miércoles, 17 de julio de 2013

Desde aquí nos vigilan a todos…



                                        Por  Manuel  Rugeles  A.

Esta edificación es lo que podríamos catalogar como la  ‘guarida’  actual de  El Gran Hermano, o sea, del (orwelliano) ‘Big Brother’.  Actual,  porque le están construyendo otra, más grande y poderosa en el desierto de Utah, en Utah State, donde residirá el Mega Brother  o  Mega Hermano que tendrá -imaginamos-,  capacidad para espiar,  de verdad-verdad,  a todos los ciudadanos del planeta,  aun cuando solamente tengan teléfono.  Mucho mejor funcionará la pesquisa si tienen celulares,  computadoras de casa  y  móviles,  teléfonos  inteligentes, tablets…  y  pare  de  contar.

Desde esta Súper Agencia se espía no sólo a  amigos  y  enemigos, ya que se espía a personas como usted y como yo,  sobre todo porque asumimos críticas públicas en contra del Imperio,  de sus mecanismos,  actuaciones  y  organismos.

Desde 1952 se supo de su existencia,  pero en esta Suramérica de gracia,  oí hablar por primera vez de ella,  y  en forma,  en la película protagonizada por  Will Smith,  y trabajan John Voight,  Gene Hackman  y  Lisa Bonet,  cuyo título es  “Enemigo  Público” (Enemy of the State),  que recomiendo ampliamente,  para que se den una idea de lo que hace la NSA con un ciudadano estadounidense…  

La NSA funcionaba más o menos clandestinamente hasta que explotó el caso Snowden… quien la acusó de espiar indiscriminadamente e inmisericordemente a los propios estadounidenses y mucho más que a los supuesto enemigos ‘jurados’ que dicen que tiene EEUU.

La Agencia de Seguridad Nacional,  NSA,  es una de las varias y variadas agencia de ‘Inteligencia’ del gobierno de los Estados Unidos,  y  no será tan conocida como el FBI  o  la CIA,  pero hoy por hoy,  es la agencia de Inteligencia más poderosa del mundo.

Su cuartel principal se levanta en un terreno de un poco más de 200 hectáreas, un verdadero ‘campus de inteligencia’, que contiene decenas de edificios y dentro de sus terrenos cuenta con bancos, agencias de viajes, oficinas de correo, cuerpo de bomberos y fuerza policial propios. Todo este territorio está rodeado por un bosque, pero además tiene cercas electrificadas,  barreras antitanques,  alarmas activadas con sensores de movimiento  y  cientos de cámaras de video.  Sus paredes  y  ventanas están tapizadas con láminas de cobre para evitar filtraciones de señales electromagnéticas.

No sabemos a ciencia cierta (porque también es un secreto bien guardado), el número de ‘trabajadores’ que tiene esta Agencia.  Y mientras unos dicen que alrededor de 40 mil,  otros aseguran que llega al millón de empleados.  Lo que sí es verdad es que cuenta con un enorme estacionamiento para automóviles  -uno de los más grandes del mundo- con 18.000 puestos.  Pero como fuese, la cifra más baja suena ya como descomunal, y siguen reclutando (o al menos tratando de hacerlo) puesto que hace unas semanas, cuando fueron a ‘seducir’ potenciales trabajadores para la Agencia,  en la Universidad de Wisconsin, se consiguieron con rechazos y protestas por parte de los estudiantes de esa casa de estudios,  quienes enfrentaron a los ‘reclutadores’ preguntándoles a gritos:  “¿Tenemos que ser grandes mentirosos para trabajar en la NSA?”  o,   ¿Cuando hablan de adversarios, quieren decir ‘todo el mundo’?”,  y,  “¿Ustedes no piensan en los problemas y daños a la comunidad que pueden ocasionar con lo que hacen ?,  o después de las horas de trabajo se emborrachan y  van a los karaokes, como forma de desmarcarse de esos problemas ?”…

Y con esas actitudes desafiantes, encontradas en grupos juveniles universitarios, no han podido reclutar nuevos agentes con éxito, a pesar de estar en un país en crisis, con recesión y desempleo, y a pesar también de ofrecer ‘excelentes condiciones salariales, promociones en el empleo, horarios flexibles y hasta programas de intercambio con prestigiosas universidades…’, pero ya irán cayendo quienes quieran ‘proteger a los Estados Unidos’ desde la NSA, de la canalla internacional que desea desaparecerlos del mapa.

Sobra decir que los tales reclutadores salieron con las tablas en la cabeza… todo ello, como producto del escándalo causado por las revelaciones del ex contratista de ‘Booz Allen Hamilton Inc’., Edward Snowden,  quien cantó  y  contó sobre el espionaje generalizado que la NSA hace a miles y miles de ciudadanos estadounidenses, incluyendo también a personas  y  gobiernos del exterior,  y  hasta a gobiernos que catalogan como ‘aliados’…

Recién inaugurada la Agencia,  la sede principal abrió sus puertas en Arlington, en el estado de Virginia (al noreste de la capital), relativamente cerca de Washington D.C., y del Pentágono, donde  opera el Departamento (o Ministerio) de Defensa, al que se encontraba adscrita.  Pero el temor de que un misil atómico de la Unión Soviética la hiciera polvo,  instó al gobierno a mudarla a  ‘Fort Meade’,  en el estado de Maryland,  en un lugar equidistante entre Baltimore (capital del Estado)  y  Washington D.C., capital del país.

En tiempos de la llamada ‘Guerra fría’ usó todas las prácticas posibles e imaginables de la época para interceptar las comunicaciones del  ‘bloque comunista’,  y fue la responsable tanto del envío de aviones-espía sobre Rusia,  como aquel  ‘U-2’ que fue derribado por los soviéticos en 1960,  como de grabar conversaciones de activistas contra la guerra de Vietnam como la actriz Jane Fonda o la cantante Joan Baez.

Desde esa época vienen las advertencias. El senador del partido Demócrata,  Frank Church,  alertó expresando que esa capacidad de espiar a todos,  “podría voltearse contra los estadounidenses y  a ninguno le sería respetada su privacidad”.  Ya la Agencia hacía gala de sus ‘abusos’, afincándose en el lema que vemos en los billetes (dólares) estadounidenses: “En dios confiamos (In God we trust)”; pero complementándolo con la frase:  ‘a los demás los monitoreamos’… (!)

Sus fracasos,  sin embargo,  permitieron dotar a la Agencia (NSA) de toda la última tecnología en materia de espionaje.  Podríamos decir que  -por ejemplo-  ‘no detectaron’ los atentados que echaron por tierra a las tales Torres Gemelas del World Trade Center de New York  (lo que le da fuerza a la versión de que ese fue un autoatentado,  concebido para justificar todo lo que luego sucedió en el norte de África,  con los ataques a Irak,  Afganistán,  después a Libia  y  hoy a Siria,  como parte de un gran Plan de ocupación de esa importante zona energética  y  geoestratégica).  Tampoco fue capaz la NSA de impedir los atentados perpetrados contra las sedes de las embajadas gringas en Kenya  y  en Tanzania  (también en África),  en 1998;   ni tampoco pudo prevenir el atentado contra el Destructor ‘USS Cole’ en Yemen,  en el 2000…  pero todo esto justificó el relanzamiento de la NSA  y  la consecución de miles de millones de dólares para operar,  así como de la tecnología asentada en la telefonía celular,  la fibra óptica,  las supercomputadoras para albergar información,  las grandes bases de datos,  y  la enorme red Internet  y  sus hijas,  las redes sociales (abiertas a todos los ciudadanos),  dispositivos ‘mandados a hacer’ para espiar con facilidad a las personas.
                                                   
Ahora bien,  la instalación en  ‘Fort Meade’  es sólo uno de los engranajes de la compleja estructura de la NSA.  Para septiembre de este año,  está programada la inauguración de la megabase en Utah State.  Ahí se calcula que han invertido 2.000 millones de dólares en la activación de este megacentro de espionaje que interceptará, descifrará, analizará y almacenará billones de bytes de información de todo el mundo,  en súper servidores  y  súper computadoras,  que estarán albergados en cuatro galpones de 25.000 metros cuadrados cada uno.

Esta nueva edificación contará además con planta de agua y de electricidad propias,  para funcionar en forma autónoma en caso de ataque externo.  60 mil toneladas de equipos de refrigeración (entre aires acondicionados y preservadores de comida)  y,   por supuesto,  un sistema de vigilancia,  filtros de acceso  y  barreras que costaron 20 millones de dólares.  La NSA ya cuenta también con estaciones de interceptación  y  análisis en los estados de Colorado,  Georgia,  Texas  y  Hawaii  (en el Pacífico sur),  cuatro satélites en órbita  y  tentáculos en sus más firmes aliados como lo son:  Inglaterra,  Canadá,  Nueva Zelanda  y  Australia.  De aquí la enorme ‘cobertura’ que permite catalogarlo como “el sistema de monitoreo más poderoso del mundo”.

Al mando de este gigantesco ‘Gran Hermano’ o Big Brother, que dentro de poco se convertirá en Mega Brother,  y  desde el 2005,  está el General Keith Alexander,  hombre influyente  y  de bajo perfil,  quien no solamente es Director de la NSA,  sino que igualmente es responsable máximo del Servicio Central de Seguridad,  y  del Comando Cibernético de las Fuerzas Armadas Estadounidenses.

Gracias a sus influencias ha venido acrecentando su ejército informático  y  ha logrado convencer al gobierno  y  al Congreso de los EEUU,  de otorgarle cada vez más recursos.  La gente que lo conoce  o  sabe de su existencia,  lo llaman “El emperador Alexander”…  porque ‘todo lo que quiere,  lo obtiene’.

¿ Podría medirse la capacidad de espionaje de la NSA ?  Algunos expertos han estimado que esta Agencia intercepta diariamente alrededor de  1.700  millones de correos electrónicos  y  de comunicaciones similares aparecidas en las redes sociales.  Para ellos se jactan de ser los mayores empleadores de matemáticos egresados de universidades norteamericanas,  pero también de ingenieros,  analistas,  traductores,  expertos en criptología,  programadores,  diseñadores…  y también ‘hackers’ expertos que son utilizados principalmente en comandos de ‘guerra cibernética’ que penetran otros sistemas informáticos,  roban información  y  crean virus informáticos  (como el ‘Stuxnet,  que saboteó el programa nuclear iraní).

Edward Snowden,  en declaración a un entrevistador,  afirmó que él estaba seguro de que este virus informático dirigido específicamente contra la República Islámica de Irán fue creado conjuntamente por la NSA  e  Israel.  También,  según denuncia Snowden,  la NSA,  a través del programa ‘PRISM’, intercepta todo tipo de comunicaciones que cree necesarias,  ‘para preservar la seguridad nacional’.  Para ello la agencia ha solicitado registros de comunicaciones a compañías telefónicas como  ‘Verizon’,  y  a empresas como Facebook,  Microsoft  y  Skype,  y  hasta se ha atrevido a pinchar (chuzar, interceptar) comunicaciones de diversos gobiernos europeos,  latinoamericanos  y  del resto del mundo.

En la página web de la agencia, el general Alexander alardea escribiendo:  “Más veces de las que pudiéramos contar,  hicimos historia sin que la historia tuviese conocimiento de que estábamos ahí”.  Pero ahora que todos sabemos que (nos) están grabando, que están copiando,  guardando,  organizando,  analizando,  cientos de millones de murmullos,  escritos,  fotos,  mensajes,  correos,  datos,  documentos,  etc., podemos decir que la NSA entró en la gran leyenda oficial del insólito poder estadounidense. Lo que corroborará que ahora,  menos podamos verlos,  ni citarlos,  ni recordarlos,  como  ‘los  buenos  de  la  película’…

Nota Final: Apenas aparezca esta crónica (en mi página y mi ‘biografía’ de Facebook,  o  en algún envío de correo electrónico a algún amigo o persona desconocida),  y aunque este ‘escribidor’ (gracias a lo que escribe)  debe estar incluido en la  ‘lista negra’  de la NSA,  como ‘terrorista potencial’  y  ‘enemigo de los Estados Unidos’,  volverán a activarse las alarmas en mi contra.  Porque les cuento que al nomás teclear a través de mi laptop,  al menos dos o tres palabras, como las que siguen:  NSA,  Big Brother,  Utah,  Snowden,  FBI,  CIA,  Arlington,  Frank Church,  World Trade Center,  Irak,  Afganistan,  Libia,  Siria,  Iran,  Kenya,  Tanzania,  Yemen,  USS Cole,  Keith Alexander,  Stuxnet,  o  PRISM…  sólo tres, bastarán para que intercepten,  traduzcan,  analicen,  almacenen  y  hagan rodar las medidas pertinentes,  contra quien se atreve a escribir estas ‘cosas’   y   delatar semejante armatoste que viola uno de los más preciados derechos humanos,  incluido además en la Cuarta Enmienda de la propia Constitución de los Estados Unidos,  como es el de la privacidad…  que dice:    “El derecho de los habitantes de que sus personas, domicilios, papeles y efectos se hallen a salvo de pesquisas y aprehensiones arbitrarias, será inviolable, y no se expedirán al efecto mandamientos que no se apoyen en un motivo verosímil, estén corroborados mediante juramento o protesta ydescriban con particularidad el lugar que deba ser registrado y las personas o cosas que han de ser detenidas o embargadas.  Y, además, quedó establecido que las evidencias obtenidas por la policía que violan la Cuarta Enmienda no pueden ser utilizadas para condenar a alguien acusado de un crimen (muchos opinan que sin esta regla,  la Cuarta Enmienda no tendría sentido).  Pero sobre todo desde el gobierno del archicriminal George W. Bush,  hasta el presente,  con las actuaciones inconstitucionales de la NSA,  tanto la administración Bush,  como la actual,  la de Obama  -que ha superado a la de Bush en  asesinatos programados,  torturas a personas,  detenciones arbitrarias e injustificadas,  e  intervenciones armadas a países-, la institucionalidad estadounidense atropella brutalmente a sus propios ciudadanos  y  extiende sus abusos  de  ‘Big  Brother’,  a  todo  el  planeta.

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