Por Antonio
José Guevara /
Brunilde I. Palacios.
Brunilde I. Palacios.
Desde esta
trinchera, siempre hemos recomendamos que se hace necesario hacer transparente
los resultados que arrojó el Censo de Habitat y Vivienda realizado por el
Instituto Nacional de Estadística (INE), en el 2011, en el cual por ejemplo, se
pudiera decir, que es interesante, cuando uno observa y compara que la
población total residente en el estado Miranda, fue de 2.675.165 personas,
observándose que el 48,0 % de la
población, se auto reconoció como Morena/Moreno y 45,8 % como Blanca/Blanco y
negras/ negros el 3,6. Por su parte, 1,6% de la población de esta entidad se
declaró como afrodescendiente. Esto quiere decir que de una población de 2.675.165
venezolanas y venezolanos que integra el
estado Miranda[4],
solamente se reconocieron como afrodescendientes 42.264 personas, Igualmente
sucedió en Vargas, Aragua, Zulia[5] y en
los demás estados, donde se le hizo la pregunta que tenía que ver con el
eutoreconocimiento, porque los venezolanos y venezolanas, no aceptan que se les reconozcan como afrodescendientes, ya que entienden que el término es usurpador y se está
convirtiendo en una herramienta colonizadora y fragmentaria de la
venezolanidad.
Este término además no posee ningún tipo de inherencia y significación
en la idiosincrasia e identidad de los venezolanos, en virtud de un significativo número de ellos sienten que fue creado para diferenciar a los africanos, de quienes no lo eran. Y en este sentido venimos sosteniendo que ellos mismos se encargaron de discriminar y quitarle identidad a sus
propios congéneres, su propia gente, a los cuales les impusieron el apelativo
de negros y negras, para después venderlos a los barcos negreros europeos, sin
importarles que eran seres humanos… Eran africanos, hermanos de sangre, con
los que ellos habían compartido infancia. Por ello nos preguntamos ¿Cómo podemos
aceptar que se nos venga imponer el término afrodescendiente, cuando ellos no
tuvieron ningún gesto de humanidad con sus coterráneos, a los cuales vendieron
sin ningún pudor y no les importó que fueran seres humanos?
Esto datos pudieran ser expresión de que la población venezolana rechaza el término “afrodescendiente”, como lo
demostró en el Décimo Cuarto Censo de Población y Vivienda, que se llevó a cabo
en todo el territorio venezolano por el Instituto Nacional de Estadística
(INE), a partir del 01 de Septiembre del 2011, en el cual, como ya se dijo, el total de la población
venezolana es aproximadamente de
27.227.930, y solamente se auto reconocieron como afrodescendientes, 181.157
venezolanas y venezolanos[6]
del total de toda esa población. Y en este sentido nos preocupa que estos grupos ahora no
quieran reconocer los resultado que logró el INE, desvirtuándolos al sostener que la realidad es otra.
Desde nuestro punto de vista los resultado obtenidos niegan totalmente que este pueblo se auto
reconoce como afrodescendiente y echa por el suelo la matriz de que
existe un alto sentimiento arraigado hacia la africanidad,
puesto que tal imposición ha conllevado a que se profundice esa negación,
puesto que los resultados del Censo 2011, arrojan, que no llegan.., al uno por ciento (1%), y en el cual la población mayoritaria es equivalente al 99.3 por ciento, quienes se reconocieron, como
no descendientes de africanos,
demostrándose que no hay nada que nos ligue a la cultura africana,
debido a que dicho rechazo se debe a que no se puede echar al traste los
segmentos que conforman la historia (Como lo han querido hacer los que se auto
reconocen en el país como afrodescendientes).
Es evidente que a los africanos
nunca les interesamos e importamos, porque si no nunca se hubiesen dedicado al
oficio impío de cazar y vender a sus coterráneos (a su propia gente) a los
europeos, ya que la venta de humanos se vio como un gran negocio impío y cruel,
que no solamente trajo beneficios a la población común que conforman el sistema
tribual, sino también a sus aristocracias que gobernaban a estos emporios
humanos, a través de la imposición de un sistema de castas cerradas que influía
e imponía su poder, en la vida diaria, que sirvió como medios de control y de
cohesión sobre esas formas gregarias caracterizadas por ser cerradas y
tener formas de organización, que a su interior eran controladas por el
elemento religioso, lo cual les cambió su estatus social en un mundo
desconocidos por ellos.
Además que en dicha postura se puede notar, que quienes en el país mantienen tal actitud,
se han convertido en discriminadores y segregacionista del término negro, el
cual no lo ven como un aporte a la humanidad y se han dado a la tarea de echar
por el suelo y despotricar sobre su trascendencia, puesto que han tratado en todo momento de opacar su aporte a la
humanidad, conllevando a no enarbolar la grandeza y el nivel de inteligencia de
esos seres humanos que fueron producto de las incidencias producidas por el
sistema tribal africano y el europeo, en el cual pareciera que quienes se encuentran
dentro de la polémica, no se arriesgan, a tocar el tema y menos aceptar que
esos desarraigados que fueron el producto de la comercialización de los
asientos negreros, eran humanos con una gran sensibilidad para crear, en el que
no se han percatado que fueron sujetos que dejaron un gran legado, puesto que
fueron capaces de crear la cultura negra, la cual marcó un hito en el pensamiento humano que se hizo sentir
en todas las esferas del saber. Por ello, creemos que quienes se identifican con
el termino afrodescendiente, se han prestado para darle un enfoque negador,
que se puede notar en las diferentes posturas asumida, puesto que con gran
intencionalidad, tratan de obviar que fueron capaces de crear una
cultura que posee sus propios rasgos (Cultura Negra).
Por ello,
pudiéramos acércanos a decir que esa fue la tendencia en casi todos los estado
que integran el país, y eso lo saben quienes integran la ROA, OECA, como la RAV
y es por ello, que se transformaron en un ala del Polo Patriótico, en donde
vienen desde hace mucho tiempo promoviendo sus influencia a lo interno del
Ejecutivo y Asamblea Nacional, en donde lo han venido imponiéndolo, a espalda
de los resultados que se produjeron, cuando se llevó a cabo el Censo de Hábitat y Vivienda en el 2011, el cual ha sido incluido de manera carroñera en algunas
leyes orgánicas, sin que tal categoría goce del y la legitimación. Y para ello, el
Dip. Modesto Ruiz, se ha convertido en el artífice de esta acción, a pesar que
sabe que no cuentan con el consenso, ni la aprobación del pueblo venezolano,
puesto que ellos mismos que son de piel oscura, nos siguen equiparando, como lo
hicieron los africanos con su propia gente, los cuales utilizaron una conducta
marginal, discriminatoria y xenofóbica, al sostener que los negros/negras son:
"Toda persona de piel pigmentada, pelo
rizado, nariz achatada y labios grueso. Puede tener prácticas culturales de
origen africano, aun cuando no las identifique como tales”.
Mientras que al
afrodescendiente:
"…es
aquella persona que reconoce sus raíces africanas considerando su historia,
generación, territorio, cultura y/o rasgos físicos”[7]
Es decir, que quienes se auto reconocen como afrodescendientes no
tienen la piel pigmentada, ni poseen el pelo rizado, ni sus narices son
achatadas, y menos poseen labios gruesos. Lo que quieren decir, que adolecen de
estos rasgos fenotípicos, puesto que ellos son más refinados, muy parecido al
del europeo o al de los árabes y su conducta es más sutil, porque sus rasgos,
responden a la conservación de la cultura africana, además que suele ser
característico que en Venezuela pareciera que entre los que se auto reconocen
como afrodescendientes está generalizado el manejo de los idiomas africanos, así
como la conservación de los rasgos de la
cultura africana.
Es por ello que no entendemos por qué el 24 de Junio se
baila a un santo blanco, el cual lo
visten de acuerdo a la cultura europea y no a una deidad africana.Y por otro
lado, por qué no se conservó el sistema de casta africana donde era
característico que un jefe tribual se reservara un grupo de mujeres para sus
apetencias personales (Conocidos como Harén). ¿Esa es la
herencia que queremos conservar en Venezuela?
A pesar que de hecho el sistema de la trata negrera dirigida por los europeos fue
impío, también el sistema tribual
africano fue más cruel, hasta el punto que eran dueños de la vidas, de quienes se encontraban dentro de sus predios, de la
cuales disponían a su antojo y por ello, se dieron el lujo de venderlos a los
barcos negreros, sin importales que era seres humanos, que eran sus
coterráneos, congéneres que se criaron con ellos, que comían en el mismo plato,
que jugaban y bailaban con los mismos movimientos corporales que se les enseñó
desde niños y niñas (cuestión que no hacían las culturas europeas) y por ellos
fueron tratados como bárbaros, cultura híbridas, a las cuales se le podía sacar
el mejor provecho y fueron consideradas, aptas solamente para el trabajo duro,
porque los vieron como animales, su vida no importaba nada y todas
estaban a disposición de un solo hombre (el Jefe tribual), parecido a lo que
plantea Immanuel Kant (1919) en su testo “Lo Bello y lo Sublime”, el cual dejó
claro su posición racista en contra de los negros y negras y nunca logró
entender que eran culturas con percepciones distintas, echando por tierra
el andamiaje teórico que construyó:
“Los negros de
África carecen por su naturaleza de una sensibilidad que se eleve por encima de
lo insignificante”[8].
Esto representa
que quisieron vendernos unos estereotipos que solamente caracterizan a los
africanos, y se llegó al extremo de relacionar una cultura con otra, sin
tomar en cuentas, que la cultura negra no se puede relacionar con ninguna
cultura en el mundo, y menos con la africana.
“El señor Hume
desafía a que se le presente un ejemplo de que un negro haya mostrado talento,
y afirma que entre los cientos de millares de negros transportados a tierras
extrañas, y aunque muchos de ellos hayan obtenido la libertad, no se ha
encontrado uno solo que haya imaginado algo grande en el arte, en la ciencia o
en cualquiera otra cualidad honorable, mientras entre los blancos se presenta
frecuentemente el caso de los que por sus condiciones se levantan de un estado
humilde y conquistan una reputación ventajosa”[9]
Para sostener
más adelante:
“Tan esencial es
la diferencia entre estas dos razas humanas; parece tan grande en las
facultades espirituales como en el color. La religión de los fetiches, entre
ellos extendida, es acaso una especie de culto idolátrico que cae en lo
insignificante todo lo hondo que parece posible en la naturaleza humana. Una
pluma de ave, un cuerno de vaca, una concha o cualquier otra cosa vulgar, una
vez consagrada con algunas palabras, se convierte en objeto de reverencia y de invocación
en los juramentos”[10]
Por eso se llegó al extremo de compararlo y sostener
que:
“Los negros son
muy vanidosos, pero a su manera, y tan habladores, que es preciso separarlos a
golpes”[11]
Por ello
sostenemos que hay que tener cuidado con lo que se asume, puesto que esta
posición de Kant (1919) es muy parecida a la que asumieron los grupos que se
encontraban en el Subcomité de Estadística de Población afrodescendiente, ya
que la pregunta que integró el Cuestionario Censal en Venezuela y que se
utilizó en el Censo de Hábitat y Vivienda, realizado por el Instituto Nacional
de Estadística (INE) y el Sub Comité de Estadísticas de Población afrodescendiente (conformado por la RAD, ROA y Otros), estaba viciada y esto se
hizo con el objetivo de que los venezolanos y venezolanas de piel negra no se
reconocieran y sintieran pena de su melanina negra porque ellos consideran al
negro y negra, como lo consideró en su tiempo Kant, lo cual indica que quienes
se auto reconocen como afros, legitiman los argumentos que sirvieron para certificar el proceso de desarraigo y el segmento de esclavitud, en una sociedad
que consideraba su piel, parecida al del animal, el cual urgía ser domesticado
y para ello, era necesario convertirlo en una
propiedad que debía ayudar a satisfacer las necesidades de su amo
europeo, en la cual su animalización era avalada jurídica, social,
cultural y religiosamente, y en el que tuvo que soportar que sus mujeres
fueran concubinas de sus amos y que sus hijos fueran vendidos al mejor postor
en beneficios de sus dueños.
[1] Instituto Nacional de Estadística de Venezuela
[2] Red de Organizaciones Afrodescendientes
[3] Red de Afrodescendientes de Venezuela
[4] Fuente: ESTADO
MIRANDA. DISTRIBUCIÓN PORCENTUAL DE LA POBLACIÓN, SEGÚN AUTORECONOCIMIENTO
ÉTNICO. CENSO 2011 Instituto Nacional de Estadística (2011)
[6] Es decir.., el 0.7 por ciento de los
venezolanos y venezolanas que conforman el total de la población venezolana
[7] Concepto que utilizó el Subcomité de Estadística de Poblaciones
Afro descendientes que pertenece al Instituto Nacional de Estadística de
Venezuela y que se utilizó para estereotipar al Negra y Negra y se utilizó en
el momento de hacer la Pregunta del auto reconocimiento a la familia venezolana
por el empadronador.
[8] Kant, Immanuel. 1919. Lo bello y lo sublime: ensayo de estética y
moral. Barcelona-Madrid: Espasa Calpe.
[9] Ibídem, pág.75
[10] Ibídem
[11] Ibídem
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