Por Gladys Emilia
Guevara
A Sabino nos lo mataron hace casi ocho meses en circunstancias casi de
flagrancia: sus asesinos dispararon contra él y fueron "protegidos"
por los mismos funcionarios de la Guardia Nacional de la zona, quienes en lugar
de detener a los sicarios en fuga, detuvieron, maniataron y amenazaron a los
compañeros que intentaban detenerlos. Pero ese "pequeño detalle" no
importa a la justicia burguesa, porque ella opera con "otra lógica de
acción", esa que tiene que ver con los intereses de clases dominantes que
se perpetúan en los sistemas capitalistas y que nada saben de socialismos del
siglo XXI ni de encendidos discursos de reivindicación a los pueblos originarios,
pronunciados por funcionarios públicos de todos los niveles jerárquicos en
actos, homenajes y permanentes conmemoraciones.
Por eso la justicia burguesa
siempre olerá a desechos fecales, y en ella harán connivencias seres abyectos
que conocen cómo arrimar para su lado la candela, y cómo hacer que los denunciantes
terminen siendo denunciados, so pena de encarcelamiento o de muerte. ¡Es tan
fácil para los dueños del poder económico acabar con la vida de los yukpa en
Sierra de Perijá!
A la llegada de Colón, nos
refiere Lusbi Portillo, ya los yukpa tenían mil años habitando estas tierras.
Pero ese otro detalle anacrónico también carece de importancia para la ley burguesa,
que persigue con ensañamiento y criminaliza a los herederos de esos pueblos
ancestrales que reinaron sobre estas tierras y la hacían producir frugalmente para
sucesivas generaciones. De nada valen artículos consagrados en la Carta Magna con
los que nos holgamos internacionalmente de estar entre los países más avanzados
en cuanto a consciencia histórica y jurisprudencia en materia de derechos
indígenas. La ley burguesa concede derechos a los propietarios actuales e
impunidad a sus desmanes, incluyendo el sicariato y el amedrentamiento.
Los mismos policías que
"custodian" a los testigos yukpa por la muerte del líder Sabino
Romero, llevan al funcionario de PDVSA y hermano de Giovanny Delgado, guardaespalda del alcalde de Machiques, Vidal
Prieto, y sindicado de estar incurso en el asesinato de Sabino Romero Izarra, hasta
la casa de Ana María, la hija de Carmen Fernández, para conminarla a no
declarar en contra del detenido.
Por otro lado, a "El
Manguera", apodo del siniestro personaje que lleva el insólito nombre de Ángel
Romero Bracho, y a quien se le señala como presunto autor material de la muerte
del líder yukpa, le nombran como abogado al Dr. Jackson José Hernández Miquelena,
sin que podamos entender hasta ahora quién paga sus honorarios, en virtud de la
humilde condición de la familia de este operador del terror de Machiques de
Perijá… ¿Los pagará algún ganadero o algún funcionario del Grupo Antiextorsión
y Secuestro al cual este servía como agente en operaciones encubiertas? ¿Es
posible que este "detalle" tampoco revista importancia para la
justicia burguesa?
Ciertamente, para ella no hay
confusión posible, ella está clara en su objetivo histórico de proteger el
derecho del colonizador y de sus herederos actuales, esgrimiendo ahora
discursivamente la "productividad para la soberanía alimentaria" de
muchas de las haciendas y el sagrado derecho a la propiedad privada, en juego
ahora por la política activada por el recién fallecido Presidente Chávez cuando
promulgó en su artículo 119 de la Constitución Nacional: "El Estado
reconocerá la existencia de los pueblos y comunidades indígenas, su
organización social, política y económica, sus culturas, usos y costumbres,
idiomas y religiones, así como su hábitat y derechos ordinarios sobre las
tierras que ancestral y tradicionalmente ocupan y que son necesarias para
desarrollar y garantizar sus formas de vida. Corresponderá al Ejecutivo
Nacional, con la participación de los pueblos indígenas, demarcar y garantizar
el derecho a la propiedad colectiva de sus tierras, las cuales serán
inalienables, imprescriptibles, inembargables e intransferibles de acuerdo con
lo establecido en esta Constitución y la ley".
¿A alguien podría extrañarles que
esa misma justicia burguesa sustancie a través de una fiscal, militante de las
filas de Acción Democrática, un expediente en el cual Sabino Romero Martínez,
hijo de Sabino y actual cacique del Centro Piloto Originario Chaktapa, aparezca
como secuestrador del hacendado Neuro Chacín, su hermana Zenaida como
coordinadora-cómplice de la custodia del secuestrado, y a su hermano Isidro
como colaborador inmediato?
No. No nos extraña. Pero que el
pueblo venezolano sea espectador silente de estos desafueros, que muchos
militantes chavistas (incluyendo esos que integran y se autodenominan medios
alternativos) hagan caso omiso de la lucha de nuestros pueblos originarios, que
no sean activos aliados de los yukpa, pero que vivan con el nombre de
Guaicaipuro, de Bolívar –y ahora de Chávez− a flor de labios, y que en muchas
ocasiones condenen a otros compañeros por asumir posiciones radicales en estos
casos tildándolos de "contrarrevolucionarios", sí es algo que debería
movernos a horror. A espanto.
Entonces seríamos merecedores de
todas las plagas politiqueras habidas y por haber. ¡Adecos, copeyanos, integrantes
de la mud y quintorepublicanos rojitos y de mala muerte, hagan de las suyas…!
Si aislamos a nuestros hermanos
originarios en sus luchas, seríamos merecedores de esos cien años de soledad
que anunciara la pluma del grancolombiano García Márquez, más otros cien adicionales
por incurrir en los mismos errores históricos.
El llamado es a la movilización,
al apoyo activo y militante con la causa yukpa, que es sin lugar a dudas
nuestra propia causa, en la medida en que tal y como bien nos lo decía el
Presidente Chávez, el demonio está precisamente en los detalles… Si los
descuidamos, pereceremos todos víctimas de su omisión, y de seguro, muerta la
raíz, no tendremos "una segunda oportunidad sobre la faz de la tierra"…
¡Acompañemos a Lucía el viernes 8
de noviembre en la Audiencia en la cual se enjuiciará a los asesinos materiales
de su esposo, el líder Sabino Romero Martínez! ¡Pidamos junto a ella cárcel
también para los asesinos intelectuales! ¡Participemos masivamente en la
concentración que el día 14 de noviembre se hará frente a la Fiscalía General
de la República, Plaza Carabobo, en solicitud de justicia para todos los
compañeros caídos en la lucha por la tierra!
¡Ganaderos y sicarios
presos: única garantía de paz en Sierra de Perijá! ¡Justicia para nuestros
líderes sociales, campesinos, obreros e indígenas caídos en combate por la vida:
única garantía de paz en Venezuela!
¡Cese la
criminalización sobre los hijos de Sabino: Zenaida, Sabino e Isidro! ¡Exigimos
se investigue el expediente amañado levantado por la Fiscal Blanca Figueredo de
Acción Democrática contra nuestros compañeros indígenas! ¡Basta de montajes
judiciales para eludir responsabilidad de ganaderos y funcionarios corruptos!
¡Honor y gloria para
Sabino Romero Izarra, mártir en la lucha por la tierra del pueblo yukpa! ¡Honor
y gloria al espíritu de Guaicaipuro que lo impulsó en pleno siglo XXI en
honesto combate por su pueblo!
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