miércoles, 15 de enero de 2014

Proyecto de Transformación Educativa -no tan especial- al estilo de la 4ta. República, o peor aún: cuatro veces nefasto (Parte II).


 Por Ender Rodríguez

(Docente incapacitado y padre de niño con discapacidad mental)


En la primera parte de este ensayo, cuyo enlace se adjunta arriba, se planteaba el asunto de la perversidad en la arbitraria aplicación de un proyecto de Educación Especial denominado contradictoriamente “Una Educación sin barreras” pero - creado desde las oficinas del Ministerio de Educación de Venezuela (repito sin el término “poder popular” en sus siglas) y de espaldas al propio poder constituyente originario, la gente, el verdadero poder popular que es el pueblo pues. Por otro lado, este proyecto nace de espaldas también a toda la legislación nacional, violando abiertamente cada ley y la propia constitución. Esto no implica que algunos planteamientos de dicho proyecto puedan ser positivos o valiosos; de hecho podemos estar de acuerdo en algunos puntos.  El problema es el exceso de ilegalidad, arbitrariedad, exclusión, no consulta y aplicación partidocrática propias de un proselitismo de “gobierno de turno” absolutamente antirrevolucionario (etimológicamente hablando).  


Si queremos TRANSFORMAR DE VERDAD, desde la raíz, desde las causas de la problemática del sistema de educación para personas con discapacidad, y desde  diagnósticos objetivos necesarios con propuestas reflexivas serias, debemos empezar por REPOTENCIAR estos CENTROS, FORTALECER AL PERSONAL PROFESIONAL, Y ADAPTAR TALES CENTROS A LOS AVANCES QUE SE REALIZAN A NIVEL GLOBAL Y DE LA MANO DE LOS Y LAS REPRESENTANTES Y PADRES y no en contra de ellos sobretodo. Sin perder además, el sentido que la misma Constitución Nacional plantea cuando define al Estado venezolano como un Estado Social y de Justicia.   

Uno se pregunta:

¿Qué Estado Social y de Justicia puede haber cuando un Ministerio, execra a un ser humano autista severo o “mayor de edad” y se le envía a su casa como si se tratase de un desahuciado? Un Ministerio de Educación deja sin Educación a un ser especial, pero son al parecer cientos. ¿Quizás mil?. ¿Serán más? Lindo y democrático ¿Verdad? ¿No hace lo mismo una implacable empresa explotadora de corte “capitalista” o una “maquila” de esas que abundan en nuestros países u otra empresa nefasta dedicada a la tecnocracia mercantilista sea pública o privada digamos? ¿Acaso estos chicos con problemas cerebrales, discapacidades y seres especiales, no tienen derecho a una atención integral, seguridad social, atención médica super-avanzada siendo adultos mayores? ¿O es que resulta que el Estado los dejará a expensas de su “fragilidad” y a la “desprotección” que viven muchos de ellos y ellas, pudiendo terminar inclusive en la indigencia, los manicomios -si es que los aceptan- o encerrados en espacios macabros a la manera de cárceles urbanas en hogares que no lo son y donde nadie sepa que habitan como si fuesen “personitas secretas” en encierro y por ello más vulnerables para la violación de sus derechos?

Y lo otro es que los chicas y chicas que sí pudiesen integrarse realmente a “centros educativos regulares” o en todo caso poder acceder a talleres laborales y demás, deben pasar primero por un lento, progresivo, respetuoso y altamente profesional proceso de preparación, evaluación, seguimiento, observación, etc etc etc. No hablamos de pollos ni cambures, ni de caracoles ni de libros de cartulina. Hablamos de seres humanos con fragilidades, dependencias emocionales muy fuertes, desequilibrios, síndromes, enfermedades anexas a sus propias limitaciones de salud, conductas fuertes o excesiva pasividad, etc. Pero son seres humanos muy inocentes y hermosos, con necesidad de apoyo, amor, asesoría, protección y sobretodo, son sujetos de derecho, no son “objetos de experimentación”.  

Pongo un ejemplo: CAIPA TÁCHIRA y lo asemejo a nuestro sistema educativo convencional o “regular”.

Nuestro Centro como reflejo de lo que pasa en todo el país, es el único en todo nuestro Estado Táchira dedicado profesional y específicamente al Autismo. Puede ser que algunos y algunas personas autistas sean atendidos-as en otros posibles centros; pero acá existe toda una estructura y equipo multidisciplinario para atender, asesorar y asumir su proceso educativo complejo. El problema es que debe REPOTENCIARSE, AMPLIARSE y CRECER DE 3 O 4 VECES MÁS este CAIPA. Mientras, los padres, las madres y representantes juntos a nuestros comprometidos y comprometidas docentes y todo el personal, pensamos que debemos crecer para que se atiendan a las personas autistas en Táchira que no posean educación especializada, y que  nuestro Centro CAIPA a su vez, pueda mejorar en salones más grandes y acondicionados, con más recursos, e inclusive con salas de hidroterapia, musicoterapia y arteterapia, acceso a adelantos como la neurociencia y demás avances al respecto, como poseer un área de taller excelente, una mejor cocina con manejo de dieta especial y donde se trabaje la “quelación” no invasiva más exámenes médicos necesarios, más parques didácticos, cancha y diversas áreas verdes, entre otras necesidades más. Mientras esto NO termina de pasar, el Ministerio en vez de ayudar a la repotenciación estructural; planifica en cambio el momento de CERRARNOS ACABANDO de este modo CON LA PROPIA HISTORIA DE CAIPA, LA CUAL NACE no del gobierno de turno en la IV República, NACE DE LA INICIATIVA POPULAR DE UNOS REPRESENTANTES Y LUCHADORES-AS POR SUS HIJOS-AS (TRABAJANDO CON LAS UÑAS hace décadas).
Lo más grave, es que al parecer, estamos retrocediendo décadas, debilitando  procesos históricos que pudieran ser transformadores. 

Si no logramos trabajar juntos y de la mano de un Ministerio de Educación diferente y respetuoso con el pueblo actualmente afectado, estamos enterrando las posibilidades de generar una verdadera revolución educativa integral u holística e nuestro país.

Seguimos en proceso de juicio ante tribunales en el Estado Táchira contra la Zona Educativa por violación de la medida innominada de acción de protección que protegía a nuestros hijos e hijas autistas. En algunos de nuestros municipios más lejanos, dejaron a personas con discapacidad, nada más y nada menos que un año entero sin educación por orden del ministerio (el año escolar pasado), sin contar las demás violaciones graves a nuestra población especial. Si esto no es delito, entonces será que somos magos y extraterrestres acá en San Cristóbal. Es que creen que no hay ley y que dejaremos que arrasen con todo. Ya en varios estados hemos ido ganando a nivel judicial y del Ministerio Público. ¡Seguimos en pie de lucha compas!

Al revisar el documento del ministerio sobre las “propuestas impuestas” en la web de este organismo se podrá visualizar:


La ELIMINACIÓN EN EL SISTEMA INSTITUCIONAL DE LA TERMINOLOGÍA AUTISMO para crear lo que denominan Centros de DIVERSIDAD FUNCIONAL INTELECTUAL, abriendo la posibilidad de la experimentación con nuestros hijos e hijas con discapacidad; sobretodo en el caso de la atención para personas con el síndrome neurológico de espectro autista. Por esta razón han ido cerrando o presionando para lograr cierres técnicos, mediana o totalmente de varios CAIPA, CENDAS y otros centros en el país afectando a cientos y cientos de familias a nivel nacional:


Uno se plantea la duda:

No se puede atender de la mejor manera a todos y todas las autistas del Estado Táchira porque no hay capacidad total para ello; y pretenden entonces mezclar discapacidades como si se tratase de jugar con “seres especiales” a la manera de piezas de ajedrez o “de laboratorio”.   

Nosotros (CAIPA) apoyamos la integración de las personas con discapacidad cuando realmente es viable, sólo porque se posean las competencias mínimas y no se creen peligros o riesgos, o cuando no hay traumas y se puede realmente generar la propia interacción integrada; pero de hecho eso ya se hacía antes. No de la mejor manera. Por ello, hay que reestructurar todo el sistema poco a poco y desde abajo no desde arriba. Pero al contrario, forzar y violentar procesos es demasiado delicado y de hecho viola la legislación al respecto.

La educación venezolana posee avances indudables gracias al proceso digamos bolivariano por ponerle un nombre; pero también se ha ido colapsando porque se valora más la cantidad de matrícula y las cifras para la “promoción de un perfil de ministerio supuestamente eficiente” antes que una real activación de pedagogías alternativas, holísticas integrales y transformadoras de verdad; es decir, no masificadoras que sólo fortalecen “cultura de masa”, población acrítica, con educación pero sin educación que transforme sustancialmente al ser humano social y su contexto.

Es común el hacinamiento en las aulas de educación “regular” en Venezuela, la poca tecnología educativa e infraestructura no acordes todavía para niños y niñas, ausencia de una participación popular real de las comunidades en los procesos educativos, partidización y politización en el manejo de la  contratación del personal del ministerio y de los propios consejos comunales, etc etc etc.  No existe tampoco personal de psicopedagogos, psiquiatras, neurólogos, orientadores u otros para armar la “multidisciplariedad” y el trabajo directo con la comunidad; lo cual es vital en las escuelas como política de Estado. En estas condiciones, se hace bastante difícil el hablar de una integración armónica de las personas con discapacidad en nuestro país, si no hay estructuras, posibilidades y condiciones acordes para ello.

Las escuelas bolivarianas que son un proyecto en general muy valioso, debe igualmente reestructurarse pero en serio.

Todo nuestro país debe enrumbarse hacia una transformación verdadera.
Somos una nación que importa -para consumir- casi todo, y que se dedica a la extracción de minerales del subsuelo haciéndonos más dependientes de “potencias industrializadas u otras naciones imperiales llámense democráticas o de “derecha”, social-comunistas o como se llamen”. Eso ya ni siquiera importa.  Se vuelve pura palabrería y modismos absurdos. Aplicamos a su vez proyectos mineros que sacan de sus tierras a nuestros propios hermanos indígenas acabándolo todo, y así seguimos en etc, etc, etc.

Véase estos enlaces:

Definitivamente, somos un gran país pero que empequeñecemos a cada segundo, desvaneciendo quizás muchas veces lo mejor que podríamos ser.

No hemos superado esa cultura de “viveza”, robo, “arribismo”, paternalismo, corrupción y partidocracia casi que a todo nivel, “matraqueo” y “vacuna”, burocratización en exceso, falta de contención familiar y sobretodo, ausencia de un necesario y urgente empoderamiento social, asumir autónomamente nuestro destino desde cada calle y aldea. Hacer país y que el país nos duela por lo menos.

  

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