lunes, 21 de octubre de 2013

CIVETCHI, dirigida por Flavio Falsiroli, sigue acosando a los trabajadores CORPIVENSA –el gobierno–, con el 51% de las acciones es su cómplice


Por Opción Obrera

No ha transcurrido un mes desde que el patrono de CIVETCHI, Flavio Falsiroli, con la conformidad de CORPIVENSA –representa la porción mayoritaria del Estado en la empresa mixta–, obligara, bajo coacción,  a renunciar a 5 trabajadores activos con la amenaza de involucrarlos en la amañada “estafa” que le achaca a 8 trabajadores detenidos en el penal de Tocuyito, cuando otro trabajador, Alvin Silva, recibe la visita en su sitio de trabajo, el viernes 18 de octubre, del abogado de la empresa junto a otros similares del bufete que tiene contratado CIVETCHI y el gerente del área al cual está adscrito.

El motivo de la visita fue para “invitarlo” a renunciar a la empresa en vez de cumplir la amenaza de llevarlo a Tocuyito, al igual que los 8 que están allí recluidos en espera del juicio que dictamine la supuesta “estafa en flagrancia” armada como trampa con el apoyo del SEBIN.


Los abogados del patrono en CIVETCHI saben que los procedimientos para despedir justificadamente a un trabajador están claramente expuestos en la vigente LOTTT. Un expediente debe ser suficientemente sustentado para ser presentado ante la Inspectoría del Trabajo correspondiente para que sea esa institución quien declare su procedencia. Como hay una clara intensión por parte del patrono de deshacerse de todo aquel trabajador que perturbe sus derechos a ser explotado, la coacción entonces es el recurso previo como con los otros cinco que fueron obligados a renunciar en septiembre pasado por haberse solidarizado en abril con los 8 detenidos hoy en el penal de Tocuyito. El recurso final quizás sea otra trampa como les sucedió a ellos, si el trabajador insiste en su derecho al empleo como en efecto lo hizo al negarse a renunciar.

El alegato para la coacción es un tweet enviado por Alvin Silva a los 7 que sigue, al presidente Nicolás Maduro y otros tantos funcionarios públicos de relevancia: “Presidente si quiere luchar contra la corrupción investigue al empresario FLAVIO FLASIROLI tiene la empresa CIVETCHI”. Eso fue en fecha 16 de octubre, 8 meses después del anterior lamentando el fallecimiento de Hugo Chávez en marzo. En otras palabras, para el patrono Flavio Falsiroli, un tweet de escasa relevancia es más que suficiente para despedir a un trabajador, envalentonado por ser propietario del 49% de las acciones de Civetchi en la empresa mixta con representantes del chavismo del Ministerio de Industrias y el PSUV del estado Carabobo. Descubre, además, la actitud fascista que junto a sus secuaces abogados representa el hecho de tener investigados hasta el mínimo detalle a cada uno de los trabajadores, algo que está claramente tipificado en la LOTTT como acoso laboral al perturbar “el ejercicio de sus labores y poniendo en peligro su trabajo o degradando las condiciones de ambiente laboral”.

Las demostraciones de acoso laboral por parte del patrono en CIVETCHI no se detienen. Alvin Silva y otros dos trabajadores habían sido despedidos injustificadamente a mediados del año pasado por haber firmado el anteproyecto de organización sindical introducido ante la Inspectoría del trabajo en Valencia. Anteproyecto que fue anulado al ser devuelto 3 veces por la institución con el alegato de “requiere subsanación” sin explicar qué cosa en realidad había que subsanar. En realidad la negativa a admitir una matrícula sindical en la empresa mixta CIVETCHI era exigida tanto por el patrono privado Falsiroli como por la parte del Estado. Según Flavio Falseroli en la denuncia que coloca en el SEBIN para que éste cuerpo de inteligencia policial actúe en el supuesto de estafa en que habrían incurrido los 8 trabajadores presos en Tocuyito, el Ministerio de Industrias, ente al cual está adscrita CORPIVENSA, lo instruyó a impedir por cualquier medio o modo que se constituyera un sindicato. Los estafadores son evidentemente otros, Flavio Falsiroli y CORPIVENSA, que niegan un derecho claramente instituido en la LOTTT, aprobada el 7 de mayo de 2012.

Que los patronos muevan cielo y tierra para impedir el derecho a la sindicalización de los trabajadores va en el mismo sentido que el acoso laboral claramente impuesto al trabajador que recurre a un tweet para denunciar lo que es harto evidente: la corrupción que se esconde, y ha escondido, detrás de las importaciones indiscriminadas de vehículos chinos y de repuestos y su posterior comercialización en el país.

El trabajador, Alvin Silva, sujeto a acoso laboral por parte del patrono Flavio Falsiroli, logró el reenganche luego de un año de incontables gestiones ante la Inspectoría del Trabajo de Valencia. El patrono admite el reenganche de él y de los otros dos despedidos injustificadamente en julio de este año, pero la arremetida patronal no cesa. No es colocado en su antiguo puesto de trabajo sino que es enviado a un almacén, externo a la planta de CIVETCHI, ubicado en San Diego. Alvin Silva y otro de los reenganchados junto a un vigilante de otra empresa son la plantilla de trabajadores del almacén donde entran y salen los kits SDK de partes de los vehículos a ser ensamblados en la planta en la Zona Industrial de Valencia. EL nuevo sitio de trabajo es evidentemente parte del acoso laboral instituido desde un año antes. El patrono Falsiroli no quiere por ningún motivo que estos trabajadores reenganchados puedan tener algún roce junto a sus otros compañeros de trabajo en la planta. La “afrenta” de verse obligado a reenganchar a los trabajadores por órdenes de la Inspectoría del Trabajo, la compensa con el “destierro” que les impone. Por eso no es el tweet lo que le molesta con Alvin Silva, es haberse visto obligado a su reenganche y lo del tweet, insólito y ridículo, es ahora como cualquier otra, circunstancia para amedrentar y buscar la salida de este trabajador.

CIVETCHI representa un clásico ejemplo del parasitismo de la burguesía respecto a su Estado. En el apartado siguiente se detalla una crónica demostrativa de este hecho.

POR EL DERECHO A LA SINDICALIZACIÓN DE LOS TRABAJADORES DE CIVETCHI
FUERA LA INJERENCIA DEL SEBIN EN LOS CONFLICTOS OBRERO-PATRONALES.


CIVETCHI, CRÓNICA DEL DEMOSTRADO PARASITISMO DE LA BURGUESÍA RESPECTO A SU ESTADO

“El Consorcio Industrial Venezolano de Tecnología China (Civetchi), pertenece a la Organización Dino Falsiroli, grupo empresarial venezolano dedicado al sector automotriz que se inició en el año 1994 con el nacimiento de Dincar Aragua, la cual desde esa fecha hasta el presente, ha mantenido el liderazgo nacional en la comercialización de la marca italiana Fiat. El Grupo Falsiroli posee  otras cuatro concesionarias de  las marcas Renault y Chevrolet, con posiciones de liderazgo nacional en ventas  y en los actuales momentos abre dos para la marca Nissan, que en total suman siete concesionarios multimarca en el país”. (Consorcio industrial venezolano invertirá más de 100 millones de $ en sector automotriz; 04/10/2007; http://encontrarte.aporrea.org/noticias/n7172.html).

En esa misma noticia se menciona que Civetchi invertirá “más de 100 millones de dólares en el país, en el ensamblaje de  camiones livianos, medianos y pesados, así como en volteos y autobuses,  para los mercados de Venezuela, Colombia y Ecuador”. De ese capital OFD pondría el 25% y la banca el restante 75%, con el fin que “Para la segunda mitad del año 2009 comenzará en Venezuela la producción de los productos  Dongfeng” en las instalaciones del antiguo local de Industrias Metalmecánicas Ferrum en la Zona Industrial de Valencia.

Civetchi se registra como empresa para aprovechar las facilidades dadas a través del gobierno bolivariano cuando éste trata de diversificar el ensamblaje de vehículos distintos a los monopolios extranjeros de la Ford, Chrysler, GM, Toyota, con marcas de origen chino o de otros países europeos, y para frenar el abultado crecimiento en la importación de los mismos. Civetchi, como empresa privada negocia con Donfeng una carta de intensión para montar una planta en el país con este fin. Todo eso se da durante 2007 y 2008. Lo que sería una empresa privada con capitales de ODF y la banca privada, en 2010 por boca del propio Chavez se convierte en una empresa mixta, o sea, con obvia ayuda del gobierno bolivariano, le coloca el pulmón de oxígeno que no tiene el capital criollo para hacerle frente a los monopolios extranjeros.
Un año después Civetchi informa que tiene prevista una inversión de 30 millones de dólares en Colombia. La nota de prensa que recoge un diario ecuatoriano, fechada el 05/09/2008 en Bogotá da por cierto que “El Consorcio Industrial Venezolano de Tecnología China (Civetchi), que ensambla camiones chinos de la marca Donfeng, invertirá $30 millones en la apertura del mercado colombiano”. Además que “Entre sus proyectos figura la posible construcción de una planta de ensamblaje en Colombia en el 2010”, y de los 100 millones de dólares que hablaban en el 2007, al parecer seguían intactos porque “Civetchi, distribuidor de Donfeng para Venezuela, Colombia y Ecuador, tiene previsto invertir este año un total de $100 millones en los tres países”. (Civetchi de Venezuela invertirá 30 millones dólares en mercado Colombia; 05/09/2008; http://www.hoy.com.ec/noticias-ecuador/civetchi-de-venezuela-invertira-30-millones-dolares-en-mercado-colombia-303766.html).

Lo cierto es que el tiempo transcurriría hasta 2010 cuando Chavez acepta hacer una empresa mixta del Estado con Civetchi. De ensamblar camiones Donfeng, aquí o en Colombia, por su propia cuenta y el apoyo de la banca, se convirtieron en meros importadores de los mismos con las bondades del dólar preferencial.
No debía ser muy santo el negocio de la importación, que alguien denuncia a Flavio Falsiroli en noviembre de 2009 de triangular por Panamá las importaciones con permisos hasta por 27.000 unidades y con un recargo de 35% en los camiones y de 100% en los repuestos. El intermediario sería una empresa que fungiría de mampara de nombre SHANGHAI GLOBAL TRUCKS CORP. El denunciante anónimo dice: “en la mayoría de las importaciones de repuestos hechas por esta empresa ( sin SENCAMER) los códigos arancelarios son cambiados, metiendo productos por otros. En el caso de los Camiones, estos muchas veces vienen con mercancía de contrabando”. El denunciante pide que alguien investigue. (Atención Señor Presidente de todos los Venezolanos; 25/11/2009; http://www.antiescualidos.com/pag/index.php?idmen=85&idn=4401)

En junio de 2010 Chávez anuncia la conformación de empresas mixtas con China y Francia para el ensamblaje de vehículos. “También he autorizado la firma de acuerdos con empresas ensambladores de origen chino que están en el país con empresas de capital venezolano asociadas con el Estado. La Civetchi, Jack, ZGT, incluso con empresa de propiedad social, son de la más grandes para producir camiones y vehículos”, nos relata una nota de prensa de ABN que recoge Aporrea. (Gobierno aprueba acuerdos con ensambladoras de vehículos de China y Francia e inicia conversaciones con la Renault;  07/06/2010; http://www.aporrea.org/actualidad/n158837.html). El solo hecho que un grupo empresarial se planteara competir con los monopolios internacionales del ensamblado de vehículos en el país, asociado con la banca criolla y con ínfulas de obtener hasta un 7% del mercado de camiones en Ecuador, Colombia y Venezuela, para terminar “asociado” al Estado, indicaba con interés que una investigación detallada había que haberse hecho.

El 06/04/2011 con la presencia de Chávez, Yuri Pimentel por Corpivensa y Flavio Falsiroli por Civetchi, se firma “constituir una empresa conjunta para el ensamblaje de Vehículos Comerciales marca Dongfeng”. La participación del Estado Venezolano equivale a un 51% y un 49% corresponde a capital privado de Civetchi. Se estima que las operaciones de producción inicie el 4to trimestre de ese año, tendrá una capacidad de producción por turno de 75 unidades diarias, en una primera etapa y se estima laboraran alrededor de 200 trabajadores directos en las áreas administrativas de producción y  mantenimiento. La noticia es recogida por la web de Civetchi (http://www.civetchi.com.ve/modules.php?name=News&file=article&sid=6).

Para el momento en que se concreta la empresa mixta los trabajadores de Civetchi se venían planteando la necesidad de organizarse en un sindicato. La respuesta de la empresa, bajo el patrocinio de Corpivensa y el Ministerio de Ciencia y Tecnología, fue la de encausarlos hacia un consejo de trabajadores que tenía todo el esquema burocrático y desde arriba tal como dictan los manuales sobre los mismos del mencionado ministerio. Los trabajadores recurren a la ayuda de los sindicatos del ramo en Valencia como los de Ford y General Motors. El patrono, por su parte, insiste que lo que quiere Ciencia y Tecnología es un consejo de trabajadores.

Para marzo de 2012, desde un pase al ministro Menéndez durante una cadena del sistema nacional de medios públicos y privados en las instalaciones de Civetchi, informa “que el 15 de julio comenzará la producción de 40 vehículos al día” y “producirá este año 4.950 unidades (camiones y camionetas), de una capacidad instalada de 31.020 al año”. Aporrea recoge la nota de prensa del Correo del Orinoco. (Empresa mixta chino-venezolana Civetchi ensamblará este año 4.950 vehículos, entre camiones y camionetas; 08/03/2012; http://www.aporrea.org/tecno/n200444.html). Menéndez mintió con descaro respecto a la fecha del arranque de la producción. No podría ser por menos que por la ya tradicional incapacidad financiera por parte de los dueños de la empresa mixta. Desde 2008 estaban diciendo que la producción de vehículos ensamblados comenzaría año tras año. El capital no estaba para tanto si el negocio primordial era la importación de los mismos. Menéndez pretendió hacerle creer a Chávez que los recursos puestos por el Estado ahora si estaban dando sus frutos en materia de producción. Sí estaban dando sus frutos, pero para el patrono privado con más y más importaciones.

Para esta misma época los trabajadores introducen ante la Inspectoría del Trabajo Pipo Arteaga de Valencia el proyecto de sindicalización. Como es ya tradición, la Inspectoría se los devuelve porque lo deben subsanar. Flavio Falsiroli como patrono en funciones aprovecha para despedir injustificadamente a tres trabajadores que habían apoyado con su firma el proyecto. Durante el año 2012 tres veces fue reintroducido el proyecto de sindicato ante la Inspectoría y otras tantas fue devuelto a ser subsanado. Al cubrir los trabajadores las tres oportunidades que tenían de enmendarlo ante la Inspectoría, el patrono Falsiroli despide injustificadamente a 6 de los integrantes del comité ejecutivo propuesto. Para ese momento cualquier posibilidad de insistir con un nuevo proyecto estaba virtualmente imposibilitado porque la arremetida del patrono Falsiroli se manifestaba con el acoso laboral descarado a los trabajadores. Para el socio público ya no era solamente la indiferencia ante esto lo que se mostraba. Era la aceptación del curso que se habían impuesto las partes patronales, con la exigencia a la institución laboral del Estado a que les negara de plano cualquier iniciativa sindical a los trabajadores.

Es así como se llega al año 2013. Falsiroli sabía que los despidos podían ser anulados por la Inspectoría. Con insistencia los convoca a llegar a un acuerdo para “solventar” la situación. Con todo y el acoso laboral impuesto al resto de los trabajadores, estos no estaban satisfechos con que el sindicato hubiese sido anulado. El clima laboral, como consecuencia del terrorismo patronal de Falsiroli y sus esbirros, estaba cada vez más enrarecido. Había entonces que darle un escarmiento ejemplar a los explotados que habían cuestionado el papel explotador del patrono. Más, si fuese como fuese, la producción debía arrancar luego de tantos anuncios en falso y bastantes dólares preferenciales recibidos para importar los vehículos que debían haber sido ensamblados en el país.

La tramoya elaborada no sólo incluyó al cuerpo de inteligencia del Estado, también contó con el beneplácito del Ministerio de Industrias y de Corpivensa. Falsiroli urde una conspiración con el apoyo del Sebin. Se arma todo un plan que haga ver que los trabajadores lo están extorsionando cuando quienes estaban siendo extorsionados eran los trabajadores. Falsiroli los convoca al Aero Club del aeropuerto cercano a la planta el 25 de abril. Les graba la conversación sostenida a los 6 despedidos injustificadamente, y en el colmo de tan diabólica urdimbre, les exige que las condiciones acordadas deben incluir a otros dos trabajadores que aún están activos en la planta.

Al día siguiente la trampa fue colocada con testigos y todo. Estos testigos voluntarios, según se expresa en el acta del Sebin, circulaban por el frente de la sede del concesionario Donfeng en la Avenida Lara. Testigos que, por cierto, tienen la peculiaridad de tener su sitio de votación electoral en una comandancia policial en el estado Aragua donde sólo acostumbran votar funcionarios policiales. Al bajar a la planta baja de la concesionaria desde las oficinas donde “formalizarían” la extorsión los trabajadores despedidos, el Sebin los “captura” en flagrancia. Para darle forma a todo esto, Flavio Falseroli introduce ante el Sebin la denuncia de la supuesta extorsión y como prueba de la misma, deja la grabación que les realiza el día anterior, a la par que también explica que sólo estaba siguiendo las instrucciones que desde Corpivensa y el Ministerio de Industrias le habían dado respecto a la negativa total a que en la empresa se constituyera un sindicato.
Los trabajadores afectados por la conspiración patronal sólo pretendían negociar su retiro de la planta al sentirse coaccionados por Falsiroli al impedirles regresar a sus labores, a pesar de que tenían orden de reenganche por parte de la Inspectoría del Trabajo. Éste no sólo les niega el derecho a la compensación por el despido injustificado, también con ensañamiento los manda a poner presos, algo que la juez de control en la audiencia de presentación no tuvo el menor reparo en aceptar. Los trabajadores son puestos en detención en la sede del Sebin en Naguanagua por orden de la juez.

En los cuatro meses que han transcurrido desde esa fecha, el patrono admitió el reenganche de los tres primeros trabajadores despedidos injustificadamente, la planta comenzó a producir, y la juez de control se tomó todo el tiempo que le pareció para convocar la audiencia de ir o no a juicio. Que ésta se haya hecho fuera de los lapsos procesales y además la juez les recomendara a los trabajadores el declararse culpables para conseguir una pena concreta con tiempo encarcelados seguramente menor a  verse pudrirse en la cárcel, mientras se les retarda el proceso, gastan dinero en defensa y en mantenimiento por protección en la cárcel, indica en mucho las condiciones extorsionadoras de todas las instituciones del Estado involucradas.
Enviarlos Para  Tocuyito fue la decisión de la juez, como escarmiento por haberse atrevido a cuestionar el poder del patrono y “su derecho” a explotarlos como le venga en gana. Que otra vez les toque a los trabajadores esperar a que la justicia se dé el postín para convocar al juicio formal, no es sino un grano de arena más en las playas de la justicia de clase que impide el derecho a la organización sindical.

Producto de la inexperiencia, los familiares de los 8 trabajadores presos fueron engañados por una abogada, les saco cientos de miles de bolívares ofreciéndole que llegaría a un acuerdo con la jueza para que salieran en libertad, no sólo no presentó defensa sino que se cogió los reales ante la promesa incumplida que de esa manera se arreglaría todo. Esta abogada será denunciada, por los familiares de los detenidos, ante el colegio de abogados para evitar que siga dañando a trabajadores desprevenidos.


En septiembre 2013, FalsIroli siguió procediendo no sin el apoyo de sus socios de Corpivensa. Cinco trabajadores activos que hicieron pública en abril su solidaridad para con los 8 trabajadores detenidos, también han sido extorsionados por el patrono. Tuvieron que renunciar por el chantaje que les había impuesto, el de asociarlos con la “extorsión” que sólo el patrono y las instituciones pudieron armar por la conspiración de los explotadores por sobre los explotados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario