Por La Guarura Impresa
Decir yukpa en estas tierras del norte de nuestramérica,
definitivamente es decir resistencia. Resistencia y marcha constante para
combatir al invasor, y a sus herederos colonizadores, quienes nada o poco saben
de esa hermosa cultura que respira detrás del silencio de algunos de sus
hombres y mujeres, y que se convierte en grito cada tanto, cuando el watía en
abierto desconocimiento de su cultura ancestral, hiere su dignidad.
En esta ocasión llegan tras un accidentado viaje que les
ocupó casi tres días, tres caciques yukpa a las instalaciones del INTI en
Caracas, en búsqueda de información en torno al proceso de pago definitivo de sus
tierras para que puedan ser ocupadas por sus verdaderos herederos, quienes no
son otros que estas etnias diezmadas históricamente y que aún sobreviven precariamente
en las zonas más adversas e improductivas de la Sierra de Perijá en el Estado
Zulia. Deben venir a Caracas porque los funcionarios adscritos a los distintos
entes locales no les ofrecen confianza, y ellos acuden a "la cabeza del
país" (¡así le llaman!¡pobres sueños nuestros esos los de la
descentralización!) para poder conocer de buena fuente cuáles son, en definitiva,
las haciendas que se han pagado, y en cuánto tiempo más (¡ya los sesenta días
de plazo ofrecidos por el gobernador Árias Cárdenas y Elías Jaua se vencieron
hace mucho tiempo!) deben esperar para que se cancelen el resto de las
haciendas, y obtener a través de este mecanismo, que cese la hostilidad de
ganaderos en su contra, y en consecuencia, la paz en sus territorios.
Sabino, Carmen y Celina vienen en nombre de sus pueblos a
exigir se aceleren los procesos administrativos que finalmente sanearán de la presencia
de terceros varias haciendas que forman parte de su espacio vital.
Afortunadamente fuimos testigos de un recibimiento respetuoso
y de un trato digno a nuestros compañeros. Por requerimiento del Presidente del
INTI, William Gudiño, la compañera Atenea se encargó de ofrecer toda la
información requerida, no sin antes manifestar en un discurso impregnado de humildad
y de sentido de justicia revolucionaria, lo compleja que resultaba la tarea de
entrega de tierras en un territorio en el cual existía no sólo una enorme
variedad de etnias, y a su vez de grupos dentro de ellas, sino también un
cúmulo de intereses económicos por parte de los distintos actores sociales.
Manifestó que ellos no se consideraban simples funcionarios administrativos
sino que sincera e irrevocablemente estaban con las luchas del pueblo yukpa, y
que en consecuencia, solicitaban ayuda para poder entender cabalmente la
situación y actuar en forma justa en la superación de las dificultades:
"No hemos dudado en pedirle ayuda a Lusbi Portillo, de quien hemos
recibido importante información. Y del mismo modo te pedimos ayuda a ti,
Sabinito, para que nos ayudes a entender y a lograr que las ocupaciones de tierra
por parte de los diferentes grupos yukpa, sea ordenada y garante de la
efectividad en materia productiva".
Eran las ocho de la noche cuando Sabino, Carmen, Celina y el
grupo de compañeros que llegaron como voceros de sus pueblos, todavía eran
atendidos por esta compañera, quien además les garantizó que podrían conversar
posteriormente con el Presidente del Instituto de Tierras, Licenciado Gudiño,
una vez que este terminara de participar en un consejo de ministros en el cual
se hallaba.
Hacía mucho tiempo que un funcionario público de nuestro
gobierno −ese que hemos defendido hasta con nuestras propias vidas y la vida de
nuestros seres queridos− no nos hacía sentir el valor de un trabajo institucional
respetuoso y al servicio de los seres humanos.
Allí dejamos a nuestros hermanos yukpa, bajo el resguardo de
una solidaridad militante y en espera del Presidente del INTI. Ojalá estos
modos de proceder se generalizaran en cada uno de los espacios de nuestras
instituciones. De seguro, con personas como éstas, todos los venezolanos tendríamos
mayor confianza en el futuro y comenzaríamos a avanzar más eficientemente en la
construcción de una sociedad cada vez menos injusta.
Y con la lucha por la restitución de sus espacios, La Guarura
Impresa se une a la convocatoria de todos nuestros hermanos aliados con la
causa yukpa para que en una contundente demostración de solidaridad,
acompañemos a Lucía, la esposa de Sabino Romero Izarra, a la audiencia
preliminar privada que contra los asesinos materiales de este excepcional líder
indígena, se realizará este próximo viernes 25 de octubre a las 9:30 AM, y para
que exijamos también la detención inmediata de los ganaderos que han venido
asesinando al pueblo yukpa y que pagaron esta vez para acabar con la vida del
más acérrimo luchador de estos tiempos por la causa de nuestros pueblos
ancestrales.
¡Qué viva Sabino Romero
Izarra y su sed de justicia para el pueblo yukpa! ¡Qué vivan las mujeres
indomables que levantan las banderas del combate militante por la vida y el
respeto a la dignidad! ¡Matria para nuestros hermanos! ¡Justicia para nuestros
pueblos ancestrales!
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