abierta, luego de un largo período de
restricción en ese sentido, sin que se hayan modificado las condiciones que
motivaron esas fugas. Esa gente, ante la restricción, estuvo usando
apartamentos, casas y terrenos, y vehículos, como reserva de valor, en ausencia
de otras alternativas más líquidas como divisas.
24. Empezarían entonces, como lo están empezando a hacer ya,
como muestra la depresión del mercado inmobiliario, a vender esos bienes, para
comprar dólares en la subasta, y la fuga continuaría, lo que impulsaría el
precio del dólar hacia arriba, por encima de su valor de equilibrio real. Lo
muestra también la súbita baja de los depósitos de ahorro y a plazos, que se
suman a alimentar la demanda de dólares para la fuga.
25. Mientras se hacen los cambios en materia de política
económica listados en el documento Qué Hacer, para recuperar la solvencia, se
debe continuar por un período de unos tres meses, con el control de cambios,
pero sincerando las cosas en el mercado cambiario:
26. Por un lado, dejar la tasa oficial de Cadivi, de 6,30. El resto de las divisas se ofrecerá a 10 bolívares. Y se liberará por completo el mercado paralelo, eliminándose las penas por este concepto. En particular, los dólares privados, incluyendo los de exportaciones privadas, no tendrán la obligación de ser centralizados en el banco central.
26. Por un lado, dejar la tasa oficial de Cadivi, de 6,30. El resto de las divisas se ofrecerá a 10 bolívares. Y se liberará por completo el mercado paralelo, eliminándose las penas por este concepto. En particular, los dólares privados, incluyendo los de exportaciones privadas, no tendrán la obligación de ser centralizados en el banco central.
7. La flotación limpia.
27. Hemos hablado ya de la necesidad y las ventajas de tener
soberanía monetaria. El régimen que garantiza esto es la flotación. Como hemos
dicho, no es lo mejor que se puede tener, pues lo ideal sería que a nivel
mundial hubiera un banco central que cumpliera con su función reguladora y de prevención
de corridas contra países y de contagios. Pero en ausencia de eso, y de la
integración monetaria regional como segundo mejor, debemos optar por la
flotación limpia, como tercero mejor.
28. Pero como estamos actuando de manera individual frente al
mundo, debemos asegurarnos de que esa posición unilateral sea sólida.
Afortunadamente nuestro país cuenta con mecanismos, como pocos países de
nuestro tamaño, para basar esa defensa sólida: nuestras reservas petroleras,
por un lado, y el carácter público de esas reservas y de la empresa que las
opera.
29. Pero además de esa ventaja, podemos blindarnos con
medidas adicionales estándares, claras y contundentes, que son mecanismos de
“auto-aseguro”: el primero, ya mencionado, es la clara realidad, con su respectiva
señal internacional, de solvencia económica del país lograda con las medidas
propuestas en el documento QH.
30. La segunda, relacionada con la producción y las reservas
petroleras, es una cantidad de reservas internacionales suficiente para generar
una imagen de solidez ante posibles fugas.
31. La tercera, son las bandas de flotación, que podríamos
llamar de protección, para evitar las corridas, que son motivadas por razones
“espúreas”.
32. La cuarta, relacionada con el monopolio de las divisas
por parte del gobierno, dada su propiedad de las exportaciones petroleras, es
un fuerte sobreprecio sobre banda superior, que asegura un fuerte y creíble
disuasivo contra las fugas.
33. La quinta, es que en la banda inferior, una simple
paralización de la oferta púbica de divisas, trae un impacto determinante sobre
todo el mercado cambiario, pues la subasta pública es, con mucho, el más
abundante oferente de divisas en el país, y el claro marcador para el mercado
privado correspondiente.
34. Incluso, si fuera necesario, el banco centra podría
fácilmente comprar en ese débil mercado las divisas que fueran necesarias, todo
para evitar el influjo de capitales golondrina perjudiciales para la producción
nacional y para la estabilidad cambiaria.
35. La idea es que, con todo esto funcionando, el tipo de
cambio se colocaría en su nivel de equilibrio real, y obedecería, no a motivos
especulativos, que estarían aislados por esos mecanismos, como explicaremos
abajo, sino por las condiciones fundamentales de nuestra economía: la
productividad, la tecnología, las preferencias de la gente (incluyendo sus
deseos de permanecer en el país), el stock de capital productivo y los
mecanismos de financiamiento de la inversión productiva, los recursos
productivos, las ventajas comparativas, el capital humano-espiritual (la
educación, el conocimiento, la cultura, la socialización de la producción y las
relaciones humanas etc), y el estado de derecho.
36. Como estas condiciones fundamentales no varían en el
corto plazo, el tipo de cambio de equilibrio no variaría en el corto plazo. En
particular, no tendría razones para traspasar las bandas de flotación
establecidas, como se explicará abajo.
37. Hemos dicho en el documento Qué Hacer, y lo reiteramos,
que el secreto del éxito de nuestra economía en el largo plazo son las
relaciones sociales y productivas socialistas, en un entorno de promoción y
fortalecimiento endógeno del modo de producción solidario de conocimiento
libre.
38. Este es un determinante fundamental que sostendrá la
solvencia de nuestra economía, y la desarrollará por encima de muchos países
capitalistas tradicionales basados en la explotación del trabajador y en la
lucha de clases a nivel productivo y político. Ese es un elemento adicional que
hay que mencionar aparte entre los fundamentos que sostendrán el tipo de cambio
dentro de las bandas de flotación, y le dará estabilidad al valor externo de
nuestra moneda.
8. Reservas internacionales suficientes.
39. Como dijimos en la parte teórica, los bancos, cuando
emiten sus notas basadas en créditos, tienen una tasa endógena de reservas con
respecto a la cantidad de notas emitidas. Si el banco es muy solvente, la tasa
será menor. Si lo es poco, será mayor. Pero ese diferencial sufre un desnivel
importante en ausencia o en presencia de un banco central, como quedó
implícito: el mecanismo de seguro contra corridas y contagios permite que los
dos niveles, aunque sigan diferenciados, se vaya hacia abajo.
40. En el caso nuestro, somos un país que, aunque tengamos
ya una solvencia recuperada a nuestros niveles posibles, con las políticas
económicas planteadas en el documento, tenemos una solvencia relativamente baja
en el contexto internacional. Por esto, debemos tener una cantidad de reservas
con respecto al dinero primario alta: una alta tasa de reservas.
41. Dada nuestra especial posición como exportadores de
petróleo, un bien tan demandado externamente, y dadas nuestras altas reservas
de petróleo, podemos tener un monto relativamente alto, para los estándares del
mercado, de divisas. Y no solo podemos hacerlo, sino que debemos hacerlo, dada
nuestra historia de debilidad en el sistema cambiario en los últimos cuarenta y
más años. Sería una fuerte señal de auto-aseguro, que daría una gran solidez a
nuestra posición de solvencia para apalancar un tipo de cambio que refleje las
características fundamentales mencionadas de nuestra economía frente al
exterior.
42. En este sentido, tomamos el siguiente criterio: la tasa
de encaje legal en Venezuela para la banca privada es de 15%. Una tasa de
reservas líquidas sobre dinero primario en circulación de 40% sería un
indicador sumamente fuerte de que se tiene la fuerte intención de hacer el
sistema robusto. Y de esas reservas, consagrar 25% exclusivamente para defender
la banda superior muestra una disposición creíble, y sería un disuasivo
suficiente para cualquier jugador con poder de mercado que trate
organizadamente de romper la barrera de esa banda a fuerza de demanda súbita.
43. Si tenemos en cuenta nuestros cálculo de una tasa
nominal de equilibrio de hoy en 13 bolívares por dólar, esos montos serían los
siguientes. Como el monto de monedas y billetes en circulación en Agosto era de
70.712 millones de bolívares, eso implica que las reservas internacionales
líquidas tendrían que colocarse en 2.176 millones de dólares (actualmente están
en 1.100 millones). Las consagradas para defender la banda entonces serían 544
millones de dólares.
9. La subasta diaria con bandas de flotación explícitas.
44. En el 2002, el régimen de flotación limpia tenía bandas
de flotación, pero por una decisión de mayoría en el directorio del BCV en el
que el ministro mencionado era minoría, no se anunciaron las bandas. El
argumento a favor de las bandas es muy claro: se quiere establecer las reglas
de un juego en el que todos los actores deben saber a qué atenerse. Si se
esconde esta información sobre el juego, se está favoreciendo en la práctica a
los actores informados, que son básicamente los bancos y las casas de bolsa, y
se está perjudicando al demandante relativamente pequeño en este mercado: la
clase media y la clase pobre.
45. Describamos el juego en relación al anuncio de las
bandas, que es relativamente sencillo. Primero que todo, el mercado se abre
cuando están dadas las condiciones descritas arriba, de manera que se espera
que el tipo de cambio se coloque, luego de algunos titubeos de ensayo y error,
en el tipo de cambio real de equilibrio, que sería anunciado como probable. En
nuestro caso, estimamos que el mismo debe situarse, en las condiciones
referidas, repetimos, en unos 13 bolívares por dólar (si no están dadas las
condiciones, esa cifra sería mucho mayor, pues habría el motivo claro de fuga
de capitales, entre otros).
46. Se anunciarían públicamente las condiciones económicas
de solvencia descritas: la política económica que sustenta el nuevo régimen
cambiario, y los compromisos, algunos de ellos por ley, que asume el gobierno.
Si el anuncio es hecho en conjunto con los representantes legítimos del sector
privado productivo, el impacto es mucho mejor.
47. Se anuncia igualmente el estimado del tipo de cambio
real de equilibrio, antes de que ocurra. En un juego esto se interpreta como un
“foco de equilibrio”, que tiende, bajo ciertas circunstancias, a autocumplirse,
por temas de coordinación de expectativas, y en condiciones de un anuncio
creíble. Los actores relevantes también deben haber hecho los cálculos
económicos que llevan a la predicción, por lo cual la metodología del cálculo
debe ser pública, y avalada por reconocidos expertos, tanto del gobierno, como
del sector privado productivo.
48. Las bandas deberían estar fijadas a un 10% por encima y
por debajo del tipo de equilibrio. Las primeras son teóricas, por supuesto,
calculadas a partir del tipo de cambio real de equilibrio estimado que se
mencionó. Si el tipo de cambio se coloca en 13 bolívares por dólar, la banda
superior estaría en 14,3, la inferior en 11,7. Se propone 10% para darle
suficiente amplitud a la flotación.
49. A partir de ahí, se comenzaría un período de
aprendizaje, en que las bandas se van calculando como un promedio móvil de las
bandas anteriores. Por ejemplo, si la banda inicial superior fue de 14,3
(porque el tipo de cambio se colocó, de hecho, en 13), y la del segundo día en
14,7 (porque el tipo de cambio se colocó en 13,36), entonces la banda anunciada
para el tercer día sería de 14,5. Posteriormente se puede establecer una cola
constante del promedio móvil, por ejemplo de 10 días, para darle solidez al
régimen, pero sin dejar de tener en cuenta las tendencias recientes (una cola
muy larga impide que la banda se mueva mucho, como se podrá adivinar). En un
segundo lapso de tiempo, por ejemplo dentro de unos seis meses, cuando el
régimen se solidifique, se puede alargar la cola, digamos a unos 20 días.
50. Ahora, ¿porqué las bandas deberían ser anunciadas? Además de lo dicho, para no beneficiar a quienes tienen información privilegiada, el anuncio tiene que ver con la consistencia temporal de juegos dinámicos. Como expondremos en el siguiente apartado, la penalización de pretender comprar dólares a un precio que se coloque en la banda, o por encima de ella, será muy grande. De manera que habrá un fuerte disuasivo económico para hacerlo.
50. Ahora, ¿porqué las bandas deberían ser anunciadas? Además de lo dicho, para no beneficiar a quienes tienen información privilegiada, el anuncio tiene que ver con la consistencia temporal de juegos dinámicos. Como expondremos en el siguiente apartado, la penalización de pretender comprar dólares a un precio que se coloque en la banda, o por encima de ella, será muy grande. De manera que habrá un fuerte disuasivo económico para hacerlo.
51. Es como quien sabe que puede provechosamente explotar
una tierra productiva, pero que si se acerca mucho al abismo que está al
extremo, un pequeño error puede matarlo, por lo que “en equilibrio” se aleja
prudentemente del mismo. En nuestro caso, aunque la gente sabe que es un
jugador muy pequeño como para influir, se genera una especie de “solidaridad de
grupo” en ese sentido. Además, los jugadores grandes (bancos, por ejemplo),
saben que sí que pueden influir en que el tipo de cambio va a subir mucho si
demandan mucho.
52. Hay quien podrá pretender jugar a sacar provecho de la
actitud de los demás en ese sentido, sin duda, y tratará de fugar divisas en el
proceso. Pero, como todos, o la mayoría determinante sabe que el sistema es
estable (es un “equilibrio” en el sentido de que, como la gente sabe que va a
ser estable, lo es; y como lo es, la gente cree que es estable). Por eso, quien
se desvía de esa manera, puede terminar perdiendo dinero si el tipo de cambio
baja luego de sacar su riqueza en dólares. La idea es que ahora, con este
sistema, no está claro, como ahora, que lo mejor es siempre comprar dólares,
pues puede que quien compra dólares puede terminar perdiendo. Las fuerzas hacia
arriba y hacia abajo tienden a equilibrarse.
53. Esto, de por sí, moderará los aumentos súbitos tipo
avalancha de demanda y oferta en los actores privados en ese mercado. En
particular, mantendrá a raya el motivo de fuga de capitales súbitas, que son
corridas contra el país, y concentrará la demanda en transacciones comerciales
de importaciones y de de pago de deudas por transacciones de este tipo.
54. De manera similar, la banda inferior mantendrá a raya el
motivo de entrada súbita de grandes cantidades de dólares (capitales
golondrina), que perjudican al aparato productivo, y no representan movimientos
permanentes basados en las razones fundamentales mencionadas.
10. Monto diario de la subasta.
55. Primero que todo, digamos aproximadamente cuánto se
ofrecería en la subasta diaria: 195 millones de dólares, aproximadamente. Este
cálculo implica que todos los dólares se centralizan en el BCV: nada se desvía
al Fonden, nada a Pdvsa, nada directamente para importaciones del gobierno,
como se ha explicado en el documento QH.
56. Los supuestos son: 2.900 miles de barriles diarios de
producción; 700 consumo interno; 660 Fondo chino, de los cuales se usan la
mitad para pagar deuda, y la mitad se vende a precios de mercado; Cuba 100, de
trueque; Petrocaribe y resto de ayudas, 300, de los cuales la mitad se da en
especie, y la mitad se cobra a precio subsidiado, 50 dólares por barril. Si se
calcula el ingreso total por exportaciones resultante, da 195 millones de
dólares disponibles diarios, en promedio. Todo esto se canaliza a la subasta
diaria, en promedio (recordemos que hay variaciones estacionales de demanda, y
el asunto del fondo cambiario de estabilización).
57. En el período de recuperación de la solvencia, se
recuperarán las reservas líquidas para tener los montos mencionados para
complementar la solvencia y la defensa de la banda superior..
11. La subasta y la acción del banco central en las bandas.
58. La subasta de dólares es el mecanismo estándar, conocido
en el banco central por la experiencia de 2002. La oferta diaria se programa y
se anuncia, y varía durante el año teniendo en cuenta las variaciones
estacionales (las compras navideñas generan más demanda que el resto del año,
por ejemplo).
59. La oferta está en concordancia con el mecanismo de
suavización de shocks de disponibilidad de dólares por exportación de petróleo.
No porque el precio sube en un determinado año se va a ofrecer más en la
subasta diaria ese año, sino que habrá un “fondo de reserva cambiario” que se
sincroniza con el fondo de estabilización macroeconómica en lo fiscal. Eso
minimiza la variabilidad del tipo de cambio ante variaciones súbitas del
ingreso petrolero.
60. El mecanismo de intervención del banco central en las
bandas, para evitar que el tipo de cambio las rebase, es el convencional: si el
tipo de cambio en la subasta ha llegado a la banda superior, entonces el banco
central vende más dólares de lo programado, actuando como si el tipo de cambio
fuera fijo en ese valor. Pero los dólares se venden con sobreprecio en la banda
y por encima de ella, como se explica abajo.
61. Lo mismo pasa en la banda inferior, en que se fija la
banda como un tipo de cambio fijo, y se reduce la oferta para impedir que baje
de el límite.
62. Dado el poder de oferta que tiene el banco central, si
el tipo de cambio se coloca la banda inferior, ante una avalancha de entrada de
dólares por el sistema privado, ese instituto puede frenar el impulso
fácilmente con una paralización de la oferta en la subasta. El mecanismo es
disuasivo por el hecho de que, como los oferentes de dólares saben que el banco
central tiene un piso para el precio de sus entradas, es muy difícil que el
tipo de cambio baje de este ahí en el mercado privado, pues quienes traen
dólares podrán esperar unos días a que el precio soba de ese nivel en el banco
central. Eso mismo hará que el privado no baje su precio de ahí, evitando con
eso una entrada súbita perjudicial.
12. Fuerte sobreprecio en la banda superior.
63. El objeto de esta medida se ha comentado, y tiene que
ver con el mismo impacto que se ha estudiado sobre el impuesto de Tobin para
evitar fugas o entradas súbitas de capitales.
64. En las bandas se establecerá una especie de impuesto de
Tobin, pero se aplicará a todas las transacciones, y no solo a las de
capitales. Esto tiene la ventaja de que impide la necesidad de distinguir entre
el tipo de transacciones, y la corrupción que se da por esta vía (la gente reporta
que las transacciones son de mercancías en la banda superior, para no pagar el
impuesto, y el destino es la fuga de capitales).
65. Otra ventaja de que el sobreprecio se aplique a todas
las transacciones es que el efecto disuasivo es mucho mayor: el máximo posible.
66. El sobreprecio se denomina fuerte porque, a diferencia
de los impuestos de Tobin, tiene porcentajes altos. Por ejemplo, si la banda
superior es de 15, si el impuesto es de 100%, esto implica que los dólares que
se vendan en la banda se van a vender a 30 bolívares por dólar. El efecto
disuasivo es sumamente elevado, y por lo tanto, es determinante para evitar que
las bandas sean siquiera tocadas.
67. En otro país, esto podría no tener gran efecto. Pero en
Venezuela, dada la gran centralización de la oferta de dólares provenientes de
la exportaciones de petróleo por el banco central, hacen que el efecto sea muy
fuerte: si se toca la banda superior, a 15, y el banco central ofrece sus
dólares a 30, indudablemente que la gente irá al mercado privado a comprar sus
dólares, y el tipo de cambio en ese mercado paralelo va a subir de 15 y estar
por debajo de 30. Pero no hay problema, pues los mismos demandantes percibirán
que se trata de una situación temporal, y que deben esperar a que el tipo de
cambio baje si quieren, como podrán, comparar sos dólares más baratos en el
BCV, o en el sistema privado, que tendrá el mismo precio que el de las
subastas, de manera natural, por la ley de igualación de precios, con una
comisión razonable.
68. En la banda inferior, solo con que el BCV deje de
ofrecer dólares (cierre de la oferta), el precio en el mercado privado no va a
bajar de ahí, pues la subasta es un marcador muy fuerte, que ofrece el 90% o
más de las divisas. Si alguien vende dólares a precios más bajos, puede estar
perdiendo, pues las expectativas que se va a recuperar de la parte baja de la
banda se auto-cumple. Además, si el influjo es demasiado grande, el BCV puede
comprar gran parte de esas entradas, pues es un precio bueno para reponer las
reservas, dado que su precio va a subir, y va a obtener ganancias. El saber
esto por parte de los privados, va a impedir que el precio baje por debajo de
la banda, en resumen.
13. Concentración de reservas en el banco central y oferta
de dólares privados.
69. Para que el sistema sea claro y limpio, se debe
centralizar de nuevo el manejo de las reservas internacionales en el banco
central: debe eliminarse el Fonden como mecanismo que maneja reservas con otros
propósitos.
70. El gobierno, además, debe adquirir las divisas que
necesita en el sistema bancario y las casas de cambio, como cualquier agente
económico. Y también puede ir a las subastas. Así se limpia su papel como
beneficiario de las ganancias cambiarias, en bolívares, sin introducir ruidos
perjudiciales en el mercado cambiario. Los subsidios y programas de ayuda, como
los de becas y compras de medicinas, los puede hacer en bolívares, de manera
que los agentes hagan sus transacciones en dólares en el mercado de divisas, a
través de bancos y casas de cambio.
71. Por otra parte, hemos estado hablando de que las
empresas exportadoras privadas, y los hogares tenedores de dólares, pueden
ofertarlos en el sistema bancario, casas de cambio, y casas de bolsa. Habrá
libertad de oferta y demanda en este mercado, que tenderá a cotizar sus dólares
al mismo precio que el del banco central, dada la cuantía de las reservas que
ahí se cotizan, y por la interacción que habrá entre los dos mercados.
72. Esto último incentivará la exportación privada no
tradicional, entre otras cosas, y dará fluidez al mercado cambiario.
Bibliografía.
1. Pérez Martí, Felipe. "Propuesta cambiaria: hacia la integración monetaria". Revista Debates IESA, 2002.
2. Pérez Martí, Felipe. "Arquitectura regulatoria para
el sector financiero en Venezuela", Revista de Ciencias Económicas y
Sociales, Universidad Central de Venezuela (UCV), Caracas, Mayo 2002, Revista
2, Vol 8.
3. Pérez Martí, Felipe. "¿Cuál es el régimen cambiario
que necesita Venezuela?", 2001, Debates IESA
4. Pérez Martí, Felipe. "Un Sistema Cambiario para
Venezuela". Revista de Economía del Banco Central de Venezuela., Foros 5
(2000).
5. Pérez Martí, Felipe. "Ideas para una Política
Macroeconómica adecuada en las actuales circunstancias", Revista de Ciencias
Económicas y Sociales, UCV, Caracas, 2000.
Muy bien, felicito a los autores o autor de este documento, porque no deja de ser una contribución y no deja de hacer falta insistir una vez más en algo que muchos hemos repetido hasta la saciedad.
ResponderEliminarPero (i) ¿hacía falta escribir tanto para desarrollar tres idas básicas que pueden sintetizarse en 5 párrafos? ¿No les parece que eso que escriben es algo más que obvio, en los límites de las perogrulladas, y tan extenso que su lectura se torna un martirio? No hace falta ser economistas para darse cuenta de todo eso. En lo que a mí respecta, el pésimo manejo del control de cambios fue lo que me alejó definitivamente de Chávez y del Chavismo, pero también me ubicó dos veces más lejos de la gente de la Oposición.
Y luego, (ii), ¿no se pasearon Uds. por la idea de que, al fondo de la política cambiaria, lo que subyace es una FALTA ABSOLUTA DE PRODUCTIVIDAD? ¿No han pensado que este es un estado de economía sanguijuela, parasitaria, que pretende vivir de las rentas, pero sin producir nada y, además, como aquel hipócrita de Robin Hood, robándole a la clase media para regalarle a los marginales? ¿No han pensado que el bajo índice de desigualdad social en Venezuela se debe a que la clase media ya se asimiló a las clases marginales y que mientras los ricos son cada vez más ricos son también menores en número, pero ganan 1000 veces más de lo que ganaban antes? Es por eso por lo que el índice de desigualdad ha bajado tanto, porque ya no hay clase media, ya todos estamos en las mismas condiciones de marginalidad: todos somos cada vez más iguales, porque los dólares provenientes del control de cambio son para financiar a las clases desposeídas en detrimento de la clase media. Al final, el 99% de los venezolanos seremos todos iguales, igualmente marginales. Me pregunto: ¿es esa la sociedad igualitaria de la que hablaron Marx y Lenin?
Y (iii), ¿creen que la estructura del control cambiario es inocente? Noooooo, y allí está el gran error: el sistema de control cambiario es el NEGOCIO DEL SIGLO, en cuyas sombras se cobijan tanto los dirigentes chavistas como los empresarios y los dirigentes de la Oposición. ¿Por qué no hablaron en esa propuesta del famoso "efecto lechuga", entre otras cosas?
Me parece, en definitiva, que ese documento de "propuesta cambiaria para salir de la crisis" es esencialente INOCENTE, INGENUO, como si se chuparan el dedo, aparte de que pretende lucirse con una larga retahila de conceptos técnicos y pseudo-técnicos, nada científicos, que no vienen al caso. Siempre he pensado que la Economía, igual que el Derecho, no son áreas de estudio científico, sino áreas de la simple LÓGICA y del sentido común (que según un viejo amigo mío, por cierto, es el menos común de los sentidos).
Mil perdones por todo esto, pero al principio Uds. hablan de un "necesario debate", ¿o no?
Perdonen las posibles heridas que esto abra, pero no veo más salida que la crítica, la denuncia y el razonamiento DESALMADO.
José Padrón Guillen / twitter: @josepadrong / email: josepadrong@yahoo.com / Web personal: http://josepadron.info